Nigeria sorprendía a Francia hasta el punto de dominarlo en algunos pasajes. Pero las Águilas perdieron altura, así pues, Pogba y compañía superaron al once africano por 2-0.

 

Luego de cuatro llaves parejas, sin un favorito claro y con trámites con pocas diferencias entre las selecciones, llegaba el Francia - Nigeria para ser la ensalada, la parte light de Octavos de Final, el descanso al corazón luego de tanta tensión. De este Mundial, sin embargo, lo último que nos podemos esperar es mezquindad de emociones. Francia, un cómodo clasificado, sufrió como nadie tenía pensado ante una Nigeria que vencía sus carencias partido a partido, despertando ante Argentina en el cierre de su grupo y entregando una de las mejores actuaciones africanas ante Francia, pese a la derrota. Pese a que las piernas no le dieron en los minutos finales, porque no anduvo fuerte de la cabeza. Cedió ante la anotación de Pogba y se acomplejó por el error de quien parecía invencible, Enyeama. La jerarquía francés, de ahí en más, empezó a hacer su trabajo y liquidó el encuentro con Antoine Griezmann que con un toque sutil terminaba de derrotar con frialdad de cirujano a una selección que tuvo sobre la cornisa a Francia, pero terminó ahogado y castigado.

Didier Deachamps no movió el 4-3-3, ni a Olivier Giroud de '9'. Sí liberó a Karim Benzema dándole como punto de partida el sector izquierdo para aprovechar la visión de juego y espectacular remate que tiene el 'Gato' cerca al área. No tenía necesidad de hacer las labores de extremo, pues los recorridos extensos y profundos de Blaise Matuidi, quien tuvo que irse expulsado a los  Tuvo, además, a Mathieu Valbuena como extremo derecho con diagonales al vértice del área, asociado a Pogba quien quebraba y descargaba con ambos perfiles. Sumando las trepadas de Debouchy, Francia tenía un gran volumen en ataque que no cedió en los 90' y terminó acabando con Nigeria.
El golpe de cabeza justo de Paul Pogba le permitió a Francia sacar ventaja en un partido que se le puso más difícil de lo esperado ante Nigeria (Foto: Reuters)
Stephen Keshi, el técnico que olvidó un entrenamiento en pleno Mundial, perdió a Babatunde en la previa, pero contó con Víctor Moses desde el pitazo inicial. Junto al jugador de Liverpool, Ahmed Musa y Peter Odemwingie, no tuvieron freno con el balón para hacerle daño a Francia,  para compensar ello estaban Obi Mikel y Ogenyi Onazi articulaban al once nigeriano y le daban fluidez repartiéndose la cancha. Pero ante la lesión de Onazi frente a un planchazo fortísimo de Matuidi, que mereció expulsión pero solo fue amonestado, la selección africana se partió fácilmente, pues el traslado con criterio, el trayecto recorrido y soporte hecho a los de adelante de Onazi había sido impecable.

Ahí empezó a perder Nigeria y, por ello, se puede molestar Keshi, quien si bien mantuvo su 4-2-3-1 con Reuben Gabriel reemplazando a Onazi, no pudo tener al equipo dinámico y corto. Ahí la voluminosa Francia se empezó a dar un banquete y hacer figura a Enyeama, quien tuvo un error: a los 80', soltó un esférico que parecía fácil de tomar y le quedó a Paul Pogba, quien con el arco vacío cabeceó para anotar el primero. Este tanto desmoronó a Nigeria, para muestra un botón o un cachetazo. Antoine Griezmann, sobre los 91'+, anticipó a toda la zaga nigeriana desde el segundo palo para aparecer en el primero y con un sutil toque cambiarle la dirección al balón. Nigeria en jaque. Fatigado. Pero dejando más de lo que esperábamos ver.

Foto: Reuters

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