Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comLima recibe la primera final única de la historia de la Copa Libertadores. Pero como ya ha contado DeChalaca, existe un antecedente entre Flamengo y River Plate midiéndose en la capital. Aquí, las escenas más valiosas de aquel partido del verano de 1959.
    Roberto Castro | @rcastrolizarbe
    Director General

DeChalaca ya contó a inicios de año, en extenso, en qué consistió la Gran Serie Sudamericana Inter Clubs disputada en el estadio Nacional de Lima en 1959. En ese hexagonal amistoso, Flamengo enfrentó a River Plate y lo goleó 4-1, como también ha resumido esta página web en su sinopsis del encuentro.

Lo que nos faltó entonces fue mostrar algunas escenas adicionales del encuentro, con las que contamos en nuestro archivo. A continuación las repasamos para transmitir lo que significó para el verano limeño de hace seis décadas vivir un enfrentamiento entre dos de los equipos más reconocidos de Sudamérica, que junto a Peñarol, Colo-Colo y los locales Alianza Lima y Universitario disputaron un torneo que sirvió para confirmarle a la Conmebol que era conveniente organizar un certamen anual interclubes oficial, lo que dio pie a la Copa Libertadores del año siguiente.

Las postales 

Ovejero y Dida en el lápiz de Cano Romero. (Recorte: diario La Crónica)

La previa del partido en el lápiz de Cano Romero. Connotado pianista oriundo de Huacho, Juan Cano Romero fue uno de los ilustradores deportivos más conocidos de la mejor época del diario La Crónica. Con esta imagen, en la que contraponía al golero Manuel Ovejero -años más tarde golero de Defensor Lima- con el peligroso ariete rubronegro Dida, daba vida al anuncio del gran encuentro que debía disputarse el 3 de febrero en el Nacional, antepenúltimo cotejo del hexagonal y al que River llegaba con 5 puntos y Flamengo, con 4.

El gol anulado a Henrique. (Foto: diario La Crónica)

A Henrique le anulan el primer tanto de la noche. Tras un dominio bastante marcado de River en la primera hora de juego, que hizo que los 15,139 espectadores apostados en las tribunas del coloso de José Díaz comenzaran a mostrarse inclinadas a alentar al cuadro millonario, Flamengo comenzó a contragolpear y revertir la historia. Una barrida de Henrique, sobre los 36', debió ser el primer tanto rubronegro; sin embargo, el juez austriaco Erwin Hieger sancionó un discutible offside. Igual, luego el ariete tendría revancha, pues convirtió el segundo tanto a los 43'.

Ovejero no llega al cabezazo de Luiz Carlos. (Foto: diario La Crónica)

Luiz Carlos abre la cuenta para Flamengo. Un ratito antes, con sagacidad y fiel a la calculadora estrategia de su entrenador paraguayo Manuel Fleitas Solich. De cabeza, el 'Mengão' había logrado la ventaja. Luiz Carlos anotó a los 41' ante centro de Henrique y sacándose la marca de José Ramos Delgado, zaguero millonario que veinticinco años más tarde sería DT de Universitario.

Dida marca el tercero. (Foto: diario La Crónica) 

Dida da inicio a su show con el tercer tanto. En el arco Norte del Nacional, en tiempos en que las gradas llegaban hasta la cancha, Dida comenzó a confirmar los presagios. River acababa de descontar apenas un minuto antes, pero con tiro cruzado el también seleccionado brasileño aprovechó una desinteligencia entre Ovejero y Federico Vairo, quien le cedió al golero un pase que quedó a medio camino. Sobre los 62', Flamengo llegaba al tercer tanto.

Con Ovejero en el suelo, Dida marca el cuarto. (Foto: diario La Crónica)

El propio Dida cierra la goleada. Ovejero no estuvo en una buena noche y en el cuarto tanto eso se hizo patente. A los 71', el golero riverplatense dejó un rebote ante un disparo de tiro libre de Babá, por lo que a Dida le quedó toda la chance de disparar a boca de jarro. El delantero -quien hasta el advenimiento de Zico sería el máximo goleador histórico de Flamengo, con 257 goles- selló así el 4-1 antes de dejar el campo lesionado.

El escándalo en el campo del Nacional. (Foto: diario La Crónica)

La bronca que eclipsó la noche. Con el resultado consumado, sobre los 75' se desató el tole-tole que decoró negativamente la noche. Roberto Zárate, obnubilado de furia por el resultado, perdió los papeles y buscó camorra. Cayeron en la treta tanto Jordan y Milton Copolillo, quienes muy al estilo de la época se trenzaron a golpes con el ariete millonario. Todos se fueron a las duchas en momentos en que Hieger ya había perdido el control del trámite.

Vista panorámica del primer gol de Dida. (Foto: diario La Crónica)

El epígrafe. "A Flamengo no le interesa que el público local silbe al equipo por esas jugadas que deslucen el resultado. A ellos les interesan dos cosas. Una, ganar el partido y otra, que aparezca en los cables de todo Brasil y el mundo entero: Flamengo 4 - River Plate 1". Fiel a su pluma y convencido de defender siempre el espectáculo, Alfonso 'Pocho' Rospigliosi sentenció así el partido. Cosas de otros tiempos, en que gustar era más importante que triunfar por un score que, sesenta años después, cualquiera querría asegurar para ser el campeón de América.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com


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