Huracán - Alianza: Ducómentado y archivado
Alianza Lima evitó el riesgo que significaba buscar la hazaña y acabó empatando 0-0 con Huracán en el Tomás Adolfo Ducó. Aunque la serie estaba prácticamente sentenciada una semana antes, el cuadro blanquiazul se despidio de la Copa Libertadores.
El partido fue...
PREDECIBLE. Con tanta tensión en los días previos y un inicio extraño -una protesta conjunta por la violencia sufrida por el plantel aliancista-, el partido discurrió por donde podía suponerse: el limbo entre las ganas de Alianza y su temor por no sufrir lo mismo que ocurrió en Matute interesecado, a su vez, con la zona de confort de Huracán por no complicarse más allá de lo necesario. Por eso, si bien el local dominó el partido gracias a una mayor posesión de balón, acabó enfrentando a un rival mejor parado que en la ida y que jugó con lo que tenía: ganas y algo de vergüenza deportiva. Por lo demás, el equipo de Sanguinetti repitió problemas por las bandas y un libreto monocorde en búsqueda de Guevgeozián, a quien Nervo le ganó siempre las divididas.
El compacto
Las fotos
El capo: Julio Landauri
Dentro de los recursos limitados de Alianza para el contexto internacional, fue quien más prolijo se mostró en el Ducó y, por ende, respaldó los múltiples comentarios de afición y prensa que exigen su titularidad en el cuadro victoriano. Sea lanzando centros o en algún desborde individual sobre el final del primer tiempo que acabó entusiasmando a los medios digitales obsesionados por subir videos en tiempo real de cualquier cosa que pueda asemejarse a una jugada de peligro, se distinguió del resto aun cuando en el uno a uno sufrió -y generalmente perdió- en los manos a mano ante Mancinelli.
La pizarra
Ambos equipos mantuvieron el 4-2-3-1 como propuesta inicial, tal como lo habían hecho en la ida. Pero las diferencias, como en Matute, fueron de ejecución y sobre todo de versatilidad. Apuzzo migró, con método, hacia el 4-línea-2, primero con Moreno y Fabianesi en vez de Torassa para abrir un poco el juego y luego, ya del todo, con el concurso de Borghello como segundo punta junto a Ábila, importante como ícono individual en el ataque. En cambio, cuando Alianza trastocó el esquema lo hizo más al guerrazo que de otro modo: Sanguinetti apostó por Preciado y Noronha para hacer bulto junto a Guevgeozián en un 4-3-3 agresivo al tuétano, como sugiriendo que en un momento el riesgo de perder por mucho pasó de importar demasiado a casi nada.
Kazuki Ito: Óscar Maldonado
El juez boliviano no pasó desapercibido en un partido que bien podría haber aplicado para el relax referil. Sin embargo, permitió al local pegar demasiado, sobre todo en los primeros minutos, y se convirtió en nueva excussa de quienes analizan poco y culpan mucho -y a muchos-. Eso condicionó un desempeño que, con generosidad opinológica, puede decirse que rayó en lo regular.
Fotos: EFE, Daniel Méndez / prensa CA Huracán
Video: CMD
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La ficha del Huracán - Alianza
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