Olimpia - Atlético Mineiro: Sed de Copa
El capo: Se rompió el silencio
Wilson Pittoni cumplía una labor sacrificada en los dos campos, claro para el pase vertical y solidario para cubrir la banda derecha. Junto a los Silva, Martín y Matías, era uno de los mejores en el local. No obstante, les sacó ventaja con una pintura sobre el final, ya que de tiro libre puso el 2-0 final.
La clave: Al maestro con respeto
Por mucha jerarquía que tenga Atlético Mineiro en su plantel, a quien le acompañaba la historia era a Olimpia. El ‘Decano’ hizo pesar sus tres Libertadores, desde su hinchada hasta cómo salió a jugar el partido. No se amoldó a Mineiro, tampoco espero correr detrás del balón. El más grande era Olimpia y, como tal, asfixió, dominó y ejecutó; aunque en esta última tarea no fue eficaz. Pero le bastó con neutralizar a un Ronaldinho por dentro, donde menos se le recuerda regalando magia en esta Libertadores.
El primer gol fue clave para ganarle el factor anímico a Mineiro. Cuando el cuadro brasileño metía el partido a su ritmo y era más claro, Matías Silva rompió las líneas, la tendencia del juego y anotó un golazo a los 23’. Desde ese minuto, hasta el pitazo final de Nelson Pitana, Olimpia fue superior.
Los cambiazos: Buen ingreso, mala salida
Hubo un cambio para analizar, que influyó en lo anímico y táctico en el partido y que pudo darle un giro diferente. Ronaldinho no venía jugando bien, y cuando un crack así no aparece, sin duda, hay algo que reacomodar. Se jugaba el segundo tiempo y el ‘10’, pese a ser superado por la aguerrida marca de Olimpia, no dejaba de intentar e incluso iba al piso si había que hacerlo. Cuca no vio otra salida a la opaca actuación de ‘Dinho’, que reemplazarlo por Guilherme, quien le dio explosión al ataque de Mineiro pero era poco para un rival que ya se veía muy superior.
La joyita: La mejor calidad
Enzo Prono, recién ingresado, ganó un tiro libre al borde del área de Atlético Mineiro. Era una oportunidad de oro para Olimpia y su mejor ejecutor a balón parado estaba en banca, Juan Manuel Salgueiro. No obstante, apareció Wilson Pittoni para pararse frente al balón con dos pasos de distancia. Pittoni acarició el esférico con la parte interna del pie derecho y el balón tomó una curva que fue imposible de alcanzar para Alecsandro y Víctor.
El tapadón: Que no cunda el pánico
Olimpia mantuvo la agresividad de inicio a fin. No dejó de buscar el arco de Víctor y, por ello, tomaba riesgos en defensa que hicieron figura a Martín Silva. A los 78’, Jo recibió el esférico en el área y lo controló con gran calidad; quedó frente a Silva y remató cruzado con violencia, pero el ‘1’ de Olimpia rechazó el balón con increíbles reflejos.
La calamidad: Puro roche
Se recuerda a pocos laterales brasileños con tan poco brillo en ataque y técnicamente como Marcos Rocha. El marcador derecho anduvo flojo en salida y poco prolijo para cerrar su zona. Por el bajo nivel que mostró, es una baja positiva para la vuelta en Minas Gerais.
El blooper: La embarró
Luego de la gran atajada de Martín Silva a Jo, Olimpia no podía permitirse errar más oportunidades claras de gol. El destino le daba una mano, pero estaba en los pies de sus atacantes el gol. Sin embargo, el arco de Mineiro tenía otra historia para ellos, sino que lo diga Fredy Bareiro y el balón, quienes no se quisieron ver con el gol. A los 83’, luego de un remate de Salgueiro, la pelota llegó dando botes a Bareiro quien, pese a tener el arco vacío, remató desviado. Felizmente para el delantero, apareció Wilson Pittoni sobre el final para anotar una joyita.
Kazuki Ito: Bien entonado
Nelson Pitana paso desapercibido durante los 90’. Era una final y casi no hubo reclamos de ninguno de los equipos. Ni la expulsión de Richarlyson mereció discusión. Pitana, pues, cumplió una labor muy buena junto a sus asistentes, Hernán Maidana y Juan Pablo Belati.
Fotos: Reuters, AFP
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escrito por marco , July 18, 2013