Foto: APBoca y Newell’s se resignaron con el 0-0 en La Bombonera, en duelo en el que cada equipo tuvo protagonismo repartido. El resultado podría favorecerle al ‘Xeneize’ de cara a las semifinales, dado de que preservó el cero en su arco.

 

El capo: La noche de los ‘5’

Correcto partido de Leandro Somoza en Boca y de Diego Mateo en Newell´s. Ambos jugadores –que coincidentemente llevan el número 5 en sus camisetas- fueron los encargados de tapar los avances rivales y de empezar las jugadas de peligro para sus respectivos equipos. Además, Mateo cumplió con eficacia la labor de anular a Riquelme, más allá de tres pases errados que pudieron ser fatales para su equipo.

La clave: Aguante y empuje

Boca intentó abrir rápido el marcador apelando casi a cualquier variante, tal como aquí que Juan Martínez ensaya un remate antes que Víctor Figueroa llegue al cruce (Foto: AP)Ambos equipos presentaron esquemas bastante parecidos pues Boca salió al campo con un 4-3-1-2 y Newell´s hizo lo propio con la misma táctica, en el que resaltaron Somoza y Mateo, respectivamente. Por el lado local, Riquelme fue el ‘10’ y la conexión entre la volante y los atacantes Martínez y Blandi; sin embargo, el ex jugador de Villarreal no estuvo fino como en Brasil y no destacó. Por el lado de la visita, Scocco estuvo desconectado del resto del equipo más allá del remate que atajó Orión, mientras que Rodríguez y Cruzado intentaron generar fútbol en mediocampo pero se vieron presionados por Erviti y Somoza. Al final de cuentas, el empate sin goles fue el que más se ajustó a la realidad del cotejo.

El tapadón: Buena salida

A los 4’, Boca Juniors tuvo su primera ocasión clara de gol cuando Walter Erviti recibió un balón dentro del área visitante tras centro de Juan Martínez. Sin embargo, su remate fue muy suave por lo que Nahuel Guzmán salió de su pórtico y con el pie desvió el balón al tiro de esquina.

El jugadón: Le rompió el Coco

Juan Román Riquelme protege la pelota mientras Rinaldo Cruzado, muy activo durante el partido, se la intenta robar (Foto: AFP)Pudo haber sido el tapadón pero sería desmerecer la jugada colectiva de Newell’s. A los 68’, Guzmán salió jugando y tocó con su defensa. Posteriormente, el balón llegó a los pies de Maximiliano Rodríguez, quien desbordó por derecha y envió un centro preciso al área; Scocco remató en primera pero Agustín Orión estuvo atento y desvió la pelota al tiro de esquina.

La calamidad: Burrito sabanero

No fue el mejor partido de Juan Martínez. Si bien empezó con un buen centro a Erviti en la primera llegada de Boca, posteriormente bajó su rendimiento y estuvo desconectado en las jugadas de ataque del local. En el segundo tiempo también pasó desapercibido más allá de un remate que controló Guzmán. Por ello, Lautaro Acosta lo reemplazó a los 75’.

El duelo: Marcación en frío

En La Bombonera fue Boca quien llevó el ritmo ofensivo del encuentro pero la defensa de Newell's siempre estuvo atenta para alejar el peligro tal como Pablo Pérez con este centro (Foto: AP)Como se mencionó líneas arriba, Diego Mateo tuvo la difícil misión de marcar a Juan Román Riquelme quien ya había destacado en el cotejo contra Corinthians jugado la semana pasada. Sin embargo, en esta ocasión Riquelme no destacó producto de la marca asfixiante y desperdició dos ataques clarísimos de Boca con pases equivocados. Por otro lado, el trajín realizado por Mateo le pasó factura al final: producto del cansancio erró hasta tres pases en salida que le pudieron costar caro a su equipo.

La cancha: Explosión xeneize

Más allá del pálido empate sin goles, la hinchada local no dejó de alentar durante los 90’. Si bien el equipo del ‘Virrey’ Bianchi no va bien en el torneo local, sus seguidores saben que se juegan todas sus fichas en la Copa Libertadores, por lo que no abandonaron a su equipo y llenaron “La Bombonera” con el objetivo de meter presión en Newell’s que, en el papel, llegaba en mejor forma. Al final, el empuje de la tribuna hizo que los jugadores de Boca no desistieran de atacar hasta el término del partido.

Kazuki Ito: Todo bien entre paisanos

Correcta actuación de la cuarteta argentina comandada por Mauro Vigliano. Sus decisiones estuvieron ajustadas al reglamento, más allá de la expulsión de Burdisso sobre el final del partido, pues bien pudo llamar la atención al jugador por el forcejeo con Vergini y no sacarle la segunda tarjeta amarilla. Por lo demás, los jugadores también colaboraron con el árbitro pues se dedicaron a jugar y no hubo mayores reclamos.

Fotos: AP, AFP

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