El baile del caballo
En un partido en el que se habló de más en la previa –lo que propició excesiva violencia en el juego-, Atlético Mineiro asestó el golpe y le volteó 1-2 el marcador a Sao Paulo con actuaciones interesantes de Tardelli y Ronaldinho.
El capo: Oiga, soledad..
Diego Tardelli peleó ante Sao Paulo completamente solo, pues Jo nunca apareció. El delantero, formado en el club paulista, demostró que a sus 27 años anda bien y podría volver a Europa. Más que ser un goleador, Tardelli ha aprendido a jugar de espaldas al arco y por las bandas, lo que lo hace un jugador desequilibrante. Otro destacado jugador fue Ronaldinho, quien mostró chispazos de lo que un jugador de su categoría puede dar.
La clave: Sin opción a replanteo
Treinta minutos de lucidez tuvo el partido, y el encargado de destruir toda esperanza de ver buen fútbol fue Lúcio. Su expulsión cambió radicalmente el partido y mostró que Sao Paulo es un equipo endeble. La agresividad que imprimió Atlético Mineiro, que se dedicó a perseguir el balón hasta el acontecimiento antes mencionado, terminó lesionando a los 11' a Aloísio. Ingresó en su lugar Ademilson, quien jugó sólo 26 minutos, pues la expulsión de Lúcio obligó a tapar ese lado. Rhodolfo, el encargado de suplir al ex Inter de Milán, saldría lesionado a los 71' también por lesión.
La calamidad: Irresponsable
No se entiende cómo un jugador de la experiencia de Lucio puede cometer una barrabasada tan grosera. A los 35', el central entró de manera criminal sobre Bernard y se ganó con justicia la tarjeta roja.
La joyita: De a tres es mejor
La triangulación entre Ganso, Osvaldo y Jadson, a los 8', mostró lo mejor de Sao Paulo en una sola jugada. Fue justamente el último de los citados, con el dorsal ‘10’, quien metió el gol y desató la locura en el Morumbí, que al final serviría de poco.
El cambiazo: Sostuvo la situación
Tras la salida de Lúcio por tarjeta roja, Rhodolfo ingresó lúcido. El central, pese a salir lesionado a los 71', mostró que es una pieza interesante de recambio y que en él estarán puestas las esperanzas para suplirlo en la vuelta. Comienzan a rezar para que se recupere pronto.
La frase: Alerta temprana
Ronaldinho siempre se ha caracterizado por ser un jugador alegre, pero hacer una declaración de calibre grueso puede ser contraproducente. "Jugamos en el ‘Morumbí’ (en la fase de grupos) a ritmo de entrenamiento, ya estábamos clasificados". Como quedó en evidencia, la hinchada del ‘Tricolor’ no se lo perdonaría. Los jugadores tampoco.
La cancha: A ellos les duele más
El 18 de abril se enfrentaron en fase de grupos Sao Paulo y Minero, con saldo positivo para el local por 2-0. Sin embargo, en la previa del partido por los octavos de final de la Copa Libertadores, Ronaldinho señaló que habían jugado a ritmo de entrenamiento porque ya estaban clasificados, lo que derivó a que las cuatro tribunas del ‘Morumbí’ rugieran de furia ante cada acción del Atlético Mineiro. Esto obligó a Sao Paulo a tener que presionar de manera agresiva, hasta violenta.
Kazuki Ito: Vale todo
La cuarteta arbitral encabezada por Antonio Arias hizo un partido pésimo que rayó en lo desastroso. Los jueces paraguayos hicieron caso omiso a la excesiva violencia con la que se jugaba desde el primer minuto. Cinco tarjetas (cuatro amarillas y una roja) no grafican realmente la agresividad con la que se jugó, que llegó a lesionar hasta a cuatro jugadores. Pésimo arbitraje.
Fotos: AFP, EFE
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Sao Paulo es Sao Paulo el Mineiro es de los pequeños en Brasil no va poder con el peso de la historia asi como no pudo el año pasado en el Brasileirao.