Foto: AFPRiver fue superado por un abrumador 0-3 a manos de un contundente y efectivo Palmeiras. El 'Verdão' dejó en cuidados intensivos al equipo de Marcelo Gallardo y sacó todas las credenciales necesarias para volver a disputar una final de Libertadores luego de 20 años.

Luis Alfonso Garcés | @lgarces_01
Redactor

La pandemia ha servido para que el 'Monumental' de Núñez, la casa de River Plate, ingrese a remodelaciones estructurales en sus instalaciones y el gramado de juego. Por ello, el cuadro millonario ha sido local a lo largo de esta accidentada temporada en el Libertadores de América de Avellaneda, cancha de Independiente. A pesar de que solo existe una distancia de 19 kilómetros entre ambos estadios, pareciera ser que el cuadro de la banda roja hubiera jugado en otro planeta y que sus jugadores fueran once desconocidos. Los dirigidos por Marcelo Gallardo, a pesar de sus prometedores primeros minutos, fueron aplastados por un contundente Palmeiras, que encontró la clave del éxito en la inteligencia de cuándo saber atacar y sobre todo la efectividad de sus jugadores. Estos fueron los principales secretos para que un equipo brasileño lograra golear al 'Millo' de visita en un torneo Conmebol por primera vez en 38 años, desde que el Flamengo de Zico y compañía logró también un 0-3, resultado que esta vez pone al equipo de Abel Ferreira prácticamente en la final del máximo certamen continental.

La Pizarra: Desorden versus practicidad

River: Marcelo Gallardo mandó a su mejor once dispuesto en un ofensivo 4-1-3-2. Enzo Pérez sufrió mucho el constante adelantamiento de la línea de tres ubicada delante de él, conformada por Ignacio Fernández, Jorge Carrascal y Nicolás De la Cruz, así como de los laterales Gonzalo Montiel y Milton Casco. Esto produjo que el '24' quedara solo junto a los centrales -quienes no tuvieron una buena noche- para enfrentar a los atacantes del 'Verdão'. Errores puntuales como el regalo de Franco Armani en el primer gol o la absurda expulsión de Carrascal resultaron claves en el transcurso del partido.

Palmeiras: El joven Abel Ferreira alineó con un interesante 3-4-2-1. En un inicio, sus dirigidos sufrieron los ataques de River, pero la solidez defensiva de Marcos Rocha, Gustavo Gómez y Alan Empereur fue fundamental para poder sostener el cero en el marcador. Rony aprovechó el comentado error de Armani para anotar el primer gol y Luiz Adriano, luego de una gran jugada individual, marcó el segundo. El carrilero Matías Viña, de buen partido, fue el encargado de anotar el 0-3 final con notable testarazo.

El Capo: Bailen conmigo

Rony celebra a todo pulmón su tanto, el cual abrió la catana paulista en cancha de Independiente. (Foto: AFP) 

Es complicado elegir solo un nombre cuando todo el equipo de Palmeiras tuvo una destacada actuación. Sin embargo, Rony esta noche estuvo un escalón por encima de sus compañeros. Su velocidad por la banda derecha y su gol, el cual abrió el marcador, fueron fundamentales en la victoria del elenco paulista en esta histórica noche.

Kazuki Ito: O se calman o se van

El uruguayo Leodán González no vivió una noche sencilla. Las constantes provocaciones de los jugadores visitantes, sumadas a las fuertes patadas de los hombres locales -la casi delincuencial de Carrascal sobre Gabriel Menino a la cabeza- ocasionaron un total de ocho tarjetas, incluida la expulsión que dejó a River con diez.

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Fotos: AFP


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La ficha del River 0 - Palmeiras 3

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