Foto: AFPDIM cerró su clasificación a la fase de grupos gracias a la tanda de penales. Atlético Tucumán insistió todo lo que pudo, pero el 1-0 fue suficiente solo para forzar una ruleta que esta vez no le sonrió.
Larry Jalk | @LarryJalk
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Estaba previsto que el Monumental José Fierro asistiera a un duelo de poder a poder, quizá sin brillantez pero sí con mucha entrega mutua de por medio. Y en esa línea, Atlético Tucumán empezó sufriendo un poco por la presión alta que propuso el equipo de Aldo Bobadilla, que buscaba recuperar el balón y hacer daño. Es cierto que el 'Decano' del norte argentino logró relativamente rápido el gol que le permitió empatar el marcador global; pero luego no consiguió volver a habilitar con claridad ni a Javier Toledo ni a Lucas Melano, pese a lo movedizos que andaban ambos, para causar más daño. En la segunda parte, el juego se distribuyó más en el medio y se tornó áspero; y aunque la visita pudo haber empatado el partido en dos ocasiones claras, quedó la impresión de que ambos tenían cierta confianza en los penales como medio de definición. Ya en la tanda de penales, lo del 'Poderoso de La Montaña' fue infalible: esta vez no hubo un Rolando Blackburn que le acomodara el destino a los tucumanos, que acabaron lamentando sus dos tiros desperdiciados.

La Pizarra: Tareas de soporte

Atlético Tucumán: Ricardo Zielinski propuso un clarísimo 4-trapecio-2. Guillermo Acosta y Cristian Erbes se ubicaron sobre el medio y dejaron por los costados a Leandro Heredia y Ramiro Carrera. Erbes y Acosta se turnaban para apoyar el ataque aunque, por momentos ambos sumaron metros. Los dos únicos delanteros tuvieron una buena noche: Toledo y Melano, dos constantes luchadores en el área, debieron tener mejor fortuna. Nicolás Aguirre ingresó en la segunda parte por Carrera para aportar más amplitud y velocidad por la banda, y con la entrada de Leandro Díaz se sumó un tercer delantero para buscar el todo por el todo. Augusto Lotti, en cambio, anduvo algo perdido.

DIM: Por el lado de Aldo Bobailla, se ofeció un 4-2-3-1 que permitió a sus laterales apoyar de modo constante el ataque. En primera línea de volantes quedaron Adrián Arregui y Larry Angulo para ejecutar los relevos; Maicol Balanta y Edwin Mosquera se situaron por las bandas, y como siempre el capitán Andrés Ricaurte se colocó atrás de Juan Fernando Caicedo, el único delantero. Javier Reina ingresó en la segunda parte por Balanta para buscar ese pase final que necesitaba Caicedo para anotar; luego entraron Leandro Castro y -ya muy al final- Yesiel Díaz.

El Capo: Lección de manejo

Ricaurte volvió a mostrar jerarquía. Acá lucha con Díaz, quien entró bien en el local en el complemento. (Foto: AFP)

Andrés Ricaurte había tejido los hilos de la ida y esta vez tenía muy claro que para cada falta cobrada a su favor debería tomarse su tiempo. Ordenó el juego de DIM desde sus pies y, como es habitual, dirigió el ataque rojiazul. Aunque por momentos le costó superar la marca tucumana, logró darle la vuelta a eso y volvió a ser el mejor del partido. Además, fue el responsable de abrir la tanda de penales con categoría.

Kazuki Ito: Un conversador de aquellos

Alexis Herrera, el árbitro principal, hizo un partido aceptable pero habló demasiado: en cada falta el venezolano solía conversar con los jugadores y así desperdició segundos. Si bien mostró varias tarjetas amarillas -todas bien colocadas-, le faltó en algún momento más mano dura y por allí sacar alguna roja.

El Gol

Las Fotos

Fotos: Prensa Atlético Tucumán; Prensa Conmebol


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La ficha del Atlético Tucumán 1(2) - DIM 0(4)

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