Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comAunque la masa sigue apuntando a que el estilo de juego de Alianza Lima fue la gran tara blanquiazul ante Palmeiras, la cruda realidad no apunta a su paupérrimo nivel defensivo. Ella fue responsable directo del descalabro ante el 'Verdao'.

Daniel Orrego | @dorrego1411
Redactor

Matute se convirtió en un parque de diversiones en la noche del jueves. Cada inyección ofensiva de Palmeiras no era solo una clarinada alerta de gol, sino también una desvergonzada expresión de desarticulación del bloque posterior íntimo. Esa del cual el pagano fue Ángelo Campos. Y esa misma del que gran parte de la afición parece obviar machacando otro factor que no precisamente se asocia a los logros íntimos.

Es tema de conversación permanente en casi todo lo que va de 2018: "el Alianza Lima de Pablo Bengoechea la pasa mal, sobre todo en el contexto internacional, porque no respeta su estilo futbolístico". Tal frase es una afirmación parcialmente cierta pero no aplicable a los estandares recientes del cuadro blanquiazul. Mejor dicho, no es una premisa que se haya asociado con éxito con otros entrenadores que no respeten el tan trillado estilo (acaso el único fue Gustavo Costas). Y el problema es que solo se ha focalizado a ese punto a lo largo de la temporada, con una atención que desvía la principal tara íntima en el año: su desconcertante y precario nivel defensivo. Ese del que sufre más en la Copa Libertadores.

Y ante Palmeiras, la decadencia de Alianza en cuestión defensiva llegó a su punto más álgido. Willian, Moisés y Hyoran estuvieron en un parque de diversiones cada vez que el Verdao imprimió su poderío ofensivo. Aldair Fuentes y Miguel Araujo anduvieron desconectados, mientras que Luis Garro y Francisco Duclos se afianzaron en una puerta abierta. Más allá de la actitud, quedó claro que lo de los laterales íntimos no está a la altura de las circunstancias, así como tampoco se hizo mucho para reforzar tal posición en el terreno de juego.

Alianza Lima tuvo un feo rostro ante Palmeiras y fue sometido. Por su parte, la defensa blanquiazul pasó vergüenza. (Foto: Andina)

Párrafo aparte lo del accionar de Araujo y Fuentes. En el caso del primero, debió haber efectuado una de sus presentaciones con la camiseta blanquiazul, muy lejos de ser ese central implacable que lo ha demostrado ser con la selección peruana. Y en el caso del segundo, su ubicación dista de ser un central de jerarquía, además de su falta de seguridad, como el taco que se comió en la acción previa al gol de Hyoran. ¿Se extraña a Gonzalo Godoy? De alguna manera, aunque ello no es impedimento para certificar una probabilidad de mejora futbolística en esa línea.

Alianza ya está al margen de la Libertadores y la Sudamericana, y ya con la página pasada en el Torneo de Verano, su única alternativa para salvar la temporada es con un real protagonismo en los Torneos Apertura y Clausura. Dicho rótulo estelar debería plasmarse en su solidez defensiva por sobre todas las cosas. La misma que prácticamente le garantizó el título tras 11 años de sequía. Hoy es su gran deuda pendiente y el principal responsable de su calamitoso presente futbolístico a nivel internacional.

Fotos: Luis Chacón / DeChalaca.com, Andina


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