Italia - Japón: Casta, entusiasmo y partidazo
En un partido para el recuerdo, muy dinámico y lleno de emociones, Italia remontó un 0-2 para lograr el triunfo y clasificación a semifinales. El 4-3 elimina a un Japón que pese al resultado dejó una gran impresión.
El capo: El emperador del medio
Tal vez su accionar y movilidad mereció un mejor desenlace. Shinji Kagawa tuvo un primer tiempo más que notable: siempre moviendo los hilos del equipo y marcando un golazo para el 2-0 parcial. Si bien bajó su rendimiento en el segundo tiempo, estuvo a un paso de marcar su segundo personal, pero la pelota se fue apenas arriba.
La clave: Casi un milagro
Japón fue mucho más durante buena parte del primer tiempo y justificó el dominio con la ventaja de dos goles. Pero Italia logró descontar gracias a un cabezazo de De Rossi; un gol más que valioso. Ni bien iniciado el complemento, una desafortunada acción de Uchida y un dudoso penal cobrado por Balotelli inclinaron la balanza para los azzurri. Finalmente, los hombres de Cesare Prandelli pudieron festejar, pero sin duda se llevaron un susto mayúsculo en los primeros minutos
La joyita: Métela y no mires
Tras el primer gol, Japón siguió atacando y volvió a sorprender con el segundo. Tras una descoordinación de la defensa italiana, a los 33' Kagawa dio la media vuelta, empalmó de zurda y dejó parado a Buffon para poner el 0-2.
El cambiazo: Vale al final
Sebastian Giovinco tuvo acción en las dos últimos tercios del partido. Mejoró el rendimiento del saliente Aquilani y marcó el gol de la victoria. Tras un pase de Marchisio, solo le quedaba tocarla para marcar el cuarto.
El jugadón: Más que un preámbulo
El gol de De Rossi sirvió para que Italia ganara unos metros, y hasta estuvo a punto de empatar el partido a poco del descanso: tras pase de Balotelli, Giaccherini avanzó y remató, pero el tiro dio en el poste izquierdo. Felizmente para los azzurri, la alegría llegaría en el complemento, y por partida triple.
El tapadón: Ahora les cierro el arco
El gol de Okazaki animó a los japoneses, quienes volvían a meterse en el partido. Sin embargo, Buffon no quiso encajar otro gol más y a los pocos minutos se lució para desviar un remate fuerte de Hasebe.
La cancha: Lugar para privilegiados
Los 40,489 asistentes a la Arena Pernambuco presenciaron tal vez el mejor partido del torneo en muchos años; de ida y vuelta y lleno de goles y emociones. Cabe señalar que además de los muchos japoneses presentes, algunos brasileños apoyaron a los asiáticos, tanto por efecto de la intensa migración entre ambos países como por la rivalidad contra Italia.
Kazuki Ito: Problemas de visión
Diego Abal tuvo un par de acciones más que polémicas y discutidas: en las jugadas de los penales. En la primera, Buffon apenas tocó al atacante japonés y por reclamar fue amonestado. Y en la segunda, cobró una mano no intencional en área nipona que al final derivó en el gol del infalible (en estos tiros) Balotelli.
Fotos: AFP, EFE
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