Minuto 22: Profeta en su otra tierra
LIMA, PERÚ, 6 DE JULIO DE 2004. El estadio Nacional está abarrotándose a la espera de la ceremonia inaugural de la Copa América, que se desarrollará en el intermedio del doblete programado para la primera jornada. Se enfrentan, en el preliminar, Colombia y Venezuela, que preceden al esperado Perú - Bolivia de fondo. Las simpatías del público peruano, como es natural, se decantan por el más débil: al local le conviene que Colombia -campeón vigente- sume la menor cantidad posible de puntos. Sin embargo, desde el arranque es el cuadro cafetero el que se vuelca sobre el arco de Gilberto Angelucci, y rápidamente fuerza un punto de quiebre.
Ocurre que un pase milimétrico de David Ferreira se cuela por el medio de la zaga vinotinto en búsqueda de alguien que sabe de piques cortos: Mahler Tressor Moreno. El '7' cafetero pica hacia un lado, abriendo el ataque, y pasa raudo por delante de Jonay Hernández. Angelucci sale a su encuentro, con las dos manos dirigidas al balón; luego de que el golero venezolano lo consigue desviar, Tressor tropieza con él y cae. Incorrectamente, el árbitro brasileño Marcio Rezende compra la caída como falta y sanciona penal para Colombia. Pese a los reclamos venezolanos, el propio Moreno se para ante la pelota y dispara arriba a la izquierda; es gol, pero Rezende ordena repetirlo por invasión de área. Nuevamente, el exdelantero de Alianza Lima, que en ese mismo arco del Nacional celebró el título del Clausura 1999, se para y toma mayor distancia: ahora dispara raso y esquinado hacia la derecha de Angelucci. Colombia, como sea, gana 1-0,
El partido, como manda la tradición de los cotejos inaugurales, se definió con ese score exiguo. Más allá del error arbitral, sirvió para dejar en los registros de la Copa América a Tressor Moreno, aquel delantero veloz y potente que Édgard Ospina descubrió para el fútbol cuando lo trajo al Perú desde un torneo barrial de menores en Chocó, su pueblo natal, para hacerlo brillar con camiseta aliancista. Desde el Perú, proyectó su carrera hacia ligas importantes: además de Colombia, jugó en Francia, Brasil, Chile, Estados Unidos y México, donde ha vuelto -hoy reconvertido en mediocampista- para militar en el Atlético Celaya. Con la selección cafetera, marcó 7 goles en 30 partidos, dos de ellos en una Copa América que lo recibió como un hijo (adoptivo) pródigo.
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Otro gol de Copa América al minuto 22: Javier Ambrois (Uruguay) a Perú en 1957
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