Minuto 19: El mulato del diecinueve
RÍO DE JANEIRO, 11 DE MAYO DE 1919. Jornada de fiesta para todo el Brasil futbolístico. Sobre el terreno del tradicional campo Das Laranjeiras, propiedad del Fluminense, este club inaugura su nuevo estadio da Rúa Álvaro Chaves con una gala inmejorable: la inauguración del III Sudamericano. La selección brasileña, con 20 mil personas en tribunas que han desbordado la capacidad del flamante recinto, recibe a Chile para iniciar su camino hacia conseguir el primer título oficial de su historia. Ya una hora y 45 minutos antes del match, fijado para las 15:45, es imposible casi desplazarse de un lado a otro en el estadio, debido a lo atiborrado que está. Las esperanzas son muchas y cifradas en una figura excluyente: Arthur Friedenreich, estrella del Paulistano.
Más allá de que Chile insinúa con un remate de Domínguez que pasa cerca en una de las jugadas iniciales, desde el saque queda claro quién ha salido decidido a ganar. El golero visitante Manuel Guerrero se hace figura, pero a los 19 minutos su resistencia no puede más. Un ataque de Haroldo culmina en un remate que fuerza a Guerrero a despejar el balón al medio; Haroldo, bien parado, vuelve a tomar contacto con el esférico de cabeza, pero no para impulsarlo al arco sino para darle una asistencia a Friedenreich, quien está libre al medio del área. El 'Mulato de Ojos Verdes', como es también conocido el 'Tigre', la conecta también de cabeza. De más está decir que esos dos cabezazos en el área equivalen al 1-0.
Más adelante, Neco y nuevamente Friedenreich cerraron el primer tiempo con un 3-0 contundente. Y en el complemento, nuevamente ambos jugadores se hicieron presentes en el tanteador, además de Haroldo, para completar un 6-0 espectacular. Acicate perfecto para que Brasil diera pie a una campaña que, luego de ganarle a Argentina y empatarle a Uruguay, lo condiujo a un partido extra ante los celestes que derivó en el primer título oficial de la historia del 'Scratch', que por entonces jugaba de blanco; y el anfitrión lo ganó con un mítico gol en tiempo extra del suplementario. ¿Adivina quién lo marcó? Fue uno de los 10 goles que Arthur Friedenreich hizo con su selección en los 23 partidos que disputó entre 1914 y 1925, que bastaron para reservarle un sitial entre las leyendas del país mais veces campeão do mundo.
Foto: Conmebol
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