La roja intensa

Dos rosarinos frente a frente. Dos leprosos, de la escuela del fútbol agresivo para atacar y recuperar. Gerardo Martino y Jorge Sampaoli se encontraron en una final con su ADN futbolístico, pero con un vencedor notable, por su regularidad, en el juego: la roja de Sampaoli.
Frente a frente
- Chile: La distribución de casi toda la Copa América con un 4-1-2-3 como guía; dos laterales ubicados con profundidad, Díaz como cabeza de área, y Vidal y Aránguiz para saltar líneas.
- Argentina: Empezó el partido con un 4-3-2-1 como eje; con Mascherano como ancla, Di María de medio izquierdo y Biglia de medio derecho. Detrás de Agüero quedaron Messi y Pastore en libertad.
Presión de Chile
- Chile: Vargas, Valdivia y Alexis obstruyen las líneas de pase a los medios argentinos. Beausejaour e Isla, a su vez, toman la salida por las bandas de los laterales. Vidal manda una primera presión detrás de la línea de ataque y Aránguiz lo cubre.
- Argentina: Trata de estirar el campo para atacar en conexiones profundas las bandas de Chile. El trío conformado por Zabaleta, Biglia y Messi fue el que llevó más peso del ataque por sus mejores decisiones.
Presión de Argentina
- Argentina: Pastore, Agüero y Messi hacen una presión más zonal sobre las posibles proyecciones entrelíneas de - Chile. Además, Di María y Biglia toman las referencias de Aránguiz y Vidal. Zabaleta y Rojo, por su parte, se enfrascan con Isla y Beausejour.
- Chile: Mantiene la amplitud de sus centrales y profundidad de sus laterales para evitar ahogar la salida y darle verticalidad a su ataque.
Guardia baja de Chile
- Argentina: Ejecuta buenos movimientos en ataque, pero toma malas decisiones en la posesión. Pastore llama la marca de Vidal y Aránguiz; Lavezzi y Messi fijan a los laterales, Isla y Beausejour; Agüero busca la espalda de la zaga central; Zabaleta está presto para el 2 vs. 1 por la banda. Sin embargo, la acción no termina con riesgo directo a favor de Argentina.
- Chile: Dos líneas muy juntas que ocupan todo el ancho del campo. Esperan en bloque muy corto para evitar el juego interior de Argentina.
Guardia baja de Argentina
- Argentina: Defensa más desesperada ante la dinámica de Chile en ataque. Seis jugadores en su propia área y dos al borde para neutralizar a dos organizadores y dos delanteros.
- Chile: Constantes movimientos, incluso en el suplementario, de Beausejour e Isla para generar desmarques y distracciones que profundicen o sostengan la posesión en Vidal, Aránguiz y Matías Fernández. Ahorra energía con la posesión.
Diagnóstico del Chile - Argentina
Dos propuestas que comparten intenciones, pero diferentes en su ejecución. La selección chilena puso todo el peso de su colectivo a su favor no solo para imponerse a Argentina, sino para sostenerse mejor durante 120. Con líneas a menor distancia y posesiones más inteligentes que emocionales, Chile ahorró y terminó final un partido que tuvo a su merecido ganador en una instancia ajena: los penales.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
