Paraguay - Ecuador: Rapidísimo aburrimiento
La frecuencia: América Televisión
Toño Vargas fue el encargado de la narración y Gonzalo Núñez fue quien estuvo a cargo de los comentarios. El narrador parece haber tomado un segundo aire en su oficio y ha dejado atrás una etapa reciente en la que su trabajo se había vuelto algo plano. Ahora le imprime cierta alegría, dinamismo y un mayor conocimiento del juego que antes no tenía. Por su parte, Núñez que suele preocuparse más por hacer chistes sin mucha gracia -en la opinión de este redactor- demostró haberse preocupado antes del encuentro, preparó alguna información sobre los jugadores e historia de la Copa y permitió que se dé una transmisión de mayor valor que lo usual.
La pizarra: Diferentes pero iguales
Martino hizo que Paraguay juegue con un 4-línea-2; Rueda, que Ecuador se pare 4-3-2-1. Las diferencias en los sistemas e intenciones no se vieron en el campo. Los dos equipos priorizaron el intentar imponerse sobre la base de una superioridad física (que ninguno tenía sobre el otro) y la velocidad de sus juego. Dos arqueros y otros 20 “Forrest Gump” a los que mandaron a correr. Cualquier sistema es igual si se tiene solo atletas en el equipo, también se necesita alguno que presente algo distinto. Siempre sorprende un cuadro rápido; dos lo hacen más, pero también es fijo el sopor ante la falta de creatividad.
Los cambiazos: Seis por media docena
Entraron bien Arroyo y Haedo en Ecuador y Paraguay respectivamente, pero los sistemas no variaron. Por eso, dentro de unos inflexibles esquemas, las buenas intenciones de estos dos elementos se perdieron en medio de la cuadratura reinante. Zeballos y Quiroz entraron tarde. A Vera ni se le notó, salvo cuando Erazo casi le parte el pecho de un planchazo. Bajitos los dos equipos.
El capo: Marcelo Elizaga
De vez en cuando, Paraguay se acercaba al arco de Ecuador. Tuvo unas tres o cuatro llegadas de peligro y en cada una de ellas, el portero ecuatoriano respondió con solvencia y sobriedad. Barreto, Santa Cruz, Ortigosa y Zeballos vieron frustrados sus intentos ante el buen trabajo del portero ecuatoriano.
El extraviado: Antonio Valencia
Totalmente extraviado. Si usted pone el video del partido, no lo encuentra. El volante del Manchester United mandó un avatar de sí mismo a Santa Fe porque no se puede creer que pueda jugar tan poco y mal.
Jailaits
La promesa guaraní: Los primeros minutos parecía que los paraguayos harían valer su favoritismo pues fue cuando exigieron al Capo del partido. Hasta tres veces en menos de minutos, pero luego se olvidaron de mantener el ritmo y Elizaga descansó hasta la complementaria.
Benítez pa’ fallarla: Christian Benítez se animó a correr con la pelota pegada al pie y le funcionó. Uno, dos, tres paraguayos en fila quedaron detrás de él como postes. El cuarto sí regresó: cuando se limpió de la resistencia de Villar, Da Silva apareció para sacarle lo que difícilmente no sería elegido el gol del torneo.
Dos más y nos vamos: En 45’, los finales, solo hubieron dos jugadas para rescatar: una de Ecuador, que Caicedo cabeceó por encima del larguero; y una de Paraguay, en la que Lucas Barrios hábil y rápido asistió a Estigarribia y remató desviado. Muy poco para un partido que prometía más. Mucho más. Tienen que mejorar bastante para que se justifique la masiva presencia de público que fue a alentarlos.
Fotos: Reuters