Brasil - Paraguay: Bibe, con B de Brasil
La frecuencia: América Televisión
La transmisión comenzó a 10 minutos de inicio del encuentro con la previa de este. Peter Arévalo y Erick Osores fueron los encargados de comentar y narrar el encuentro. El análisis de Osores fue positivo en varios momentos, pero exageró al llamar a Nelson Haedo como el papá de Brasil. Arévalo no cae en lugares comunes para narrar ni tampoco usa frases tediosas; aún así, podría agregarlo más dinamismo a su relato para meter a la gente en el partido. Otro tema a corregir es la facilidad con la que suelta apodos que no quedaran en la memoria del espectador.
La pizarra: Rotación ineficiente
Se puede decir que Brasil salió con un 4-2-3-1 para ubicar al público dentro de la propuesta de Mano Menezes. Sin embargo, la canarinha se movió más allá de una táctica fija y sus jugadores rotaron constantemente. Con Ganso moviéndose de derecha a izqueirda, Jadson no se encontró ni en la zona diestra ni al medio, Neymar se acercó a Pato -único punta, lo único claro- desde la izquierda. Por momentos, el jugador del Santos, pretendido por el Madrid y varios más, se ubicó como un segundo punta dejando en la colaboración a Ganso y Jadson. En otras ocasiones, eran tres los delanteros: Neymar-Pato-Jadson. En fin, un sinfín de rotaciones que no sirvieron para romper el cerco paraguayo que la tuvo más clara con el 4-línea-2. Incansables Marcelo Estigarribia y Enrique Vera por las bandas para evitar la subidad de los laterales y salir con pelota limpia. Nelson Ortigoza estuvo bien en la distribución y recuperación y permitió el despliegue de Cristian Riveros. Al fondo, la zaga paraguaya fue la cara positiva respecto a la retaguardia brasileña. Lucas Barrios y Roque Santa Cruz complicaron a el fondo del cuadro de Mano Menezes con un 1-1 que impidió que los apunten.
Los cambiazos: Banca con intereses
Del banco llegaron la mitad de los goles. Nelson Haedo ingresó por Lucas Barrios apenas acaecido el tanto de Santa Cruz y aportó más movilidad al ataque guaraní. Además, se dio maña para conseguir el segundo gol con estilo de nueve: de rebote. Paraguay no cambió su dibujo con los ingresos de Víctor Cáceres y Osvaldo Martínez. Los dos entraron para sostener la ventaja que se les fue. En Brasil, ingresó Elano para dejar a Ganso en única función de 10 y ordenar el equipo desde la derecha. No pudo crear sociedades desde ahí y Brasil perdió -aún más- con su ingreso. Al final, Fred ingresó a menos de 10 y en la única que tuvo, la mandó a guardar.
El capo: Marcelo Estigarribia
Debe ser, individualmente, la revelación de esta Copa América. Es una centella por la banda izquierda y, además, tiene criterio. Supo manejar a un lateral tan complicado como Dani Alves y perdió poquísimos duelos. Quizá con una mayor tendencia a las diagonales, se podría hablar de un futbolista completo. Se apagó en un momento, pero luego reapareció para empujar a su equipo a la vuelta del encuentro.
El extraviado: Daniel Alves
No es el Extraviado simplemente porque el jugador con el que sostuvo el duelo haya sido el mejor jugador del encuentro. El lateral del Barcelona se ganó el rótulo solito. No solo fue incapaz de resguardar su zona, sino que tampoco fue descongestionamiento por la derecha. Timorato en ataque y desubicado en defensa, remató su faena al perder -¡en su área!- la pelota que significó el segundo gol de su rival.
Jailaits
Jogo feito: Brasil estaba jugando mal. Había emparejado el encuentro, pero le faltaba profundidad y cambio de ritmo en los últimos metros. Neymar anduvo perdido y las conexiones no existieron. Por ello, el gol llegó en el anti-estilo brasileño: Ramires peleó dos veces un balón para ceder a Ganso que trasladó con rapidez para Jadso, este la cruzó de fuera del área y a los 39 puso el 1-0.
Efectividad guaraní: Paraguay debía enfrentarse un Brasil con posesión y en ventaja, situación complicada. Aún así, los guaraníes no perdieron la paciencia y en dos contras, pegaron bien. Primero una gran trepada de Estigarribia para ceder un balón que esquivo de los pies de Thiago Silva y terminó en el gol de Santa Cruz 55. Luego, Riveros le robó un balón a Dani Alves para dársela a Roque y que este habilitara a Haedo para su gol en 67.
Lo positivo de llamarse Brasil: La canarinha de los últimos minutos recordó al equipo resignado de Dunga en cuartos del Mundial ante Holanda. Sin embargo, esta vez aparecieron la individualidades para empatar el encuentro y devolver la calma. Ganso, inteligente, cedió a Fred que se encontraba de espaldas y con un jugador encima. El ariete brasileño volteó para colocarla a un costado y dejar a Villar como una estatua
Foto: Reuters
Leer más...
