Argentina - Colombia: Lío de elefantes
La frecuencia: América TV
Con la narración de ‘Toño’ Vargas y los comentarios de Gonzalo Núñez, la ‘televisión deportiva de la patria’ (Vargas dixit) trajo el encuentro entre argentinos y colombianos con algunas fallas de origen en el inicio que fueron corregidas a tiempo. Tal como se dijo en el partido entre Uruguay vs. Perú, nuevamente la dupla se concentró en jugadas puntuales y no en dar una visión más amplia de lo que sucedía en el partido. Aun así, fue una amena transmisión. Esta vez, ‘Toño’ Vargas no soltó frases a diestra y siniestra, y tampoco dio sus oportunos comentarios informativos sobre la ciudad y el estadio donde se juega.
La pizarra: Tiempos ajenos
El partido empezó muy trabado y con bastante roce en el medio sector; como se suponía, al poner ambos a muchos hombres en el medio. Javier Zanetti jugaba casi en la misma línea que Cambiasso, Mascherano y Banega. Lo mismo ocurría cuando el balón iba por el sector de Pablo Zabaleta. Además, tanto Carlos Tevez como Ezequiel Lavezzi retrocedían varios metros, lo que ocasionaba que el esférico no pase limpio al ataque, y también que Argentina no tuviera presencia en el área. Todo lo descrito, pues, le favoreció a Colombia, que tuvo una volante mejor estructurada que la albiceleste y supo relevarse correctamente. Por los lados, Adrián Ramos hizo un trabajo más destacado en lo táctico que en lo técnico, y Moreno no terminó de convencer: iniciaba con fantasía y -en varias ocasiones- finalizaba con terror. Finalmente, Fredy Guarín fue el eje colombiano. Cuando la presión en el medio cesó en la segunda mitad, Colombia replegó sus líneas y simplificó en defensa ante un local desesperado, que dejaba a la intemperie a su defensa.
Los cambiazos: Yo, Kun
En Argentina, el cambio de Gago le entregó más nervios -quitó al más limpio en salida: Cambiasso-; además, Sergio Agüero con 39’ demostró más movilidad que cualquiera de los tres delanteros que ha puesto Batista en la Copa América. Para terminar, Gonzalo Higuaín no recibió una en el área, pero supo jugar -y hacer jugar- de espaldas.
El capo: Freddy Guarín
Guarín demostró una jerarquía -que no se lleva en el nombre- superior a la de los que pisaron el campo del Estanislao López. Cuando Colombia empezaba a rayar en lo exagerado, dándole la posesión a Argentina, Guarín se cargó el equipo y el partido al hombro, y le entregó no solo los mejores minutos en ataque a su selección, sino también las mayores emociones al partido.
El extraviado: Fernando Gago
Entró y su primer aporte en ataque fue un centro, detalle totalmente inconexo a las acciones, ya que Argentina sabía que por arriba no estaba el negocio. Gago equivocó los caminos en algunos pasajes del partido, y no entró a darle la pausa y la mirada diferente que necesitan los de Batista. No cometió algún error clave, pero falló por omisión.
Jailaits
Lo peor de lo peor: A los 26’, un pase -errado- de Gabriel Milito a Adrián Ramos, dejó solo al colombiano ante Sergio Romero. El ‘20’ se quitó de encima al meta argentino y Nicolás Burdisso lo derrumbó: penal claro y merecedor de la tarjeta roja -no la sacó el árbitro-. Empero, llegó Dayro Moreno y Salvio Fagundes dejó jugar correctamente, porque el fin de la ley de la ventaja es, valga la redundancia, dar la ventaja al infraccionado: Colombia. Entonces, pregúntese estimado lector: ¿Una oportunidad de remate, con balón en movimiento, en el área y con el arco completamente vacío? ¿O un penal? Para Fagundes lo primero, y quien escribe le da la derecha al árbitro. Volviendo a la jugada, Moreno desaprovechó la oportunidad de oro presentada tirando el balón afuera. De Ripley.
Se le pasó el tren: El error de Dayro Moreno en definición trajo como consecuencia un bajón anímico de Colombia y que el alma de los argentinos vuelva a sus cuerpos. Con esta “motivación”, los dirigidos por Batista se fueron con todo al ataque. A los 34’ encontraron su mejor opción tras un pase en cortada de Messi que Lavezzi desaprovechó solo ante Luis Martínez.
Al mejor cazador: Radamel Falcao García no había tenido una opción clara en la que pudiera mostrar sus credenciales de goleador. La mayoría se las había buscado y su aporte no fue finalizando, sino contribuyendo al buen juego colombiano. Recién a los 67’, un pase en profundidad de Fredy Guarín dejó solo al artillero cafetero, pero no pudo colocar lo suficiente su remate y Sergio Romero tapó sin problemas.
Fotos: Reuters
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