Foto: ReutersPonerle paños fríos a las emociones en torno de la actuación peruana en la Copa América permite rescatar un balance inequívocamente positivo del paso de la blanquirroja por canchas argentinas.

 

LO QUE MÁS SATISFACE. Que el fútbol peruano haya recuperado respeto internacional. Que luego de las Eliminatorias malditas del último lugar, se haya lavado la cara y en Sudamérica, ese equipo al que "nadie lo tenía", como se ha repetido hasta el hartazgo acá en Argentina, haya llegado a semifinales. Que en el imaginario colectivo continental Perú no esté más en la misma raya que Bolivia. Todo eso satisface.

LO QUE MÁS SIRVE. Que haya aparecido un grupo de jugadores que ha ensanchado la base de convocables para las Eliminatorias. Que hablar de Chiroque desbordando a Lugano no sea más un chiste cruel de esos que se sueltan en Occidente cuando los partidos del Aurich son aburridos, sino una realidad útil para efectos de clasificación. Que Revoredo y Corzo no sean más alternativas en una baraja con Amilton Prado, sino los laterales principales excepto para los mentecatos que no aceptan que dos jugadores blancos y con educación medianamente cara se maten por la selección. Que Advíncula no sea más el atolondrado volante de primera línea que tantas críticas le valió a 'Tito' Chumpitaz en el Sub-20 de 2009, sino un eficiente todoterreno que puede ir a primera línea como contra Colombia y hacerlo tan bien como cuando corre por la raya y despierta inquietudes de periodistas internacionales sobre el valor de su pase. Que sigan firmas, todo eso sirve.

LO QUE MÁS PREOCUPA. Que se pueda confundir el inicio ordenado de un proceso con los arrebatos mesiánicos de nuestra sociedad futbolera y se pretenda ensalzar a Markarián como un salvador más que como el metódico obrero que es. Que haya periodistas e hinchas que estén dispuestos a aplaudir a Vargas incluso cuando comete estupideces como la del martes; nadie va a matarlo por ello, pero hay que jalarle las orejas y recordarle que un capitán de selección no está para matonerías de esquineta cuando más se lo necesita, que un capitán de selección jamás puede darse el lujo de dejar el barco cuando se está hundiendo. Que todavía haya quienes busquen en los árbitros o en algún jugador que haya podido faltar (¿Guevara?) la respuesta para una derrota que simplemente obedece al ABC del fútbol: el rival hizo un partidazo y fue superior, punto. Que haya quienes no extrapolen el desastroso antiejemplo de Argentina y no se den cuenta de que las crisis futboleras comienzan cuando se buscan todos los problemas en casa y no se parte de reconocer que los demás también juegan y también pueden ser mejores que uno. Todo eso preocupa.

LO QUE MÁS INTRIGA. Que este equipo no haya tenido muchas ocasiones de jugar con el marcador en contra antes de las Eliminatorias. Que haya un paralelo tan directo entre jugadores que dan un partido por, más que perdido, abatido luego de un 2-0 en contra con una afición que deja de twittear frenéticamente y pasa al mutis virtual luego de un 2-0 en contra. Que haya que esperar la reincorporación de los lesionados en un país en el que hay imbéciles que seguramente van a comenzar a lanzar en los diarios preguntas candeleras tales como si Farfán debe "quitarle la oportunidad a los que se mataron en la Copa América". Que haya en el medio quienes discuten al Paraguay finalista porque no gana cuando no se dan cuenta de que si seguimos por la línea guaraní, esa de que ante todo no nos hagan goles, en unas Eliminatorias como la de Sudamérica lo más probable es que acabemos llegando al Mundial, todo eso intriga.

LO QUE MÁS RELAJA. Que el técnico sea un tipo maduro que conoce las parafernalias y notas folclóricas del medio y, por tanto, no esté en capacidad de sucumbir a los endiosamientos. Que el equipo juegue igual, a la misma idea táctica -que no es lo mismo que sistema, que por definición, salvo en el mundo de Maturana, ha de ser adaptaticio-, con o sin lesionados, con o sin teóricos titulares. Que el tercer o el cuarto puestos den lo mismo y que, a la vez, se espere un partido sabiendo que va a haber un equipo que se matará por lograr un objetivo, certeza que no se había podido tener por varios años. Eso no solo tranquiliza: sobre todo, relaja.

Foto: Reuters

Comentarios ( 4)add
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escrito por poncho , July 22, 2011
Buen análisis,sin embargo,en mi humilde opinion creo que le faltó a Perú mas peso ofensivo;Paolo estuvo impecable,pero ni Ruidiaz,ni mucho menos Carrillo fueron contundentes arriba.Creo que Hernan Rengifo y Johan Fano se merecian una oportunidad,ya que son delanteros netos de área y tanto en sus clubes como en la Selección siempre cumplieron.Rengifo es un delantero de jerarquia que fué goleador en Polonia y ahora en Chipre y Fano fué goleador en Colombia y Mexico y se entrega al 100% con la Blanquirroja...ojalá que Don Sergio los tenga en cuenta para las Eliminatorias...ARRIBA PERÚ...Saludos amigos dechalaca.com de parte de un grupo de Peruanos desde Madrid,sigan asi.
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escrito por Willy , July 22, 2011
200% de acuerdo, sobretodo con el "Que haya que esperar la reincorporación de los lesionados en un país en el que hay imbéciles que seguramente van a comenzar a lanzar en los diarios preguntas candeleras tales como si Farfán debe "quitarle la oportunidad a los que se mataron en la Copa América"." perfecto, no lo podria haber expresado mejor.
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escrito por Jorge , July 22, 2011
Totalmente de acuerdo con el artículo. Ya empezaron algunos a decir q Markarian se regalo a los uruguayos por su nacionalidad (y antes esos mismos estaban diciendo q no necesitabamos a farfan), entre otras sonseras. Por cierto, Fano no podia jugar la copa por suspension.
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escrito por ricardo montoya , July 23, 2011
Discrepo con Willy.... el análisis es excelente pero al añadir la lisura se incurre en el mismo apasionamiento que se critica.

Más allá de eso su página es excelente. Realmente de primera.
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