Minuto 84: Rubicunda huella
La mayor goleada de Ecuador en sus participaciones en Copa América se produjo en el marco de la apertura de su propio certamen: el de 1993. La víctima fue Venezuela y el verdugo final, un histórico: Álex Aguinaga.
Hacia 1993, Venezuela aún era el equipo débil de Sudamérica al que todos podían y querían ganarle. Por eso, cuando se iniciaba una Copa América, lo típico era que el anfitrión fuera sembrado en el debut ante la que era la cenicienta, en procura de despertar ilusión e interés en el torneo de parte de la afición local.
Para Ecuador, en cambio, la Copa América que organizaba aquel año era la oportunidad de consolidar un proceso de despegue que había sido visible desde que, un lustro antes, el montenegrino Dusan Draskovic se hubiera puesto al frente de su selección. Con un trabajo de elección fino de los mejores jugadores por biotipo en las provincias más recónditas del país, el estilo del DT europeo caló en un fútbol que, al igual que Venezuela, había sido hasta entonces uno "mantequilla" en la región y que, por cierto, representaba en esa época -también junto a los vinotinto- uno de los dos seleccionados sudamericanos que jamás había ido a un Mundial. Pero siempre hay momentos en que las cosas comienzan a cambiar, y protagonistas para ello.
Minuto 84
El 15 de junio de 1993, en el estadio Olímpico Atahualpa, se inauguró, pues, la Copa América ecuatoriana con el choque entre los locales y Venezuela. En las tribunas, las pifias al discurso de bienvenida proferiddo por el presidente Sixto Durán Ballén fueron sonoras. Pero en la cancha, la superioridad tricolor fue aplastante: el desaparecido Carlos Muñoz y Raúl Noriega pusieron arriba a Ecuador en el primer tiempo, y luego Eduardo 'El Tanque' Hurtado en dos ocasiones y Ángel 'Cuchillo' Fernández pusieron el vale. El descuento de José Luis Dolguetta, el '9' venezolano, fue tan tibio que nada haría presagiar que dicho delantero sería luego el goleador de aquella Copa.
Sin embargo, el faenón ecuatoriano no se completaría sino hasta los 84'. 'Cuchillo' Fernández desbordó por la banda derecha como sabía hacerlo, sin mayor marca ante lo extenuados que estaban ya los venezolanos. Giró hacia la izquierda y buscó el pase de la muerte: encontró al medio, casi en el borde del área, a Álex Aguinaga ingresando sin que ningún zaguero pudiera alcanzarlo. El rubicundo '10' midió el balón, vio salir al portero Rafael Dudamel y, por el costado izquierdo de este, la mandó a guardar y selló el 6-1.
Fue el justo cierre para la que es, por largo, la mayor goleada ecuatoriana en su historial en la Copa América. Pero fue también uno de los cuatro goles anotados en el torneo por Aguinaga, acaso el ídolo contemporáneo más grande del fútbol del país norteño y solo comparable con la idolatría despertada por Alberto Spencer o 'Polo' Carrera, por citar otros históricos. El 'Güero' jugó la friolera de ocho Copas América, entre Chile 1991 y Perú 2004, pero en ninguna quizá brilló tanto como en la disputada en su país, cuando el equipo de Draskovic llegó a las semifinales, en las que sucumbió ante México -el país donde Aguinaga hizo el grueso de su carrera-. Por eso, aquella cereza final del 6-1 sobre Venezuela entremezcló historia pura.
Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com
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