Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.comHace 69 años, Perú se encontraba en conflicto con Ecuador. Y si el 29 de enero de 1942 se firmó la paz con el Protocolo de Río, un día antes, Luis 'Caricho' Guzmán, uno de los 'Tres Gatitos' de Muncipal, le dio la victoria a la blanquirroja sobre los norteños.

 

En las ricas memorias ediles, es difícil no reconocer a Luis ‘Caricho’ Guzmán, uno de los 'Tres Gatitos' y figura estelar en los años cuarenta del Deportivo Municipal. Los otros dos eran Roberto ‘Tito’ Drago y Máximo ‘Vides’ Mosquera, este último, también chinchano como ‘Caricho’. Los denominó así un periodista de la época, Óscar Artacho, por la baja estatura y movilidad de sus integrantes. El protagonista de esta historia puede ser el menos mediático de los tres, ya que 'Vides' sigue ligado a través de la señal radial, y 'Tito' dejó la tradición Drago, con su hijo y su nieto.

Guzmán fue miembro de aquel equipo que disputara la primera Copa de Campeones de América (anterior a la Libertadores) en 1948. El memorable delantero tuvo una dilatada carrera que empezó en las canteras de Alianza Lima, donde destacaba notoriamente: se le rumoreaba como el sucesor de Alejandro Villanueva, quien ya rondaba el retiro. Por un mejor contrato pasó a Deportivo Muncipal, aunque volvió por 1951 al cuadro blanquiazul en un sonado pase. También jugó en Argentina, Chile, Venezuela, Colombia y Ecuador.  En la Universidad de Chile fue gran figura, y en el Independiente Medellín también, donde estuvo con Segundo ‘Titina’ Castillo y su compañero felino, ‘Tito’ Drago. De juego pícaro, y buen olfato goleador, ostenta entre sus logros el primer campeonato del equipo de la ‘Franja’, en 1938, junto a Víctor ‘Pichín’ Bielich en la delantera edil. 

Hablar de ‘Caricho’ también es hablar de la selección peruana, y es aquí donde centramos nuestra historia, en el primer gol del formidable del delantero con la blanquirroja en una Copa América. Después marcó tres más en 1947, pero eso será en otra ocasión. Remontémonos hasta hace 69 años, el miércoles 29 de enero de 1942. Ese día se disputaba la décimo séptima Copa América, la cuarta en Uruguay, y la séptima en la que participaba la selección peruana, dirigida aquel entonces por el argentino Ángel Fernández Roca. Roca es el único gaucho que ha pasado por el comando nacional, -que volvería en 1953-, y que en la temporada 38/39 pasara por la selección de su país. 

Minuto 78

El rival era, por esa época, uno de los peores equipos del continente: Ecuador. Con menos de cuatros años de actividad -debutó en agosto de 1938 contra Bolivia-, nunca había ganado un partido en Copa América  que por ese entonces se denominaba Campeonato Sudamericano. Aquella vez, por ende, era su tercera participación. Perú ya le había enfrentado en las dos ediciones anteriores, ganándole 5-2 en 1939 y 4-0 en 1941. Los norteños desarrollaban una campaña para el eterno olvido. Uruguay los goleó 7-0 en su primer partido, Argentina le metió una docena convirtiéndose en la mayor derrota de su historia y de la Copa América, y el 3-1 que le propinó Paraguay parecía conservador. En aquel equipo se hacía notar Jose María Jiménez, quien marcó el descuento contra los guaraníes, y quien también se hizo presente frente a la escuadra peruana. En tanto, el que pagaba los platos rotos era el arquero, Ángel Napoleón Medina Fabre (fallecido en 2006). Ecuador recién consiguió su primer punto en este torneo en 1945, cuando empató sin goles ante Bolivia, y su primera victoria en 1949, cuando derrotó a Colombia. 

La rivalidad peruana-ecuatoriana no solo existía en el fútbol, sino que iba mucho más allá. Ambas selecciones participaron en la justa uruguaya pese a encontrarse en conflicto. La Guerra del 41’ provocó numerosas batallas debido a la invasión peruana a territorio norteño en búsqueda de respetar un límite, pactado con anterioridad, por la zona actual de Amazonas, exactamente, en la llamada ‘Cordillera del Cóndor’. Lo cierto es que, batallas van, batallas vienen, Ecuador aceptó su derrota y, un día después de aquel partido, donde también fue derrotado, firmó el Protocolo de Rio de Janeiro.

El cotejo disputado en el estadio Centenario de Montevideo, con una afluencia de 40 mil espectadores, terminó 2-1. Si en guerra había fallecido el glorioso José Abelardo Quiñones, figura de los actuales billetes de diez soles, Leopoldo Quiñónez, también de Municipal, marcó su único gol con la selección peruana en sus trece participaciones: fue el de la apertura en el tanteador. Luego, José María Jiménez igualaría el score, hasta que llegó el minuto 78: Luis ‘Caricho’ Guzmán decretó el 2-1 definitivo y le otorgó el único triunfo a la blanquirroja en aquel Sudamericano. Perú venía de empatar 1-1 con Paraguay, perder con Brasil por 2-1 y con Argentina por 3-1 y, después del enfrentamiento ante los norteños, sucumbió por 3-0 contra el anfitrión Uruguay. Finalmente, empató a cero frente a Chile, resultado que lo dejaría quinto en aquel torneo que consagró al seleccionado charrúa. 

Obviamente, la Copa América -o Sudamericano- no tenía la fórmula mediática que actualmente posee. Se tomaba más importancia al campeonato local. Aquel año, Sport Boys logró su tercer título al derrotar en la final a Centro Iqueño y se irradiaba modernidad con la creación un año antes de la Asociación Nacional de Fútbol, que estrechaba el vínculo club-jugador. Luis 'Caricho' Guzmán, por su parte, siguió haciendo de las suyas con sus socios ediles; los afamados 'Tres Gatitos' siguieron rompiéndola.

Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com

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