Minuto 58: Más unidos que nunca

Entre las selecciones participantes de la Copa América de 1995, en Uruguay, había una en especial que afrontaba el certamen con sed de revancha: Estados Unidos. Los estadounidenses, en su segunda participación en el certamen, tenían la oportunidad para reivindicar su imagen y su fútbol, debido a que en la Copa América de 1993, en Ecuador, habían quedado en última posición. Los dirigidos por Steve Sampson, arribaron a Paysandú, sede de su grupo, con la base del plantel que había disputado el Mundial en su propio país el año anterior: Alexi Lalas y Tab Ramos, como estandartes, junto a un caudillo goleador que, a diferencia de los dos primeros, no había estado en la Copa de Ecuador: Eric Wynalda, perteneciente por entonces al Bochum de Alemania. En el arco, en tanto, había renovación: Tony Meola había dejado la titularidad a Brad Friedel.
El debut estadounidense fue con victoria 2-1 ante Chile, con doblete madrugador de Wynalda. No obstante, luego del sorpresivo triunfo -que fue calificado por los medios como la mayor sorpresa de la primera jornada-, el equipo de Sampson sucumbiría ante Bolivia, que había llegado al partido con la desazón de caer ajustadamente en su debut ante Argentina. Un solitario tanto de Etcheverry bastaría para sentenciar al partido y poner al rojo vivo al Grupo C, dado que en la última jornada, además de una Argentina ya clasificada, los demás equipos de la serie llegaban con posibilidades de pasar a la siguiente ronda.
Minuto 58
En la última jornada del Grupo C, pues, Estados Unidos se jugaba el pase a cuartos de final ante Argentina. Justamente, esta condición del seleccionado albiceleste ocasionó que su técnico, Daniel Pasarella, decidiera dar descanso a nueve de los habituales titulares: Rolando Cristante, Javier Zanetti, Fernando Cáceres, José Chamot, Juan José Borrelli, Leonardo Astrada, Diego Simeone, Ariel Ortega y Abel Balbo. En sus lugares ingresaron Carlos Bossio, Ricardo Altamirano, Néstor Fabbri, Gabriel Schurrer, Marcelo Escudero, Hugo 'Perico' Pérez, Marcelo Espina, Marcelo Gallardo y Alberto Acosta. Así, para el cotejo que cerraba la serie, Argentina solo contó con Gabriel Batistuta y Roberto Ayala como referentes de la oncena titular. La apuesta del técnico argentino no resultaba descabellada dado que su rival no revestía, a priori, un especial riesgo.
Sin embargo, como en la vida, el fútbol ofrece situaciones impredecibles, incluso ilógicas. El 14 de julio, en el estadio Parque Artigas, Estados Unidos lograría una histórica victoria ante Argentina por 3-0. Aquel día, los norteamericanos apabullaron a una selección albiceleste que mereció perder por más de tres goles de diferencia debido a la apatía que mostraron sus jugadores. Desde los primeros minutos de juego, se pudo apreciar que los invitados del certamen, mostrando sangre en la cara, no se amilanaron ante la "superioridad" técnica de su rival, sino que salieron con todo al ataque. Fruto de ello, a los 20', tras una pelotera en el área argentina, Frank Klopas, con un remate rasante, vencería la resistencia de Bossio para decretar el 1-0 y sorprender a los 8 mil aficionados que habían acudido al estadio. No obstante, no contentos con la mínima ventaja, los dirigidos por Sampson continuaron con sus arremetidas y lograron ampliar su ventaja en el marcador gracias a Lalas, quien aprovechando un centro de Jones puso el segundo a favor de Estados Unidos. Así se fueron al descanso.
Se esperaba una reacción albiceleste para el complemento, pero jamás llegó. Por el contrario, el partido se selló a los 58 minutos. Atacaba Argentina y Lalas, barriéndose, le quitó el balón a Batistuta. Tab Ramos, como solía hacerlo, aquietó la pelota y, antes de cruzar la medular, lanzó un pelotazo largo cruzado. Recibió Wynalda, proyectado por izquierda, y tras eludir a Borrelli lanzó un pase en cortada a Joe-Max Moore en búsqueda de generar una pared. Parecía que el 'Ratón' Ayala cerraba la jugada, pero Moore, con valentía y decisión, se barrió para forzar el error del zaguero gaucho y el cruce a destiempo del portero Bossio. Llegó por el medio, entonces, Wynalda, quien solo tuvo que barrerse para tocar el balón al fondo y lanzarse a festejar con las rodillas en el suelo y los puños en alto, abrazado por Cobi Jones y sus infaltables dreads.
Con ese resultado, Argentina perdió de manera increíble el primer puesto frente a los estadounidenses y en cuartos de final tuvo que jugar con Brasil, que lo eliminó. Los estadounidenses, en cambio, se deshicieron de México vía penales y, tras sucumbir también ante Brasil en semifinales y luego ante Colombia, acabaron en cuarto lugar. Pero nadie les quitará el sabor inmortal de aquel 3-0 de Parque Artigas, incluido por Sports Ilustrated como uno de los 11 triunfos más memorables de la historia de la selección de las barras y las estrellas. Con el plus de haber sido sellada por Wynalda, acaso uno de los principales responsables de la difusión del soccer en aquellos años noventa y hoy convertido, como sus compañeros de camada Lalas y Marcelo Balboa, en comentarista televisivo vía Fox Soccer Channel, luego de haber anotado 34 goles en 107 partidos para su equipo nacional.
Composición fotográfica: Kenny Romero / DeChalaca.com
