Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.comFue la gran figura de la primera selección argentina campeona de América. Julio Libonatti anotó un gol clave para el título gaucho frente a Uruguay en 1921, que le sirvió, entre otras cosas, para ser el primer jugador sudamericano en migrar al fútbol europeo.

 

Uruguay llegaba al Campeonato Sudamericano de 1921 con cierta chapa paternal debido a que en las cuatro anteriores ediciones había logrado tres campeonatos y un subcampeonato, a diferencia de la local Argentina, que se había quedado tres veces con el segundo puesto. Aquel Sudamericano se disputó entre cuatro seleccionados (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y se desarrolló por segunda vez en Buenos Aires.

Cabe indicar que Paraguay debutó históricamente en este certamen y venció al vigente campeón Uruguay, pero luego la suerte de los guaraníes cambiaría pues caerían en los partidos restantes. El sistema de juego fue por puntaje, pues el número total de participantes suponía esta metodología para que el desarrollo fuera en teoría más justo. Y el goleador del torneo, a razón de un tanto por partido, fue un delantero que marcaría época: Julio Libonatti.

Minuto 57

Argentina y Uruguay disputaban el último encuentro del torneo en la cancha de Sportivo Barracas. Mientras los charrúas habían logrado recuperarse tras vencer a Brasil en su segundo partido, los locales llegaban invictos tanto en derrotas como en goleo, pues el portero Américo Tesoriere llegaba a la final sin haber recibido tanto alguno. El partido comenzó y salió a relucir la garra propia de ambos países, por lo que se convirtió en un encuentro ciertamente trabado, pero en el que igual Argentina llevaba cierta ventaja por los resultados anteriormente conseguidos.

 

A los 57’ aparecería Julio Libonatti para, en raudo contragolpe, culminar con éxito una eficiente maniobra colectiva en el arco de Manuel Beloutas y así poner el primer y único tanto del partido, que desató la euforia en todos los ahí presentes como consta en el cuasi inédito video adjunto. Llegó a tal punto la histeria colectiva de los hinchas gauchos que, dado que no existía alambrado que dividiera las tribunas del campo, invadieron este último y, una vez culminado el partido, llevaron en andas al jugador hasta el centro de la Ciudad de Buenos Aires, a la Plaza de Mayo.

Pero Libonatti fue mucho más que ese inolvidable gol. Apodado el 'Potrillo' o el ‘Matador’, debutó en 1917 con Newell’s Old Boys, club de sus amores, y allí se mantendría hasta 1924. Fue entonces cuando volvió a marcar historia -antes había sido nombrado héroe nacional por el gol antes mencionado- al ser transferido al fútbol italiano, convirtiéndose en el primer futbolista sudamericano en ir al balompié del Viejo continente, específicamente al Torino. Puntero derecho hábil y veloz, ratificó en el país de la bota su olfato goleador envidiable: con el Torino participo en 284 partidos y anotó en 164 oportunidades. Pero como formó parte del bloque conocido como los oriundi y se naturalizó italiano, llegó a jugar también con la 'Azzurra' y labró un registro aún mejor: 15 dianas en 18 participaciones. Ello se suma a sus tantos con la selección argentina (un total de 8 en 15 partidos) para cerrar los prolíficos números de un capo del área de aquellos.

Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com

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