Composición Fotográfica: Kenny Romero / DeChalaca.com En 1959 se disputaron dos Sudamericanos: el de Argentina y el Extraordinario de Ecuador, donde, en el estadio Modelo de Guayaquil -que hoy lleva su nombre- surgió la no figura goleadora de Alberto Spencer.

 

En 1959 ocurrió un hecho inusual en la historia de la Copa América: se celebraron dos ediciones en un mismo año. El hecho se generó debido a la mala organización de la Conmebol y aprovechando la inauguración del estadio Modelo de Guayaquil se organizó un segundo torneo denominado Extraordinario 1959. 

Aquel certamen se se jugó en casi todo diciembre; el primero se había disputado en Buenos Aires en los meses de marzo y abril. Selecciones como las de Chile, Colombia o Perú desistieron de participar e incluso Brasil fue con un equipo ‘B’, un combinado del estado de Pernambuco. Entonces, junto a los verdeamarelhos, fueron Uruguay, Argentina y Paraguay, además del anfitrión: Ecuador. 

Uruguay fue el campeón del torneo, y logró así su décimo título. Entre su equilibrado plantel destacaron el zaguero Alcides Silveira y los delanteros Mario Bergara -quien se proclamó goleador del torneo con seis anotaciones- y José 'Pepe' Sasía. Este último sería luego figura rutilante del mejor Peñarol de la historia en un ataque en el que también brillaron el peruano Juan Joya y un goleador tan extraordinario como el Sudamericano de Guayaquil, en el cual justamente se dio a conocer: Alberto Spencer.

Minuto 52

Ecuador era dirigido por el uruguayo Juan López, reconocido estratega que dirigió a Uruguay en el famoso Maracanazo. Los ecuatorianos no ganaban un partido en Copa América desde el 2 de mayo de 1949, cuando habían goleado a Colombia por 4-1. Debieron pasar más de 10 años para que, casi como regalo de Navidad, la racha se rompiera el 25 de diciembre de 1959 ante Paraguay: fue victoria 3-1 con goles de Spencer, Balseca y Cañarte. El gol de ‘Cabeza Mágica’ Spencer fue a los 52’: cabeceó, precisa y correctamente, un centro y decretó el empate que abrió el camino de la victoria tricolor en el estadio Modelo.

Nacido el 6 de diciembre de 1937 en Ancón, Santa Elena, Alberto Pedro Spencer Herrera es seguramente el mejor jugador ecuatoriano de la historia. De tez morena pues su padre era de origen jamaiquino, se caracterizaba por su potencia, habilidad, precisión a la hora de cabecear y de poder utilizar sus dos piernas a la perfección. Pese al gol del empate en aquel partido, su historia se hizo famosa no con la camiseta amarilla con raya azul como utilizaban los ecuatorianos por entonces, sino con la camiseta del Peñarol uruguayo. Con los norteños apenas anotó cuatro goles, e incluso terminó jugando por la selección de Uruguay más adelante -eran épocas en que ello era permitido-.

Spencer también es reconocido por ser el máximo artillero de la Copa Libertadores con 54 gritos de gol en el certamen continental: una marca difícil de olvidar. Sin embargo, como se comentó líneas arriba, nunca llegó a trasladar ese éxito a la selección de su país. No obstante, aquel gol ante Paraguay y sus éxitos afuera le valieron ser reconocido como el mejor deportista ecuatoriano de la historia. Y en el estadio Modelo en particular, también dejó su estela pues el 24 de julio de 1959, meses antes del choque ante los guaraníes, anotó el primer gol marcado en dicho escenario en un amistoso entre Barcelona de Guayaquil y Huracán de Buenos Aires. Por todo ello, tras su fallecimiento en 2006, el Modelo -que perdió importancia en la ciudad luego de que Barcelona y Emelec inauguraran sus estadios propios- pasó a llamarse estadio Modelo Alberto Spencer.

Composición Fotográfica: Kenny Romero / DeChalaca.com

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