Minuto 51: La clase del Profesor
Cada vez que la Copa América se disputó en Uruguay, la ganó el local. La última vez que esto sucedió fue en 1995 y el gol lo marcó un conocido nuestro: el ‘Profesor’ Pablo Bengoechea.
La última vez, antes de 1995, que se había disputado la Copa América en Uruguay fue en el año 1967. Por supuesto que los charrúas la ganaron en aquella oportunidad porque “si la Copa se juega en Uruguay, se queda en Uruguay” como dice el dicho del país oriental. Luego llegaron las Copas que se jugaron sin sede fija, tres en total, en las que Perú y Paraguay ganaron cada uno su segundo trofeo y Uruguay se apuntó uno más con el que empataron a Argentina como la selección más ganadora de la historia del torneo.
Luego se regresó al formato en que la Copa América se disputaba en un solo país y Argentina fue el primero en tener la localía. Allí ganó Uruguay, imponiéndose en la final a Chile por 1-0, con una de sus últimas grandes escuadras y dejó relegados a los gauchos al segundo lugar de la tabla histórica de la competición. Los albicelestes luego ganarían dos torneos más, se colocaron primeros y se tenía la sensación de que allí se quedarían por mucho tiempo pues los celestes entraron en una época oscura de su riquísima historia.
Sin embargo el sistema de rotación de sedes llevaría el campeonato a Uruguay en 1995 y la regla no iba a cambiar a pesar de que los charrúas se iban a presentar con una selección que se hubiera perdido en el olvido de no ser por esta Copa. Eliminado del Mundial que se disputó el año anterior y del que le siguió inmediatamente después, Uruguay encontraría en esta Copa América su mayor logro de la década y alcanzaría, nuevamente, el sitial de honor -compartido con los argentinos- de ser el más ganador de todos los tiempos.
Minuto 52
Uruguay empezó su camino con una motivadora victoria por 4-1 ante Venezuela, que terminaría el torneo sin sumar punto alguno. Luego seguiría Paraguay, su “bestia negra”, al que derrotó por 1-0 con un gol de su máxima estrella, Enzo Francescoli. En su tercer encuentro aseguraría el primer lugar del grupo A al empatar 1-1 con México.
En Cuartos de Final, a pesar de lo escueto del resultado, derrotó sin sufrir por 2-1 a Bolivia y en la semifinal despachó a Colombia con un claro 2-0. El rival en el partido definitivo fue Brasil, el vigente campeón mundial, que contaba en su alineación de aquella final con cinco jugadores que iniciaron las acciones y se coronaron, en el Rose Bowl, como campeones de USA 94.
La lógica indicaba que Brasil se impusiera en aquel encuentro y que terminara con la histórica supremacía de Uruguay en su tierra. El trámite del encuentro se ajustaba a aquella lógica cuando Tulio puso adelante a los cariocas (en el marcador porque en el juego ya llevaban bastante ventaja). Sin embargo, en el minuto 51 apareció la pequeña figura de uno que no había destacado en toda la Copa. Ese día, Pablo Bengoechea reemplazó a Diego Dorta en el inicio de la etapa complementaria. Su ingreso respondió a la necesidad uruguaya de ir a buscar el partido y el actual asistente de Sergio Markarián no defraudó. Seis minutos después de entrar al campo, el ‘Profesor’ dio una clase más de cómo pegarle a la pelota: a pocos metros del área grande, ejecutó un tiro libre que pasó peinando a la barrera y dejó estático a Claudio Taffarel que solo siguió el vuelo del balón con la vista. El marcador no se movería más. En los penales, Bengoechea convirtió el suyo -el segundo- y Alvez le taparía el disparo a Tulio antes de que Sergio ‘Manteca’ Martínez defina la serie por 5-3 para que la celeste llegue a lo más alto una vez más. Es que hay cosas que nunca cambian, por ejemplo que “si la Copa se juega en Uruguay, se queda en Uruguay”.
Foto: taringa.net
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