Recorte: revista Soy AlianzaArgentina llegó a la Copa América de Chile como la sensación luego de ser finalista en Italia 1990. Aun sin Diego Maradona, era superior a sus rivales. Se consagró en el último partido del cuadrangular final ante Colombia y Diego Simeone inició el camino del título.

 

La Copa América de Chile fue un evento preciso para limpiar la imágen internacional de los mapochos, opacada por el incidente sucedido en el  Maracaná en las Eliminatorias al Mundial de Italia 1990. La organización fue correcta y, en el plano deportivo, ayudó bastante la presentación positiva del cuadro que se llevaría el título: el seleccionado argentino subcampeón del mundo. Los albicelestes no contaron con la presencia de Diego Armando Maradona, pero sí con la de Gabriel Batistuta. 

En ese torneo, 'Batigol' empezó a forjar la imagen de uno de los delanteros más grandes de la historia al quedar como líder de goleo con seis anotaciones. Otras figuras destacadas fueron 'Leo' Rodríguez, quien en este torneo alcanzaba su pico máximo de rendimiento, Claudio Caniggia, cuya velocidad lo hacía imparable, y Diego Simeone, el protagonista de este minuto, quien -por ese entonces jugador del Pisa Calcio- aportó entrega, sacrificio y despliegue, además de dos goles. La selección argentina consiguió su pase a la fase final del torneo tras ser líder del grupo A.

Debutó con una goleada por 3-0 sobre Venezuela; luego, superó a Chile por la mínima diferencia; dos días después, quien sucumbía ante la superioridad de los dirigidos por Basile fue Paraguay por un inobjetable 4-1; y, por último, cerró la serie con un triunfo sobre Perú por 3-2.

La fase final tuvo el formato de todos contra todos, a la que clasificaron el campeón y subcampeón de cada llave: Argentina y Chile por la serie A, mientras que por la serie B, estuvieron Colombia y Brasil. La selección argentina parecía encaminarse indudablemente al título luego de vencer a Brasil, pero un empate sin goles ante el local dejaba todo por definir en la última jornada.

Minuto 11

 

El estadio Nacional de Santiago albergó el encuentro en el que Argentina debía vencer a Colombia para consagrarse campeón, puesto que Brasil había superado a Chile por 2-0 en el otro partido de la fecha final y quedaba como lider del cuadrangular. La albiceleste inició el encuentro asumiendo las riendas del partido: a los 11', Diego Pablo Simeone cedió a Leo Rodríguez antes de que lance un pase en diagonal a Fabián Basualdo que corría por la banda derecha y, a poco que la pelota se fuera por la línea de meta, el lateral de River Plate sacó un centro al segundo palo, donde el 'Cholo' apareció por detrás de Batistuta para superar a René Higuita con un potente cabezazo.

Argentina era dueña del partido el partido y pronto acabaría por cerrarlo; para ampliar la cuenta, llegaba la derecha de Gabriel Batistuta a los 19'. Si bien Argentina tenía la formula para manejar el partido, Colombia no bajaba los brazos. En la segunda mitad pudo descontar a través del 'Pitufo' Anthony de Ávila, luego de un buena jugada fabricada entre Valenciano y Redín. Cuando el árbitro paraguayo Juan Francisco Escobar pitó el final, se desató la algarabia argentina;  incluso la dureza de Alfio Basile se mojó con sus lágrimas. No era para menos pues hizo que su país gane su décimo tercer título en los torneos sudamericanos, trofeo que le era esquivo desde 1959. 

Recorte: revista Soy Alianza

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