Foto: gol.com.boEn el Sudamericano de 1963, Bolivia alcanzó la gloria al coronarse campeón, como local, por única vez en su historia. En el partido final, derrotó a Brasil por 5-4; el camino triunfal empezó a labrarse a los 29', con el gol de Víctor Ugarte.

 

El Campeonato Sudamericano de 1963 disputado en Bolivia, le permitió al seleccionado altiplánico coronarse por primera y única vez como campeón de este certamen. Bajo el mando del técnico brasileño Danilo Alvim, los anfitriones cumplieron una destacada campaña pese a los grandes problemas que atravesaron antes de su realización. A pesar de la voluntad de las autoridades bolivianas por darle las mayores comodidades a sus seleccionados, lo cual quedó demostrado con la cancelación del campeonato nacional en 1962, los problemas con los distintos clubes y la sesión de sus jugadores al combinado nacional dificultó los trabajos en los últimos meses. Un ejemplo de ello fue que cuatro jugadores (entre ellos Wilfredo Camacho), se incorporaron una semana antes del inicio del torneo. El debut no fue nada auspicioso para los bolivianos, dado que comenzaron su participación con un abultado empate de 4-4 contra Ecuador, lo cual provocó la molestia de sus hinchas quienes, según registros de los medios altiplánicos, apedrearon los ventanales del Colegio Militar en La Paz, donde estaba concentrado el equipo.

Si bien el resultado del partido inaugural no resultó esperanzador, Bolivia comenzaría una seguidilla de triunfos al derrotar a Colombia por 2-1. Después de imponerse a la escuadra cafetera, las victorias 3-2 ante Perú, 2-0 ante Paraguay y 3-2 ante Argentina pusieron en lo más alto a la escuadra del altiplano, que quedó a la expectativa del campeonato. No obstante, para lograrlo debían al menos sacar un punto de su encuentro decisivo ante Brasil.

Minuto 29

 

El 31 de marzo, ante un estadio Félix Capriles abarrotado por 25 mil almas, bolivianos y brasileños se enfrentaban en el partido de cierre del Sudamericano. Con el arbitraje del colombiano Ovidio Orrego, el elenco de Alvim atacó desde los primeros minutos al Scratch.  El cuarteto conformado por  Alcócer, Ugarte, García y  Castillo, rápidamente se hizo dueño del balón y constantemente llevaba peligro al pórtico de Silas. No obstante, la ansiedad propia de las circunstancias del encuentro provocó que la escuadra boliviana no fuera precisa en el toque final.

Quien se aprovechó bien de la falta de definición de los altiplánicos fue Flavio, quien silenció a la multitud cuando marcó a los 22'. En Cochabamba, no habría espacio para las caras largas por mucho tiempo pues Víctor Agustín Ugarte puso el empate rápidamente a los 29', en una jugada confusa. La importancia de este gol se hace clara por la misma rapidez con que se consiguió, ello significó un envión anímico importante para los bolivianos quienes de verse abajo en el marcador por más tiempo, probablemente no hubieran podido sacar adelante el partido.

Con tal fortaleza mental, pudieron manejar que Flavio nuevamente adelantara a los suyos a los 38' pues Camacho puso el empate transitorio cinco minutos después. En el complemento, Ausberto García puso en ventaja por primera vez a su selección a los 49' y Alcócer, de tiro libre a los 57', marcó el cuarto antes de que Ugarte, de penal a los 69', pusiera el quinto. Fue un colchón bastante cómodo para soportar los dos descuentos brasileños en los minutos finales, dos goles que sazonaron de angustia el éxito que se estaba cocinando. Y es que sufriendo primero se disfruta más, especialmente si es la primera vez.

Foto: gol.com.bo

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