Gozando en Punta Pana
Universitario venció 1-0 a Alianza Lima con tanto del panameño Alberto Quintero. Los de Comizzo superaron ligeramente a su clásico rival, fueron letales de cara al arco y obtuvieron una victoria que los aleja a cinco puntos de sus más cercanos perseguidores.
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Diego Urbina | @diegourbina1495 Redactor |
El Capo: Se ramificó como la Quina
La figura de Nelinho Quina se erigió como clave en una defensa que supo ganarle el duelo a una ofensiva bastante complicada. El central zurdo tomó bien a Adrián Balboa y a Federico Rodríguez y les ganó, muchas veces, en el juego aéreo -la mayor virtud de ambos-. Cada vez que uno de sus compañeros fue superado, el experimentado defensor apareció para apagar los incendios. La solvencia del defensor crema fue tal que no se complicó cuando, por lesión de Jersson Vásquez, pasó a jugar como lateral izquierdo. Quina estuvo oportuno en los cierres y fue determinante para conservar el cero en su arco.
La Pizarra: De acuerdo con las circunstancias
Tanto Universitario como Alianza Lima jugaron con sus predecibles oncenas titulares tras recuperar a sus jugadores suspendidos. Salvo el cambio obligado de Carlos Beltrán por Gonzalo Godoy, Pablo Bengoechea mandó lo mejor de sus filas. El 4-trapecio-2, ya usual en los íntimos, no funcionó como lo venía haciendo. La ofensiva careció de creatividad y tuvo que recurrir a esa lluvia de centros que parecían ya lejanos. Fue en ese trajín que creció la figura de la defensa crema: al no poder entrarle al equipo de Ángel Comizzo, Bengoechea ejecutó hasta dos variaciones importantes.
Al decidir el ingreso de Joazhiño Arroé, el DT uruguayo pasó a jugar con Felipe Rodríguez como lateral izquierdo. 'Felucho' se desempeñó en dicha posición hasta que entró Rodrigo Cuba, momento en el cual volvió a su posición natural. Por el lado crema, el 4-3-3 de Comizzo solo cambió cuando el DT argentino decidió ponerle candado al resultado. Pasó de jugar con tres volantes a hacerlo con una doble línea de dos -Armando Alfageme y Jesús Barco en la primera, Barreto y Guarderas en la segunda-. Este cuarteto siempre estuvo respaldado por los jugadores encargados de las bandas: por derecha el ingresado Paulo de la Cruz y por izquierda Alejandro Hohberg.
La Clave: Tres son multitud
El triunfo de la U, está claro, se gestó en el mediocampo. Ángel Comizzo colocó sus tres volantes con dos objetivos claros: tener superioridad numérica en dicha zona del campo y colaborar en la marca con la defensa. Armando Alfageme fue el ancla en la media cancha crema, pero también fungió como tercer central para evitar que Quina y Brayan Velarde quedaran mano a mano con los puntas victorianos. Mientras tanto, Gerson Barreto y Rafael Guarderas evitaron que Rinaldo Cruzado participara del juego y dejaron que Wilder Cartagena fuera quien diera inicio a los ataques íntimos. Estas tareas, cumplidas con cabalidad, fueron fundamentales para forzr que Alianza Lima recurriera a infructíferos centros.
La Calamidad: Abrazo nada fraterno
Universitario ya ganaba 1-0 cuando a los 40' se produjo la gran polémica del partido. Tras un tiro de esquina cobrado por 'Felucho' que buscaba conectar con Federico Rodríguez, el delantero blanquiazul fue -literalmente- abrazado por Aldo Corzo e impedido de impactar el esférico. El penal, pese a ser claro y a que en la cancha había seis árbitros, no fue advertido y por ende no sancionado.
El Tapadón: Una para cada uno
Universitario contó con pocas chances para aumentar la cuenta en la segunda etapa. La más clara fue un mano a mano entre Alberto Quintero y Pedro Gallese. El panameño, quien ya había batido al arquero de la selección peruana a los 24', buscaba su segunda diana y, tras un buen pase de Armando Alfageme, remató con la marca de Dylan Caro encima. El disparo con derecha de 'Negritillo' fue bien resuelto por Gallese, quien -con la mano derecha- desvió el esférico por encima del larguero.
El Extraviado: Constantemente Cruzado
No fue determinante como en otros clásicos y eso le terminó costando el partido a Alianza Lima. Rinaldo Cruzado resultó presa fácil para la volante crema y casi no participó del juego mientras estuvo en el campo. Acostumbrado a estar en contacto con el balón, al '18' victoriano le costó en demasía meterse al juego de sus compañeros y, lamentablemente, se mostró intrascendente.
El Cambiazo: Banda peligrosa
El trámite del partido, con un Alianza con pocas ideas ofensivas, obligó a Bengoechea a adoptar otras medidas en su búsqueda por el empate. Una de ellas fue el ingreso de Joazhiño Arroé, quien reemplazó a Dylan Caro. El '10' blanquiazul le cambió la cara a su equipo: ya en su primer contacto con el esférico, 'Joa' estuvo a punto de colgar a Carvallo con un remate de larga distancia. Luego, el movedizo volante mostró mucha movilidad y lideró los intentos de ataque del cuadro victoriano, como que acertó la mayoría de pases que dio. Esto pareció contagiar a sus compañeros y fue así como Alianza Lima logró meter en su campo a los cremas en los últimos minutos del partido.
La del VAR: Doblemente bien
Si bien el arbitraje de Joel Alarcón no fue el esperado, el réferi fue bien ayudado por sus asistentes. En primer lugar, Coty Carrera ahogó el grito de gol aliancista al anularle un tanto a Federico Rodríguez por una evidente posición adelantada. Ya en el segundo tiempo, le tocó el turno a Jonny Bossio: el segundo auxiliar invalidó un contragolpe -que tenía toda la pinta de ser letal- también por offside. En ambas oportunidades, las sanciones fueron correctas, a pesar de los reclamos de Bengoechea.
La Cancha: Así te quiero ver
Para el trascendental duelo entre cremas y blanquiazules se esperaba que el estadio Monumental luciera repleto y así fue. La rapidez con la que se agotaron las entradas y el incremento del aforo -previo permiso- contribuyó a que seamos testigos de un emocionante partido que se jugó dentro de un marco espectacular. La hinchada crema también jugó su partido y desde la gradas hizo llegar su aliento en los momentos más complicados.
Kazuki Ito: Te excediste, compadre
Joel Alarcón dirigió el clásico con una buena iniciativa: priorizar el juego rápido y dejar jugar. Sin embargo, el réferi confundió esto con agresividad y dejó pasar por alto muchas infracciones. Solo sacó dos tarjetas amarillas, cuando fácilmente pudieron ser -por lo menos- tres más. Dos de estas debieron ser sacadas a Kevin Quevedo y Alberto Quintero por un intento de agresión mutuo en frente del árbitro, mientras que la tercera tuvo que sacársela a Anthony Osorio por fingir ser derribado dentro del área en el primer tiempo. Si a esto se le suma el penal no sancionado a favor del cuadro blanquiazul -que además no fue advertido por ninguno de los seis jueces del encuentro-, puede decirse que redondearon una actuación floja.
El Gol
⚽ 24' GOL @elnueve_pe de @Universitario: Buen ingreso de Hohberg al área blanquiazul y, tras un disparo suyo, apareció Alberto Quintero para empujarla dentro del arco. @DeChalaca 👉 https://t.co/JOvD6IDPqN pic.twitter.com/YKEGG7Q0Rx
— Diego Urbina Vera (@diegourbina1495) September 29, 2019
Fotos: Pedro Monteverde y Álex Melgarejo / DeChalaca.com
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La ficha del Universitario 1 - Alianza Lima 0
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