Los Estatutos en la coladera
Roberto Castro | @rcastrolizarbe Director General |
La Asamblea de Bases de la FPF no aprobó el último viernes 17 de agosto el cambio de sus propios Estatutos. La que se debate es una modificación exigida por FIFA a partir de la necesidad de adecuarlos a los nuevos estándares de gobernanza que imperan en el ente rector del fútbol mundial desde la llegada de Gianni Infantino a su presidencia, en 2016.
La razón por la que no se ha alcanzado el consenso necesario tiene que ver con algunas polémicas puntuales que a continuación se discuten y evalúan. Ellas se centran en tres puntos: i) la composición de la Asamblea de Bases; ii) la gestión y negociación de los derechos de televisión del fútbol profesional y iii) los requisitos exigidos para postulantes a la Junta Directiva de la FPF.
1⃣ Sobre la Asamblea: imprescindible considerar que la razón por la que se cambian los Estatutos es porque post FIFAgate, en ninguna Asamblea en el mundo puede haber un cuerpo votante con mayoría absoluta, como en @TuFPF ocurre hoy con las Ligas Departamentales (25 de 41).
— Roberto Castro (@rcastrolizarbe) August 16, 2019
La nueva propuesta mantiene los 25 votos de las Departamentales, pero contiene 67 asambleístas. Puede cuestionarse que 25 sea mucho para ellos, pero en ningún caso podría suceder que alguno de los otros cuerpos -los clubes de Liga 1, por ejemplo - tengan mayoría absoluta. pic.twitter.com/NPY4mY3lJp
— Roberto Castro (@rcastrolizarbe) August 16, 2019
¿Pero realmente es inadecuado que cada Liga Departamental tenga un voto? Creo que más debería debatirse que hoy ellas no funcionen como tendría que ser que cuestionar su representatividad misma. Recuerda a los cuestionamientos de inicios de siglo a la regionalización del país.
— Roberto Castro (@rcastrolizarbe) August 16, 2019
En mi opinión, las Ligas Departamentales deberían no ser solo reguladoras del fútbol amateur, sino tener una representación auténtica del fútbol de su región. Ser, por ejemplo, elegidas en parte por representantes de los clubes profesionales que pertenezcan a ese departamento.
— Roberto Castro (@rcastrolizarbe) August 16, 2019
Lo que hay hoy es una intención de meter la basura bajo la alfombra y que "lo amateur lo vean las ligas". No habrá desarrollo integral del fútbol en el país mientras no se fortalezca la institucionalidad de los clubes y estos no asuman su rol promotor del fútbol en sus regiones.
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En suma, creo que podría pedirse que los clubes profesionales tengan injerencia en la elección de sus respectivas Ligas Departamentales, a fin de que estas tengan una mejor gestión. Pero no quitarles representatividad.
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Sobre los demás componentes de la Asamblea, quizá a mediano plazo queden cortos algunos votos, como el de los entrenadores o el del fútbol femenino. Pero me parece que en general hoy 67 es un número aceptable y el equilibrio de fuerzas, también.
— Roberto Castro (@rcastrolizarbe) August 16, 2019
Habría, en general, que aterrizar una propuesta alternativa de reparto de votos en la Asamblea de Bases. Es cierto que al estar la proporción de votos en Liga 1 no predefinida -como sí ocurre en la Liga 2-, sino ajustada a la cantidad de equipos que existan en la categoría, estos podrían perder votos en el caso de una reducción de clubes; quizá otorgar algunos votos adicionales no correspondientes a clubes, sino -por ejemplo- a la cabeza de la Liga, sea una opción. Pero en cualquier caso, vale recalcar, es imposible que la Liga 1 o cualquier otro cuerpo votante tenga mayoría absoluta.
2⃣ Sobre los derechos de TV: desde 2012 en @DeChalaca sostenemos que es imprescindible que pasen a ser gestionados por @TuFPF. No solo porque muchos clubes han demostrado incapacidad en el tema -poniéndose la soga con dinero adelantado-, sino porque ASÍ ES EN EL RESTO DEL MUNDO. pic.twitter.com/A5buVkZGfE
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En cualquier liga desarrollada, es la Federación vía su órgano competente la que hace el reparto del dinero de los derechos. Obviamente hay escalas según el peso de cada club (rating, rendimiento deportivo, etc); pero en cualquier caso sirve para equilibrar presupuestos.
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Que en el Perú haya gente -y prensa- que siga alentando a los clubes a creerse dueños de cosas de las que no son es ignorancia supina. Los clubes tienen que asumir que de acá en más son LICENCIATARIOS y ya no más ASAMBLEÍSTAS: se ajustan a las condiciones de competencia y punto.
— Roberto Castro (@rcastrolizarbe) August 16, 2019
La verdad resulta inentendible -en el plano de las sanas intenciones- que se siga estimulando a los clubes a exigir el manejo individual de derechos de televisión en un contexto en el que no solo se han vuelto semiesclavos de ese dinero, sino especialmente a partir de que está demostrado en todo el planeta fútbol que la negociación colectiva es siempre más beneficiosa. Discutir si es la FPF directamente, la Liga de Fútbol Profesional como órgano especializado o alguna otra dependencia la encargada de la administración es otro tema; pero que se debe tratar de una negociación centralizada y llevada a cabo con criterio de maximización colectiva de beneficios es indiscutible.
3⃣ Sobre las restricciones para integrar la Junta Directiva de @TuFPF: si bien me parece bien exigir membresía a alguna Junta Directiva de una institución afiliada, me parece necesario ajustar esto a la naturaleza de cada miembro. ¿La figura del gerente no debería considerarse? pic.twitter.com/FAJdu3JDfx
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Lo que hay que desincentivar es que el cargo apócrifo (por ejemplo, volverse estratégicamente dirigente de alguna liga pequeña para cumplir con un requisito) pese más que un cargo valioso, como una gerencia en algún área de @TuFPF o que en un club profesional.
— Roberto Castro (@rcastrolizarbe) August 16, 2019
Es necesario que el Estatuto prevenga que sea la gente más competente posible aquella hábil para ocupar cargos. También es verdad que pertenecer a una junta directiva debería ser un filtro necesario, aun cuando en el Perú -por las debilidades institucionales del medio- no siempre se dé el match entre una y otra cosa y sea en el plano administrativo o gerencial donde suelen encontrarse los mejores cuadros de gestión en el fútbol. Sí queda claro que reclamar por el hecho de que clubes en situación concursal no estén hábiles para postular cuadros, más allá de su arrastre popular, no tiene mucho sustento.
4⃣ Por último: no me gusta que en general el estatuto tenga un tono siempre anclado en el esquema de institución pública, con Comisiones antes que con Gerencias. @TuFPF, para funcionar bien, necesita parecerse más a una empresa privada que a un ministerio. A seguir esa ruta. pic.twitter.com/1lPZyJ2f2u
— Roberto Castro (@rcastrolizarbe) August 16, 2019
La reflexión final conduce a un tema de fondo, marco de toda esta discusión: ¿qué se quiere para el fútbol en el Perú? ¿Una estructura tradicional, amarrada a un país del pasado, desconectado del mundo y donde los público era más relevante que lo privado? ¿O una más bien moderna, alineada con los estándares FIFA y sobre todo con un país que, pese a todos sus problemas, no deja de crecer económicamente hace más de dos décadas?
La respuesta cae por su propio peso, y en realidad queda claro que en los últimos años la FPF, sin perjuicio de los problemas que pueda haber existido con personas puntuales en su administración, había avanzado bastante en la segunda dirección. Que la generación de una estructura organizacional haya estado sujeta a múltiples críticas por supuestamente inflar una planilla cuando es lo que cualquier organigrama serio requiere dice mucho del poco conocimiento que el medio tiene sobre buen gobierno corporativo. Costará seguir aleccionando, pero es sin duda ese el camino por seguir.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com