Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comEl Leeds United de Marcelo Bielsa se quedó en los playoffs ante el Derby County y no logró el ansiado ascenso a la Premier League. Sin embargo, mucho se ha hablado del rol -y la nueva temporada sin resultados- del DT argentino y poco del elevado nivel de la Championship.

    Eduardo Tirado | @EduardoTL
    Redactor

Hace poco, los reflectores de la prensa deportiva mundial estuvieron enfocados en la figura de Marcelo Bielsa y su campaña con el Leeds United. De hecho, un famoso acto de fair play en un partido de local contra el Aston Villa, que le permitió al equipo visitante lograr el empate 1-1, generó una serie de discusiones sobre la deportividad y demás que se prolongaron por varios días. Más allá de analizar el recorrido del cuadro dirigido por el argentino y sus posibilidades para lograr el ascenso, que ya venían mermadas por una mala racha de dos derrotas al hilo anterior a aquel resultado ante el elenco donde John Terry es asistente técnico, se habló de filosofías, enseñanzas y demás. No se dice que esté mal sacar reflexiones de este tipo de situaciones; pero sucede que hablar de Bielsa y sus anécdotas en el fútbol suele ser lo sudamericanamente mediático. Ni la Championship inglesa ni el Leeds giran solo en torno del mediático DT, sino que hay un todo detrás que no está siendo del todo expuesto.

Dejando de lado lo anecdótico de Bielsa y “la nobleza de sus recursos”, habría que apreciar que la Championship es un torneo que da para un amplio análisis. En principio, porque son 24 equipos los que compiten por tan solo tres puestos para la Premier y, por ende, les espera 46 encuentros a cada uno, lo que vuelve al certamen uno de los torneos más largos y competitivos a nivel mundial. Por si fuera poco, solo el primero y segundo -en este caso Norwich y Sheffield United, respectivamente- suben de manera directa; así, el tercero, el cuarto, el quinto y el sexto se enfrentan entre sí para determinar al tercer inquilino de la máxima división inglesa. En otras palabras, tendrán dos enfrentamientos más (juegan ida y vuelta) y, de eliminar al rival de turno en el score acumulado, jugarán un partido más con el otro equipo que pasó para, en partido único y definitivo, declarar el tercer ascendido. En esta ocasión, el Leeds (tercero) cayó por 3-6 ante el Derby County (sexto) en el marcador total, mientras que el Aston Villa (quinto) superó por 5-4 en el global ante el West Bromwich Albion (cuarto). Sacando cuentas, los equipos que juegan el último playoff llegan a disputar 49 duelos en la temporada, solamente hablando del ascenso inglés.

A este gran número de encuentros hay que sumarles los que estos equipos de la Championship inglesa juegan por las diferentes copas en las que participan de forma paralela, como la FA Cup y la League Cup. Eso amplia el desgaste de los planteles y exige al máximo a cada uno de los comandos técnicos para tener a sus jugadores listos a fin de poder enfrentar a sus rivales en todos los frentes en los que compiten. Más allá de los buenos o malos resultados obtenidos, no se puede negar que la exigencia y la rigurosidad de esta liga es muy superior a muchas otras a nivel mundial. De hecho, el desgaste realizado no es apto para muchos deportistas, quienes emigran a otras ligas tras no rendir como esperaban y buscan otros horizontes menos exigentes. En el caso de jugadores peruanos, los ejemplos de Paolo Hurtado (Reading, 2015), Cristian Benavente (Milton Keynes, 2015) y Miguel Mostto (Barnsley, 2007 y 2008) dan cuenta de ello, pues ninguno logró tener la continuidad soñada en sus clubes y apenas si disputaron algunos partidos en sus respectivas temporadas para rescindir contrato o irse a forma de préstamo a otras ligas.

Marcelo Bielsa fue clave en la reacción del Leeds, pero no alcanzó para el ascenso. (Foto: AFP) 

Sin exponer al debate de si este de verdad se trata del “torneo más duro” y que, tal vez, los peruanos mencionados no hayan podido aguantar o sostener el nivel que esta liga de ascenso exige, habría que reflexionar sobre lo desgastante que puede ser para un entrenador y sus jugadores el que, tras 46 fechas jugadas con altas y bajas, un equipo pueda quedarse con las manos vacías. Esto le sucedió a un Leeds que, habiendo estado gran parte del torneo como líder y favorito al ascenso, decayó en la con creces.

Algunos seguirán hablando de Bielsa y de sus enseñanzas teóricas, tácticas y demás por mucho tiempo, pues material hay de sobra para enzarzarse en ese tipo de discusiones -sean relevantes o no-. Sin embargo, seguramente, pocos habrían puesto los ojos en la Championship de una manera más atenta si no hubiera sido por el Leeds y lo que significó esta nueva “aventura” para el 'Loco', esta vez nuevamente fallida. Es más: si no hubiera existido aquel fair play que se volvió trending topic a nivel mundial, probablemente habrían seguido siendo pocos los enterados de que el histórico club inglés estaba en la Championship y que era dirigido por el excéntrico entrenador. Mucho menos serían quienes, sin seguir la trayectoria del equipo, estarían debatiendo si de verdad el técnico fue culpable de no lograr el ascenso de su escuadra con aquel recordado gesto de devolver el gol al rival.

Reflexiones aparte, y quizá dejando volar un poco la imaginación, habría que preguntarse a cuántos años luz está el formato de ascenso local, o siquiera la Liga 1, de tener una liga así de competitiva y que genere este tipo de repercusiones a nivel mundial, ya sea por sus futbolistas o entrenadores. La pregunta queda abierta, aunque la respuesta parezca más que obvia: a este ritmo la Conmebol sigue aún estamos demasiado lejos de, siquiera, soñar con una competencia similar. Por mientras, vale la pena resguardar con la calendarización actual y, por supuesto, seguir exigiendo que los clubes no jueguen partidos consecutivos, mucho menos entresemana.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Fotos: AFP


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