A por el Ecuador de la tabla

Desde que se mantiene el mismo fixture de clasificación eliminatorio (2002 y 2006), a estas alturas ya estaba prácticamente consumado el pase de los dos archifavoritos del continente -Brasil (que bregó hasta la última fecha en 2002) y Argentina- y, además, ya se vislumbraba quienes serían sus acompañantes (en 2002 Paraguay ya estaba clasificado y Ecuador requería solo de un punto, figura similar a la de 2006). Para la justa de 2010, el horizonte es diametralmente opuesto: Brasil y Paraguay acaban de conseguir su boleto recién en la última jornada doble. El resto puede resultar un albur.
A excepción de Bolivia y Perú, excluidos de toda chance numérica y futbolística, los ubicados del tercer al octavo lugar -Chile (sí, podría quedar relegado al repechaje), Ecuador, Argentina, Uruguay, Venezuela y Colombia- tienen inmensas posibilidades, ya sea para instalarse a la cita sudafricana o para, simplemente, resignarse a verlo por TV.
Solo con base en una tendencia localista (esto es, que todos ganen en casa), por la penúltima fecha, tras los choques Ecuador - Uruguay, Colombia - Chile, Venezuela - Paraguay y Argentina - Perú, se estaría estableciendo una tabla mucho más apretada, con Ecuador (26 puntos) pisándole los talones a Chile (27 puntos) -ambos en zona de clasificación directa-, y Argentina (25 puntos), Venezuela (24 puntos) y Colombia (23 puntos) prácticamente resignados a pelear por la repesca. De ser así, Uruguay quedaría fuera de carrera con 21 puntos.
En la última jornada, bajo la misma tendencia, los enfrentamientos Chile - Ecuador, Paraguay - Colombia, Uruguay - Argentina y Brasil - Venezuela estarían arrojando la clasificación de Chile (30 puntos) y Ecuador (26 puntos), mientras que Argentina, con sus inmutables 25 unidades, de todas maneras tendría que programar un viaje a Centroamérica para dilucidar su clasificación muy probablemente ante Costa Rica u Honduras. Bajo esta premisa, Venezuela y Colombia sentenciarían su eliminación.
Es un hecho, obviamente, que esta deducción difícilmente se podrá refrendar con exactitud, por lo que se tendría que ingresar de plano a la especulación. Y en ese campo, es poco probable que Uruguay resigne tan fácilmente sus posibilidades en Quito, que el seleccionado del ‘Loco’ Bielsa permita que su casi segura clasificación penda de un hilo o que la ‘Vinotinto’, como lo hizo en junio del año pasado, pueda sorprender a un Brasil que -vale imaginarlo- no se “esmerará” para tenderle la mano a su rival de toda la vida.
A todo esto, habrá dos encuentros claves que podrían darle un giro radical a cualquier teoría: Ecuador - Uruguay y Argentina - Perú. Partidos que, quién sabe, podrían terminar por echar la suerte de un histórico. Si el elenco de Tabárez obtiene un resultado positivo en el Atahualpa, el enfrentamiento entre albicelestes e incaicos será el verdadero termómetro para que el duelo entre Uruguay y Argentina en el estadio Centenario, por la última fecha, no se convierta en una pesadilla para los Messi, Agüero, Tévez, Gago y compañía en caso sufran un revés, pues quedarían fuera de un Mundial por demérito propio por segunda vez desde 1969, año en que Perú lo desembarcó de la justa de México.
Aunque es casi imposible imaginar a estas alturas que los dirigidos por ‘Chemo’ Del Solar puedan siquiera hacerles cosquillas a los hombres de Diego Maradona, de hecho, para Perú el partido habría podido significar una posibilidad histórica de reivindicar aquel 6-0 del mundial de 1978 si se mantenía como sede al Gigante de Arroyito, situación que ya quedó desestimada tras la confirmación del Monumental de Núñez como escenario de este trascendental encuentro -para los argentinos, se entiende-.
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