Banderolas de la Universidad de Chile en Arequipa: La crítica y eterna incompatibilidad
En el partido ante Melgar, hinchas de la 'U' de Chile ingresaron banderolas al estadio Monumental de la UNSA pese a que estaba prohibido. Otra muestra de que aún hay fallas básicas que inducen a la desorganización del fútbol peruano.
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Mariano Elías | @marianoeliasfut Redactor |
Si bien Melgar derrotó 1-0 a la Universidad de Chile en Arequipa y dio un buen paso en su lucha por clasificar en la fase previa de la Copa Libertadores, algunos hinchas arequipeños resaltaron un aspecto negativo visto en el Monumental Virgen de Chapi la noche del pasado miércoles 5. Lo que sucedió fue que barristas del cuadro chileno ingresaron al estadio con un gran número de banderas y pancartas, pese a que estaba prohibido. Los responsables: la total inacción de la Policía y la evidente falta de coordinación entre esta y las autoridades organizadoras de los partidos; en este caso, FBC Melgar.
Antes que nada, vale aclarar que la Ley 30037 que restringe el ingreso de instrumentos, banderolas, etcétera. fue modificada en 2017 por un Decreto Supremo que señala lo siguiente: “Se permite el ingreso de banderolas (…) siempre que cuenten con autorización previa de la dependencia encargada de autorizaciones especiales y garantías del Ministerio del Interior, a solicitud del club deportivo correspondiente…”.
¿Qué implica esto? Que el ingreso de instrumentos o pancartas sí está permitido, pero siempre y cuando el club responsable tramite un permiso y que posteriormente este se acepte. En ocasiones, Melgar ha solicitado dicho permiso y le ha sido aceptado, pero en otras situaciones no. Por ello en algunos partidos en el Monumental Virgen de Chapi se puede ver banderolas, mientras en otros -como la semifinal del Descentralizado 2018, por ejemplo- no. Para el duelo ante la 'U' de Chile, no se había pedido o aprobado el permiso.
¿Por qué pudieron los hinchas del equipo chileno ingresar con todas sus pancartas? Pregunta que lleva a buscar responsables. El principal de ellos: la Policía. Es un símbolo de desorganización -y además es injusto- que la propia autoridad no pueda garantizar el cumplimiento de normas que ellos mismos están acostumbrados a acatar cada fin de semana.
Melgar tuvo la intención de hacer que se cumpliera la norma, por lo que advirtió a los seguidores del cuadro visitante que estaba prohibido. Esto, sin embargo, no se solucionó ante el lento accionar de la Policía. Pasa a ser, por lo tanto, un asunto de falta de coordinación y de cooperación entre los clubes organizadores de los eventos deportivos y las autoridades encargadas de brindar seguridad en ellos. Mientras siga dándose esa desincronización, más problemas habrá (como ya muchas veces ha ocurrido) y, pese a cualquier esfuerzo que se haga, no se podrá mejorar completamente el producto fútbol peruano.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Foto: Radio Azul de Chile
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