El crecimiento del fútbol venezolano en menores: Una revolución futbolística

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Jorge Frisancho | @wolfs_venom15 Redactor |
Muchos se preguntan cómo el deporte venezolano atraviesa un crecimiento rápido y sostenido a pesar de la coyuntura política y económica que vive dicho país. En lo que respecta específicamente al fútbol, la selección ‘Vinotinto’ Sub-20 de 2017 llegó a ser subcampeona mundial; mientras que el actual combinado de dicha categoría ha logrado clasificar al hexagonal final del Sudamericano Sub-20 que se lleva a cabo en Chile y tiene muchas probabilidades de acudir al mundial que se realizará en Polonia. A consecuencia de ello, la selección mayor es un serio aspirante a obtener uno de los cupos para el mundial Catar 2022.
Para entender un poco el porqué de esta paradoja, habría que trasladarse a 1999, año en el que el controvertido Hugo Chávez tomó el poder. Entre sus principales reformas, se encontró la deportiva: como primera medida, en dicho año le dio un rango constitucional a través de la Carta Magna, tras lo cual firmó una serie de convenios de cooperación internacional para que todos los pobladores -sobre todo los de escasos recursos- pudieran empezar a desarrollar actividades deportivas de cualquier tipo. Además de ello, su gobierno también creó la Universidad del Deporte en 2006, promulgó la Ley de la Educación Física en 2011 y otorgó una serie de becas a los deportistas más destacados. En otras palabras, en lo que concierne específicamente al ámbito deportivo -más allá de las motivaciones políticas que pueda haber existido o no detrás-, el gobierno bolivariano de Venezuela tomó las decisiones correctas y logró iniciar una significativa mejora en varias disciplinas, entre ellas el fútbol.
Los efectos de largo plazo de esa política han empezado a cosechar logros importantes en el deporte venezolano, en especial, en el fútbol. Venezuela ha dejado de ser vista como la Cenicienta de Sudamérica. Esta es una prueba más de que los procesos bien llevados -más allá de que en otros aspectos dicho país no esté en un buen momento- tarde o temprano recogen sus frutos y que cuando las cosas se hacen de manera seria y comprometida, los resultados llegan por sí solos.
En lo que respecta directa y únicamente al plano deportivo, la política adoptada por el gobierno venezolano podría ser un buen ejemplo de lo que podría plantearse en el Perú con el objetivo de fomentar el deporte y repotenciarlo considerablemente. Un primer avance fue la aprobación de la Política Nacional del Deporte a través del Decreto Supremo N° 003-2017-MINEDU en 2017, el cual incidió, entre otras cosas, en la obligatoriedad del curso de educación física en las instituciones educativas.
Solo con políticas firmes y que se cumplen el deporte puede lograr el progreso deseado: el caso venezolano es algo atípico pero refuerza esta idea, pues un apoyo real y decidido puede cosechar en el mediano o largo plazo los éxitos que presenta la selección de fútbol de ese país.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Foto: Prensa FVF
