Claudio Pizarro al Werder Bremen por cuarta vez: Un maduro para un verde
Adrián Cabrejo | @adriancabp Director periodístico |
Es un mérito enorme que un delantero de casi 40 años se mantenga una temporada más en una de las principales ligas del mundo. Claudio Pizarro puede presumir de eso. No se rindió tras el duro golpe que significó no jugar la Copa del Mundo con Perú y se entrenó en solitario a la espera de que llegara alguna oferta. La oferta llegó y fue quizás la mejor que pudo recibir el artillero nacional: una del Werder Bremen, de su casa, del equipo en el que es ídolo absoluto.
Pizarro vivirá su cuarta etapa en este club. Cada etapa no se pareció a la anterior, aunque esta vez seguro encontrará un Werder Bremen bastante similar al que dejó: un cuadro con una plantilla bastante corta que probablemente peleará por quedarse en la Bundesliga. Para eso necesita hombres de experiencia que puedan arropar a los jugadores más jóvenes.
Probablemente el delantero peruano no juegue demasiado esta temporada. Su papel quedará relegado a un segundo plano como eventual relevo del austriaco Martin Harnik o del estadounidense Aron Johannsson, dos de los atacantes con los que cuenta el Bremen. Ahí también se encontrara con dos viejos conocidos como Max Kruse, la figura del equipo y su compañero de ataque en la temporada 2015/16, y con el japonés Yuya Osako, con quien coincidió en el FC Köln.
¿Qué viene después? Probablemente el club alemán le ofrezca un cargo dirigencial o un cargo como embajador, algo bastante usual en Europa con jugadores que son ídolos. Lo concreto es que Claudio Pizarro se despedirá como una leyenda, arropado por unos fanáticos que ya lo homenajearon de forma espectacular cuando visitó el Weserstadion.
Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com