Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comEl repechaje ante Nueva Zelanda plantea retos no solo futbolísticos. La gran diferencia horaria hace que los días de aclimatación aumenten para que el rendimiento sea óptimo. El comando técnico de la selección peruana lo sabe y está tomando las medidas necesarias para contrarrestarla.

Daniel Orrego | @dorrego1411
Redactor

Casi una hora después del final del partido Perú versus Colombia las preguntas ya se centraban en el repechaje que definirá el destino de la selección peruana en Rusia 2018. Al ser consultado sobre los preparativos que se tenían en mente y la complicación que significaba la distancia a la que se encuentra Nueva Zelanda, Néstor Bonillo, preparador físico de la blanquirroja, respondió: “lo recomendable es poder viajar con anticipación. Cada hora (de diferencia en el uso horario) significa un día”.

Haciendo cuentas y tomando como referencia esta premisa: para que los dirigidos por Ricardo Gareca estén en óptimas condiciones para disputar este encuentro tendrían que viajar 18 días antes, diferencia horaria que existe entre ambos países. El partido ha sido confirmado para el sábado 11 de noviembre; por lo tanto, la fecha recomendada para tomar un vuelo sería el 24 de octubre, considerando que los jugadores llegarían casi del aeropuerto a la cancha; esto sin tener en cuenta las 14 horas que demora ir de un país a otro de manera directa. La logística en este caso es uno de los principales problemas en la mente de la FPF.

Esta situación es poco realista dado los tiempos que se disponen para la convocatoria, permiso de los clubes, visado, etcétera; en este caso, además, la selección peruana tendrá que enfrentarse a un rival adicional: el jetlag. Este es un trastorno que se da en el reloj interno de cualquier persona debido a cambios que se dan en los husos horarios. Los síntomas más característicos son fatiga, desorientación, insomnio, coordinación y visión limitada, todos estos pueden afectar el desempeño de los jugadores peruanos.

La delegación peruana para el viaje más importante de los últimos años. (Foto: prensa FPF) 

La primera medida definida es que se tendrán diferentes planes de viaje, dependiendo de las condiciones específicas de cada jugador: cada uno de los que militan en el extranjero tendrá un itinerario distinto; los jugadores que militan en la liga local, y algunos que están en zonas aledañas, viajarán en un vuelo chárter. Todos deberían estar el 7 de noviembre, horario peruano, disponibles para realizar el primer entrenamiento en Wellington.

La regla que mencionó Bonillo hace referencia a la temperatura corporal y a algunas funciones internas que toman más tiempo en acostumbrarse a las nuevas condiciones del ambiente. Con la idea de contrarrestar esto se tendrá mucho cuidado con la nutrición, incluyendo una dieta especial y modificando horarios y hábitos; y se asegurará la oscuridad total y el máximo silencio posible para tener horarios completos de descanso, algo a lo que más cuesta acostumbrarse. Por lo que se sabe hasta ahora, todo esto está siendo tomado en cuenta para llegar de la mejor manera ante los ‘All Whites’.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Foto: prensa FPF


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