Con todos los semifinalistas confirmados para la recta final del Descentralizado, la imagen de Cristal, numéricamente, es la más disminuida de los cuatro clasificados.
    Kenny Romero | @kenny_romero
    Director Periodístico

Lo único rescatable del empate de Cristal en Chiclayo recién se cristalizó en la tarde del domingo, con la derrota de Alianza Lima en Bellavista que, de rebote, le otorgó la clasificación a las semifinales del Descentralizado. De allí en más, el plantel de Mariano Soso transita por una nebulosa que ni siquiera lo encumbra como candidato a la gran final. Como va el trámite, que no sorprenda si culmina las 44 fechas como el peor de los privilegiados a disputar por el título nacional.

Solo apelando a los números, de sus últimos seis partidos (considerado todos sus juegos de octubre y noviembre) ha salido ganador en uno, empató el otro y cayó en cuatro oportunidades, lo que a las claras marca una tendencia negativa de cara a los encuentros de definición. Por ahora marcha en el segundo lugar (por diferencia de goles) con 71 puntos, pero ojo que en las próximas dos jornadas podría ser superado.

¿Qué se le viene a Cristal en los dos últimos partidos de la etapa de Series? Dos choques muy complicados, curiosamente ante dos equipos que también están clasificados y que pasan por un buen momento futbolístico. El primer duelo es ante Municipal en Villa El Salvador, que marcha cuarto con 69 puntos y con el agregado de tener la certeza de que si gana habrá relegado de su posición al elenco del Rímac. Por último, los dirigidos por Mariano Soso deben cerrar la etapa de Series ante Melgar en el Gallardo, el que acaso es el principal candidato para obtener el bicampeonato.

Cristal podría caer ubicado en las semifinales ante Melgar, elenco con el que disputó la final del 2015. (Foto: La Industria de Chiclayo)

Lo peculiar del asunto es que el elenco dominó, si se sigue la secuencia decadente de los cerveceros, tendría que ser su rival inmediato en las semifinales, lo cual desde el saque trastoca la definición. Como se recuerda, ambos protagonizaron la final de la temporada 2015 y tenían el peso suficiente para reeditar dicho desenlace del año pasado.

Más allá de la mala racha de Cristal, apoyada puntualmente en un tema de actitud y de ganas para resolver los partidos, cuesta creer que lo del plantel cervecero sea recuperable. La decadencia se ha ido acrecentando con el correr de las fechas, razón suficiente para suponer, con los números y el fixture en mano, que se trata del equipo que va a llegar en peores condiciones a las semifinales.

Foto: La Industria de Chiclayo


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La crónica del Aurich 0 - Cristal 0: Conjunto nulo

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