A diferencia de lo ocurrido ante Universitario días atrás, San Martín consiguió reflejar en el resultado final la superioridad que mostró ante Alianza. No obstante, los santos volvieron a sufrir ante un rival con problemas de orden y elaboración de juego.
    Alonso Cantuarias | @alonso_cantu
    Columnista editorial

En menos de cinco días, San Martín protagonizó dos partidos con diversos símiles ante Universitario y Alianza Lima, que mostraron la mejor y peor cara del equipo de Del Solar, las mismas que explican por qué el equipo pelea el descenso pese a practicar el mejor juego ofensivo del campeonato.

1) Ante los compadres, los santos se adelantaron rápidamente en el marcador (ante Universitario lo hizo a los 7’ y ante Alianza a los 2’) y esto propició que el partido se acomodara a su juego. Las necesidades de sus rivales por buscar el empate provocaron que se generaran más espacios para el tridente ofensivo conformado por Alexander Succar, Cristian Ortiz y William Palacio, que volvió a demostrar su desequilibro y facilidad para rotar posiciones en el frente de ataque.  Sin embargo, en ambos partidos también se evidenció la irregularidad de este trío en su labor de soporte defensivo al presionar la salida del rival y evitar la subida de sus laterales.

2) Con sus rivales volcados al ataque durante buena parte del trámite, a San Martín se le facilitó el juego al tener la opción de agruparse en defensa y apelar a los contraataques. Si ante Universitario Sergio Peña fue el que más sobresalió en el mediocampo al permitir una salida clara y precisa, en Matute las figuras de Wilder Cartagena y Joel Sánchez se llevaron los reflectores. El problema radica en que la línea de volantes de San Martín funciona más para el tránsito de defensa a ataque que para soportar las arremetidas de sus contrincantes. Pese a jugar con dos equipos con problemas de elaboración y que apelan a las acciones individuales para romper líneas, los santos no fueron capaces de temporizar su juego y aprovechar el desorden de su rival. En el Grau, Diego Manicero permitió que Universitario cobrara vida, mientras que Alianza Lima pudo llegar al empate transitorio gracias al ‘empuje’ de Jossimar Atoche. 

Juan Tuesta ingresó y le dio solidez al mediocampo albo. (Foto: Pedro Monteverde / DeChalaca.com)

3) Independientemente del tema de los goles y la efectividad, la diferencia en los resultados de los santos ante Universitario y Alianza Lima se debió a los replanteos tácticos de ‘Chemo’. Si ante los cremas, Del Solar demoró en efectuar modificaciones y solo apeló a refrescar sus extremos en los últimos minutos, ante los íntimos el ingreso de Tuesta fue vital para darle mayor solidez al medio campo y así impedir que Alianza tuviera comodidad y espacios para generar jugadas, considerando los ingresos de Montaño y Landauri, dos hombres que se caracterizan por priorizar el juego al ras.

Como un bonus track, es pertinente señalar que en los dos últimos partidos el tema del arbitraje perjudicó a San Martín, concretamente con relación a penales mal cobrados en su perjuicio (Andy Polo y Diego Manicero contra Universitario) y a omisiones clamorosas como una mano de Walter Ibáñez dentro del área blanquiazul que no fue sancionada.

Fotos: prensa San Martín, Pedro Monteverde / DeChalaca.com


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La Crónica del Alianza Lima 1 - San Martín 2: Respetable distancia

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