En una de sus mejores presentaciones en 2016, la Vallejo no supo sobrellevar su ventaja y cayó ante Melgar. El 'Dominó', con un juego más práctico y eficiente, ganó 2-3, complicó al 'Poeta' en la parte baja de la tabla y, de paso, se consolidó en el grupo de los cuatro primeros del Descentralizado.
    Kenny Romero | @kenny_romero
    Director Periodístico

Los lamentos quedan de lado. Más si en Trujillo hicieron el máximo esfuerzo posible para sacar adelante el encuentro y el resultado no arrojó beneficio alguno. La Vallejo, en zona de descenso en plena recta final del Descentralizado, tuvo la obligación de sumar de a tres. A su vez, debió dejar de parpadear y empezar a concretar sus lapsos de dominio en resultados favorables. Pero ni uno ni lo otro. Y poco tiene que ver -si se pretende echar culpas- la ausencia de Salomón Libman -por expulsión- o la presencia desde el vamos del juvenil Roberto Ronaldo Céspedes.

El 'Poeta', esta vez, tuvo enfrente a un Melgar que no fue más que su rival en todo el partido. Y es más, que probablemente tampoco hizo los méritos para irse ganador de la Ciudad de la Eterna Primavera. No obstante, si hubo una diferencia entre las propuestas de Ángel Comizzo y Juan Reynoso, ella pasó por la efectividad. La Vallejo saltó a la cancha con una conformación absolutamente ofensiva y fue capaz de penetrar en más de una oportunidad a su rival, pero sufrió de su gran tara en todo 2016: los problemas para encajar el balón en el arco de su contrincante, en este caso defendido por Luis Llontop.

Y así como el local tuvo a Donald Millán como el principal estandarte en lo que a generación de jugadas ofensivas se refiere, Melgar contó con un arma clave que, en este compromiso, gozó de su primera gran aparición estelar en el fútbol peruano: Jean Pierre Barrientos. El uruguayo fue uno de los verdugos del poeta en la noche trujillana. Anotó por partida doble en el arco de Éder Hermoza, en ambas ocasiones para poner adelante en el marcador al cuadro arequipeño.

Villamarín anotó el autogol que empató el marcador. (Foto: La Industria de Trujillo)

Esos tantos del 'Dominó', dicho sea de paso, llegaron en momentos en que el contexto del partido le favoreció a la Vallejo. Por eso, el gol que convirtió Ronald Quinteros, el de la primera igualdad transitoria, así como el desafortunado autogol de Édgar Villamarín para el parcial 2-2, se celebraron en el Mansiche como si hubieran sido las anotaciones del triunfo. La sensación era clara: se había remado una barbaridad y no se podía morir en la orilla.

>>>Clic aquí para leer más: La racha de autogoles de Melgar

Sin embargo, el destino pareció tenerle preparado un infausto momento al equipo de Comizzo, quien sufrió y renegó más de la cuenta. No solo por el percance en la variante de Kevin Príncipe, atacante que debió entrar por Carlos Olascuaga pero que, por un error externo en la papeleta, lo hizo finalmente por Luis Enrique Álvarez y generó así una variante nominal en la conformación local (Olascuaga fue improvisado como lateral derecho). También lo hizo porque en una de las últimas jugadas del partido, Melgar le dio el portazo en la cara, justo por la banda en la que se generó el cambio involuntario, y se llevó los tres puntos gracias al gol de Bernardo Cuesta, cortesía previa de Nilson Loyola.

La Vallejo, en una de sus mejores exhibiciones de la temporada, nuevamente se quedó sin premio alguno. Y el infierno del descenso, a falta de seis partidos, cada vez la acecha más. Podrá brindar espectáculo, como lo hizo esta tarde-noche de miércoles en el Mansiche, pero ello a estas alturas no es suficiente. Hay rivales, como Melgar en esta oportunidad, que a punta de eficiencia se pueden llevar hasta la cereza del pastel.

Las Fotos

Los goles

Fotos: La Industrilla de Trujillo


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Comentarios ( 1)add
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escrito por David , October 20, 2016
El fútbol es así. Melgar muchas veces ha jugado mucho mejor que el rival y ha tenido que confirmarse con un empate; eso ya se acabó, se aprendió de los errores. En esta vida se tiene que ser eficiente, a la mejor oportunidad sacarle petróleo y eso hizo el campeón peruano. Ese equipo trujillano mal armado solo con ganas no le podía ganar a un equipo con trabajo y oficio como lo es nuestro campeón.
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