Grandes preguntas del verano: Liderazgos comparados

De los liderazgos en Universitario se ha hablado mucho en los últimos años. Desde el retiro de José Carranza, ícono moderno -amén de detractores- de la garra crema, ha sido natural buscar un heredero de su voz de mando en el vestuario, y por eso las campañas exitosas del cuadro crema en el presente siglo tuvieron caudillos visibles. Así, en 2009 lo fue el argentino Carlos Galván, y en 2013, Rainer Torres, ambos reconocidos por la encuesta desarrollada por DeChalaca a propósito del nonagésimo aniversario del club como los mayores símbolos de la 'U' en la era contemporánea.
Retirado Galván, alejado Torres de Ate y mudado a Ayacucho Antonio Gonzales, el -también controvertido- portador del sino de Carranza de vestir una sola camiseta en su carrera, en la 'U' flota una incógnita importante. Si Alianza busca un '6' y Cristal un zaguero central, el cuadro crema se cuestiona en el verano algo menos táctico y más anímico: quién será el líder este año. Por eso, no sorprende que las presencias como invitados en pretemporada de Luis Guadalupe y John Galliquio apoyen argumentaciones en torno de que alguno de ellos podría quedarse en el club para cubrir ese vacío.
¿Es imprescindible que o Guadalupe o Galliquio se queden y aporten la cuota de voz de mando o hay apellidos más indicados para hacerlo en el plantel merengue este año? Podría encontrarse hasta tres estilos alternativos que aquí se repasan.
Estilo uno: El guante de Fernández
El arco es un lugar en el que Universitario ha sabido tener referentes históricos. Raúl Fernández, crema de formación y convicción, es ya uno de los arqueros más representativos del club, al menos en el siglo XXI. Y con 30 años cumplidos, ha llegado a la edad en la que los arqueros hacen gala de madurez.
Ciertamente, el pasado reciente no ha sido el más feliz de la carrera de Fernández. Su regreso al club en 2015 no fue por la puerta grande, sino para protagonizar una competencia para muchos forzada con José Carvallo y también para cometer alguno que otro blooper en el que fue un inicio de temporada atroz para los merengues. Eso causó que fuera cuestionado por quienes siempre habían celebrado sus atajadas, acaso porque siempre lo más reciente es más recordado entre el hincha promedio y las preferencias por el arquero héroe de 2013 eran naturalmente mayores que por las del golero héroe de 2009.
Este año comienza con Carvallo trasladado a UTC, lejos de Ate. Por eso, 'Supermán' tiene todas las chances para olvidarse de rotaciones y polémicas, y adueñarse así de un puesto en el que los jóvenes Cáceda y Zubzczuk lo ven como referente. Es una oportunidad importante para que afiance su voz de mando y ordene al equipo desde el fondo, sobre todo a una zaga menos experimentada que él. El apellido, sacrosanto en Universitario, lo avala: ¿quién mejor que un Fernández para representar liderazgo con la camiseta crema?
Estilo dos: El acento de Guastavino
El fichaje más celebrado en Ate para este año ha sido el regreso de Diego Guastavino, integrante principal del plantel campeón de 2013, quien anduvo un año en el Querétaro mexicano y otro en el Universidad de Concepción chileno. Contrasta por completo el olor a multitud en el que vuelve a vestirse de crema con las dudas y murmuraciones que su fichaje, junto al de su compatriota Sebastián Fernández, despertaron cuando ambos llegaron bajo la férula de Ángel David Comizzo hace tres veranos.
Sucede, pues, que 'Guasta' ha seguido un tránsito con el que se identifica mucho el hincha crema: el de luchador y guerrero. No solo por su estilo uruguayo de jugar a la pelota -con fuerza y a la vez con calidad-, sino por haberse sobrepuesto a la adversidad y terminado escribiendo una historia de éxito. Vale recordar que los ataques a su persona fueron tan fuertes que en un momento debió cerrar su cuenta de Twitter; pero a pulso de goles, garra y buen trato de balón acabó convirtiéndose en el conductor emblema del equipo de Comizzo, con un gesto de grito de gol henchido en la final ante Real Garcilaso que el Monumental jamás olvidará.
Asociado naturalmente con Diego Manicero, un comparsa para la elaboración que no tuvo en su primer paso por Ate -Cristofer Gonzales hacía más labor mixta-, las posibilidades de Guastavino se multiplican, y a la vez le queda margen para liderar y ordenar. Ya no es un desconocido: habrá muchas miradas sobre él, tanto propias como rivales, pero sobre todo habrá compañeros a la espera de que él les indique el camino del triunfo. Se verá, sin duda, a un volante uruguayo más maduro y adaptado al medio, y al que el propio Chale, devoto si los hay de confiar al creativo muchas funciones en sus equipos, tendrá en una usina especial. De él dependerá lucirla.
Estilo tres: El pique de Ruidíaz
La identificación de la 'Pulga' con la hinchada de Universitario está fuera de discusiones. Cuestionado en algún momento por haberse ido a Melgar por una oferta económica superior, su cariño a la camiseta quedó demostrado con su regreso a media temporada 2015 para capear el temporal y ayudar a la 'U' primero a mantenerse en la categoría y, luego, a clasificar impensadamente a la Sudamericana. Bueno, "ayudar" queda corto: hubo momentos en los que el equipo lo conformaron él y diez más.
Consagrado como piloto de ataque total, este 2016 Ruidíaz tiene a Hernán Rengifo como compañero acaso ideal para que pueda moverse con mayor libertad por el frente de ataque y no tenga que empujarlas todas él. Con 25 años, es el único jugador del plantel que participó de las campañas de los dos últimos títulos cremas, aval inmejorable. Su estilo de declaración breve y un perfil identificable con el barrista de torso desnudo y tatuado es una fuente de liderazgo joven alternativo e indiscutible.
Jugará solamente en contra de esta posibilidad que Ruidíaz esté, tanto este verano como todo el tiempo que se quede en Ate, en coqueteo permanente con una nueva posibilidad de migrar al extranjero, algo que ciertamente no ha hecho por voluntad propia ya que condiciones -demostradas largamente en su periplo en Universidad de Chile- le sobran muchas. Por tanto, lo suyo representará un caudillaje complementario al que puedan ejercer Fernández y Guastavino, acaso como nexo con los más noveles del plantel.
La suma que no es cero
Los de Fernández, Guastavino y Ruidíaz son estilos que pueden conjugarse para hacer un Universitario con columna vertebral sólida y con capacidad de mando línea por línea. El observador quisquilloso hará notar que la única zona del campo que no cuenta con un referente similar es la defensa, y eso abonará más todavía a favor de la tesis de que Guadalupe, Galliquio o los dos podrían (o deberían) quedarse en Ate. Y valgan verdades, no se trataría tampoco de liderazgos disruptores respecto de los planteados, sino también funcionales. Por eso, en Ate se deberá evaluar si realmente esas incorporaciones restarían más de lo que sumarían o, en realidad, son piezas de experiencia que podrían contribuir a un equipo más equilibrado.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: Luis Chacón y Raúl Chávarry / DeChalaca.com, Andina
