Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.comLos últimos días de San Simón han sido de cambios: la junta directiva encabezada por Job Uribe renunció y el nuevo presidente del club es Dante Mendoza. Además, José Carlos Amaral se convirtió en el nuevo entrenador colegial tras la salida del 'Negro' Julio Zamora.


Los problemas económicos en San Simón no eran ningún secreto. Fuera de las complicaciones económicas de la temporada anterior, la misma que fue refinanciada para que el equipo pueda participar en la Segunda División, se sumaron notorios inconvenientes de planificación para captar a potenciales auspiciadores en 2015, los mismos que han generado una severa crísis financiera en el plantel colegial durante la Segunda 2015. Ello ha traído como consecuencia el retraso de las mensualidades y un sinceramiento dirigencial que culminó con la renuncia de la plana mayor y, además, con la salida del DT de turno.

Al colegio sin leer ni escribir

Lo señalado, con las disculpas del caso, podrá sonar muy agresivo, pero en realidad no es más que un reflejo de lo que significó la gestión de Job Uribe al frente de San Simón. El expresidente colegial, quien presentó su renuncia el último jueves -al igual que toda su junta directiva-, no fue capaz de regularizar las deudas que arrastró la entidad moqueguana de la temporada 2014; de hecho, la falta de liquidez terminó en la resta de dos puntos en el torneo de ascenso al haber incumplido con uno de los pagos, y también en la falta de caja chica para cumplir con los sueldos de la actual plantilla.

Según las fuentes moqueguanas, al plantel se le quedó debiendo alrededor de dos meses de sueldo, motivo por el cual hubo hasta un amago de huelga en los últimos días. Por esa razón es que Job Uribe decidió dar un paso al costado, señalando la imposibilidad que existió para conseguir el dinero vía algún auspiciador o a través de las constantes peticiones a las empresas de la localidad. Por fortuna, en pleno entrampamiento por saber qué va a pasar con San Simón, aparece en escena Dante Mendoza Aybar, un abogado y empresario que es dueño de maquinarias pesadas y que, si bien no es socio del equipo, tomó -como concesión- las riendas del plantel colegial.

Por amor a la camiseta

San Simón, con la llegada de Amaral, espera dar el gran salto en la tabla. (Foto: Fredy Mamani / Deportes Luminar) 

Con el nuevo presidente de San Simón, quien en una prueba palpable de la dependencia del mecenazgo que existe en el fútbol peruano, va a trabajar al frente del club sin una junta directiva (por lo poco usual y la mínima importancia que se le da al -aparentemente- encontrar salida a las deudas), la primera decisión que se tomó fue la de gestionar la salida de Julio Zamora en la dirección técnica del equipo colegial. Tal determinación, de acuerdo con lo que señalan los medios moqueguanos, es porque el salario del 'Negro' era muy elevado de acuerdo con el presupuesto que se va a contar de acá para adelante.

Una vez oficializada la salida de Zamora (situación que llevó a que el preparador físico Daniel Galo diriga al plantel en la derrota 2-3 ante Willy Serrato), el nuevo presidente de San Simón se puso en contacto con un conocido de la casa, el brasileño José Carlos Amaral, quien aceptó la propuesta que se le presentó y este martes va a ser presentado como el estratega que, en diez jornadas por disputar en la Segunda, se encargue de devolverle la brújula al equipo y le permita soñar con el retorno a Primera División.

La aparición de un nuevo mecenazgo, esta vez escenificado en Dante Mendoza, ¿será la salvación para la crisis económica en San Simón? A las pruebas va haber que remitirse.

Composición fotográfica: Aldo Ramírez / DeChalaca.com
Foto: Fredy Mamani / Deportes Luminar


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