Bolognesi - Gálvez: Es mejor que te sientes
La consecución de derrotas empezaba a tejer un panorama poco alentador en Tacna. Último con tres unidades en la tabla, carente de goles y con un escaso plantel, Bolognesi rozaba los infiernos. Silenciosamente, fue acumulando las peores cifras del campeonato. Si quería resarcirse de su infausta situación, tenía que derrotar nada menos que el actual puntero, sólido e inexpugnable en el transcurrir de las últimas fechas. Si alguien le apostó a Gálvez a ganador, salió trasquilado. Bolo ganó, rompió su mala racha y dejó a su rival en inmejorable posición de perder el liderato.
Pésima fortuna
Al conjunto escarlata, tal parece, ya le había ocurrido todo lo malo posible en el campeonato: ser vapuleado en su cancha y en las ajenas, tener que lamentar sus derrotas casi siempre con un hombre menos en el campo e, incluso, obligado a realizar rotaciones de conformación en pleno trámite para suplir sus falencias colectivas e individuales. Hoy se le sumó una nueva fatalidad, en el momento menos oportuno: Rodas quedó tendido en el gramado del Alto de la Alianza cuando apenas se iniciaba el fútbol. Su lesión trastocó toda la lectura de Mosquera. Ingresó ‘La Chola’ Salazar y se tuvo que recomponer (como tantas veces) el esquema sobre la marcha.
Ultra ofensivo
Sorprendió una vez más ver a Jhonatan Acasiete convertido en el abanderado tacneño. Al hermano del ‘Santi’ ya lo habían hecho desenvolverse en casi todas las posiciones defensivas posibles: actuó de líbero, zaguero central y marcador izquierdo. Hoy, ante la reaparición de Chumpitaz por el carril zurdo, se le asignó una nueva posición: la banda derecha. Y para variar, no desentonó. Por su sector se originaron las llegadas más riesgosas para el área chimbotana. Apoyó por esa misma franja a un Vera más adelantado.
Avasallado por voluntad propia
Gálvez, ni por asomo, brindó una actuación digna de un equipo que pretende pelear los primeros lugares. Ya algo similar le había ocurrido en jornadas anteriores, sobre todo tras una victoria en Matute ante Alianza Lima. El cuadro de Rafo Castillo deja la impresión de quedarle grande el protagonismo. Cruzado, Barreto y Paul Cominges, sus principales armas ofensivas, anduvieron desaparecidos, aunque fueron bien neutralizadas por los hombres de marca escarlata. Solo Iriarte intentó por momentos ponerse el traje de frac, pero su incansable labor no fue suficiente.
Patito feo
El error del local durante gran parte de los 90’ fue casi siempre el mismo: abordaba sus intentos ofensivos vía Barrios y Vera, iniciados previamente por un Gamarra transformado en aduana, pero con imperfección al momento de romper el cerco visitante. ‘Bolo’ se mostraba ofensivo, pero pecaba cruelmente en la definición. Stagnaro, el único punta, no la atinaba a ninguna opción clara de gol. Sin embargo, hubo un detalle adicional que también colaboró con esta monotonía: la poca predisposición a dejar jugar por parte de Luis Seminario, el juez de la contienda. Se mostró errático en sus cobros, acabando con algunas opciones favorables para el anfitrión.
Ya lo merecía
La tendencia del aún colero fue la misma en todas sus confrontaciones: caer en la desesperación, perder los papeles y mandar al tacho el partido en pleno trámite. A falta de 25’, Gálvez, sin quererlo, había pasado a tomar posesión del juego y hacía suponer que esta historia podía repetirse. Pero no. Una genialidad de Soto, fuera de contexto, fue suficiente para que Bolognesi consiguiera su primer triunfo en el campeonato. Con el término de su prolongada racha sin conocer victorias, surge una interrogante: como en temporadas anteriores, cuando su nefasto papel era revertido con un solo triunfo que le permitía levantar vuelo, ¿este joven ’Bolo’ estará en condiciones de cambiar su historia en este Descentralizado?
Fotos: Diario de Chimbote