Vallejo - Bolognesi: Perder no es mi verbo
Tres derrotas al hilo ya colmaban la paciencia del aficionado trujillano. Vallejo cuenta con un plantel que no debería tener problemas para seguir peleando los primeros lugares, pero que, amén a los últimos resultados cosechados, empezaba a transitar en la medianía de la tabla. Hoy, ese mismo aficionado malhumorado de las semanas anteriores salió con una sonrisa, aunque tibia nomás. Su rival de turno no viene manejándose bien y, tal parece, solo empieza a cavarse su propia tumba.
Experimento fallido
Bolognesi encaró el compromiso con cierto letargo. Se dejó avasallar desde los primeros minutos por un conjunto poeta decidido a liquidar las acciones y recuperar su sed de victoria. Probablemente Mosquera erró al intentar (o improvisar) una línea de tres al fondo, con Acasiete como líbero y Zela junto a Esteban como stoppers. El desequilibrio era notorio: estos tres jamás se conectaron con Delgado, el único volante central, y mucho menos con Barrios o Vera, este último actuando en una posición más adelantada. Las consecuencias llegarían al acto: los grandes espacios en la mitad del terreno de juego se convirtieron en un campo de diversiones para Páez, Cordero y compañía.
Si jugara siempre así
La figura durante los 90' fue Luis Cordero. Fue el abanderado del medio sector trujillano, jamás le robaron el esférico y ejecutó grandes habilitaciones para que sus atacantes pudieran penetrar la valla bien conjurada por Horacio Ramírez, que salvo a su equipo de una goleada de escándalo. Además, el 'Pompo' tuvo participación directa en los dos primeros goles: fue artífice de una habilitación trabajada con elegancia y sutileza para Caldas, que definió al mejor estilo de Ronaldo, y envió un centro perfecto desde la esquina para el posterior cabezazo de Hernández, que se elevó por sobre la humanidad de Esteban. El rendimiento del '8' trujillano viene en ascenso y hoy por hoy es clave dentro del esquema táctico de Mario Viera.
Nunca se puso mosca
Era de suponer que, tras el golpe de entrada, en tienda escarlata tenía que reacomodarse todo de inmediato. Cuando 'Bolo' estaba abajo en el marcador por la mínima diferencia, desde el banco de suplentes llegó una indicación oportuna al gramado artificial del Mansiche: "¡Todos a su lugar!". En otras palabras, retornar a la línea de cuatro que tiene a los tacneños de derrota en derrota en el campeonato, pero que, al menos, les resulta familiar. Así, Vera volvió a su habitual posición de marcador derecho, y la novedad estuvo en el sector izquierdo: Acasiete se apoderó de esa banda y, gracias a su eficiencia en la marca y sus constantes trepadas, contagió de ganas a sus compañeros para acercarse a la igualdad, pero sus atacantes estuvieron en otra órbita. Stagnaro aún esta muy ligero y Barros salió del terreno entre algodones; su relevo, Jesús Rey, tampoco trascendió.
(Re)aparición interesante
En el banco opuesto, Viera dispuso el ingreso de Alejandro Ramírez, mediapunta zurdo que erróneamente fue señalado como debutante absoluto en el campeonato en plena transmisión televisiva, cuando ya había participado en el encuentro de la segunda jornada ante CNI y durante escasos minutos en la paridad obtenida ante Cienciano en el Cusco. Después de Cordero, la joven promesa poeta se robó todas las palmas del coloso trujillano. Se comprendió a la perfección con los hombres de la medular, tuvo a mal traer a la zaga tacneña y gozó de oportunidades para liquidar las acciones. El ímpetu por querer penetrar el pórtico escarlata le jugó una mala pasada en el puntillazo final, pero su presencia causó una grata impresión y fue vital para terminar de redondear la faena.
Estocada final
Bolognesi ya se había vuelto a descontrolar. Su única posibilidad era mediante alguna jugada de balón parado o el desequilibrio de Rodas, pero el volante argentino anduvo muy escondido y no se encontró con su verdadero fútbol -o, mejor dicho, no dejaron que se encuentre-. Los responsables de esto fueron ‘Manzanón’ Hernández y el reubicado Yglesias, quienes lo neutralizaron bajo todo tipo de recursos. Así, todo estaba servido para que Vallejo cerrara la persiana con honores. Y el encargado de esto fue el ingresado Zúñiga, que con su anotación terminó por cortar la racha negativa en la que se encontraba inmersa su equipo. ¿'Bolo'? Sigue tocando fondo en el campeonato. Sin cambios de inmediato (ya cansa repetirlo), su suerte estará echada.
Fotos: diario La Industria de Trujillo