Foto: revistareplicante.comEn Alemania 2006, Argentina enfrentaba a México por el pase a Cuartos. Un empate 1-1 en los 90 minutos daría lugar a unos tiempos suplementarios de infarto, que culminarían con el pase de los primeros gracias a un espectacular bombazo desde fuera del área de Maxi Rodríguez en el minuto 98.

 

Minuto 98. Octavos de Final, Leipzig. México le haría un partido digno de recordar a los argentinos por el desenlace de los hechos. Iniciaba el partido y, a los 6’, Pavel Pardo se acomodó para centrar un tiro libre con su diestra, el mexicano coló un servicio que fue peinado por Mario Méndez y encontró solo al ‘Rafa’ Márquez dentro del área. Barrida rápida y perfecta por parte del zaguero para batir a Roberto Abbondanzieri, todo parecía ponerse cuesta arriba para Argentina que veía como el capitán mexicano hacía explotar el Red Bull Arena.

No pasaría mucho para que, a los 10’, Juan Román Riquelme tomara el balón y se posicionara para ejecutar un córner. El ‘10’ imprimió un centro venenoso buscando a Hernán Crespo en el área mientras que este forcejeaba con Jared Borgetti, en la pugna entre los dos ‘9’ ganó el mexicano pero, en su intento por rechazar, clavó un cabezazo en su propia valla. Autogol que es considerado como tanto del delantero argentino y que fue así consignado por el principal suizo Massimo Busacca.

 

 

El partido se tornó muy reñido después del empate, jugadas claras en ambos arcos pero teniendo en ambos arqueros héroes imbatibles. A los 84’ ingresaría un joven Lionel Messi para reemplazar a un extenuado Javier Saviola. José Pekerman ya había mandado antes a Carlos Tévez por Crespo y a Pablo Aimar por Esteban Cambiasso. La consigna: verter todo el equipo al ataque. Sin embargo, no pudo evitarse el alargue tras un buen planteamiento de Ricardo La Volpe, quien supo soportar los embates rivales con un mejoramiento del mediocampo.

98 minutos de juego, Messi recibe por el medio y amaga a un par de jugadores antes de abrir el pase para un Juan Pablo Sorín que llegaba embalado por la banda izquierda. El experimentado capitán levantó la cabeza y metió un balonazo cruzado para Maxi Rodríguez que se encontraba por el extremo derecho, casi al borde del cajón del área. Lo que pasó a continuación fue inolvidable y totalmente fuera de serie: Maxi la aguantó con el pecho y, siendo él diestro, empalmó un zurdazo en primera sin dejar que la pelota toque el gramado. Balón al ángulo y un gol espectacular que a la postre le daría la clasificación a Argentina a Cuartos. Risas, llantos, júbilo y dolor en la cara de los espectadores que no pueden terminar de creer lo que han visto, la conjunción de sentimientos encontrados que genera el fútbol y lo inexplicable de su sino se hacían presentes en Leipzig.

Los mexicanos se irían aplaudidos tras la derrota y los argentinos encarrilarían a la siguiente fase con un gol de máxima categoría. En cuartos, Argentina sería eliminada 4-2 en tanda de penales por una Alemania que tendría la recordada aparición de Jens Lehmann y sus dos penales atajados gracias a algún mágico papelito. Sin embargo, nadie olvidaría aquel golazo que hizo levantar a más de uno de sus asientos y cerró un partido de forma histórica para muchos, un gol que más que la clasificación a Argentina, le dio alma.

Foto: revistareplicante.com; Video: Youtube / Usuario Pedro Fiora

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