Huancayo - Vallejo: Maravillas impredecibles
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El capo: Y llegué yo
Maximiliano Antonelli fue la pieza de recambio perfecta para que el equipo de Víctor Rivera consiga remontar el resultado. Al argentino le bastaron solo 20 minutos para marcar los dos goles que le dieron la victoria a su equipo. Es más, ingresó a los 70’ y apenas al minuto siguiente se encargó de darle vuelta al marcador. Mención aparte para Germán Alemanno, quien puso el empate transitorio, y para Daniel Chávez, quien se vistió de asistidor en dos anotaciones.
La clave: No me desordenes el equipo
Gonzalo Arguinchona se desesperó luego de que el cuadro visitante logró el empate. Así, en su afán por querer ganar el partido, sacó a Blas López a los 66’ y colocó a Jean Paul Maraví. El joven volante no pudo suplir la función de repartidor que el paraguayo ejercía en el mediocampo y se vio asediado por la jerarquía del cuadro poeta en la delantera. Así, perdido entre la labor de marca y generación, no cumplió en la zona medular y la Vallejo aprovechó para liquidar un partido que se le facilitó mucho má con la tonta expulsión de Fernando Masías a los 77’.
La calamidad: Cosas de colegio
Fernando Masías no venía realizando un buen partido: con serios problemas por la banda izquierda en la cobertura y muchas jugadas al límite por las que reclamaba airosamente, parecía que su cambio era cantado. No obstante, el DT de Huancayo decidió dejarlo en el campo y el lateral no tuvo mejor idea que hacerse expulsar con un codazo descalificador a Alemanno, quien venía haciéndolo sufrir por ese sector. El jugador local no aguantó la presión y en respuesta le encajó un golpe como muestra de impotencia.
La joyita: Como en el patio de recreo
Antonelli regaló una joyita a los 71’, justamente en el tanto que dio vuelta al marcador. El delantero recibió un servicio completamente solo y remató a quemarropa frente a Michael Sotillo; no obstante, el portero sacó bien el guantazo y le devolvió el balón. Siguiendo con la jugada, el argentino amagó e hizo tirarse al portero a un costado para definir con un sutil toque al lado opuesto, apenas a centímetros del golero que vio como pasaba lentamente la pelota. Soberbia definición que suele apreciarse en partidos de fulbito.
El tapadón: No le salió ninguna
Johan Sotil fue el que más se esmeró en la Vallejo en la primera mitad y en parte del complemento. De hecho, tuvo hasta dos jugadas individuales que fueron de gran peligro para Huancayo. La segunda fue a los 50’: el cerebral volante poeta escaló por izquierda y encaró para adentrarse en el área; ya perfilado, sacó el zurdazo que se iba a clavar en el ángulo, pero apareció certero Sotillo para poner la mano y desviar el balón al córner.
El duelo: Pase libre
El ‘Cholito’ Sotil no tuvo problemas para superar constantemente a Masías en los 70’ que disputó El lateral del ‘Rojo Matador’ fue una puerta abierta y no pudo ante los quiebres del ‘10’ poeta que no se cansó de dejarlo en ficha.
El cambiazo: Imprecisión por gol
Daniel Chávez ingresó a los 70’ por un Andy Pando que venía teniendo un partido flojísimo: el atacante centró en su primera jugada y esta terminó en el primer gol. Además, le puso el tercero a Antonelli para que defina a placer y selle el encuentro.
Kazuki Ito: Pudo haber perjudicado
La cuarteta arbitral comandada por Roberto Mauro tuvo una actuación poco elogiable. En primer lugar, el penal cobrado a Ángelo Cruzado a los 9’ no existió pues el jugador había caído solo en el área, pero el de negro igual cobró. Para colmo, en el complemento, Alberto Tello se equivocó hasta en tres ocasiones con opciones claras de gol para la Vallejo, anulando por supuestas posiciones adelantadas que no existieron. De haber sido otro el resultado, el arbitraje pudo haber perjudicado seriamente al cuadro trujillano.
Fotos: Diario Primicia de Huancayo
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escrito por Juan Carlos Castillo , November 09, 2013