Ineficacia total
El capo: Muro charrúa
Excelente partido del uruguayo Martín Silva. El exjugador de Defensor Sporting transmitió mucha seguridad y fue uno de los principales responsable de mantener la portería visitante invicta. En un partido donde el mínimo error podía echar abajo la estrategia defensiva, Silva se mostró sobrio y seguro durante todo el cotejo y ahogó el grito de gol local ante sendos remates de Leandro Euzébio, Jean y Rafael Sobis.
La clave: El ratoneo guaraní
Olimpia salió al campo con un esquema 3-5-2 en el que los cinco volantes, por lo general, estuvieron detrás de la media cancha. Con ello, los grandes sacrificados fueron Salgueiro y Bareiro que apenas tocaron el balón en el primer tiempo e hicieron a Diego Cavalieri un espectador del partido dentro del campo. La apuesta del cuadro guaraní salió perfecta: privilegió el cero en arco propio y generó algunos contragolpes pero de manera muy tibia.
En contraparte, Abel Braga planteó un 4-3-2-1 en el que Fred fue el único delantero en punta y estuvo acompañado por Wellington Nem y Wagner. Sin embargo, dado que Olimpia apenas atacaba y necesitaban meter un gol, el equipo brasileño acabó el cotejo con cinco delanteros pero ni así pudieron vencer el pórtico custodiado por Silva. Al final, entre las atajadas del portero y la inoperancia de los atacantes locales, el empate sin goles terminó siendo el marcador más justo para este partido.
El tapadón I: Temprana incursión
A los 4’, Wellington Nem envió un centro desde la banda derecha que llegó a los pies de Leandro Euzébio. Mientras los defensas visitantes reclamaban un fuera de juego que no existió, el defensor de Fluminense no pudo acomodarse correctamente y su remate fue atajado por Martín Silva que interpuso su humanidad para desviar la trayectoria del balón al tiro de esquina.
El tapadón II: Ni de pelota parada
No contento con las notables intervenciones en el primer tiempo, Martín Silva también fue protagonista en la segunda mitad. A los 78’, Fluminense ganó un tiro libre cerca del área visitante; Rafael Sóbis tomó el balón y se perfiló a su pierna derecha. Sin embargo, su potente remate fue desviado al tiro de esquina tras una espectacular intervención de Silva. Cabe señalar que, si bien el remate iba al centro, el portero uruguayo supo poner las manos para despejar el balón pues el remate de Sóbis llevó bastante potencia.
El jugadón: Lo hizo dudar
Corrían los 64’ cuando Fred tomó el balón en mediocampo y envió un pase preciso a Rhayner que desbordaba por derecha. El diminuto atacante ingresó al área visitante y eludió al portero Silva; sin embargo, cuando se disponía a rematar, Silva se recuperó y le quitó espacio de definición por lo que el disparo de Rhayner chocó en Silva y fue despejado por Candia.
La calamidad: Grandes sacrificados
Como se mencionó en la clave, Salgueiro y Bareiro fueron los grandes sacrificados en el esquema defensivo de Olimpia. Ambos delanteros participaron muy poco del juego pues cumplieron labores de marca en salida para tapar los pases largos de Edinho y Jean. Dado el 0-0 al fin del primer tiempo, Éver Almeida decidió sacar a Salgueiro con el objetivo de seguir cuidando su portería.
El cambiazo: Faena laboriosa
En la segunda mitad, Almeida envió al campo a Sebastián Ariosa y a Arnaldo Castorino quienes cumplieron a cabalidad la función encomendada. En el primer caso, Ariosa fue un tapón en el mediocampo y administró bien el balón en los pocos ataques guaraníes; mientras que, en el caso de Castorino, el delantero fue el primer jugador encargado de impedir la salida limpia de Jean y Edinho y ganó muchas faltas a favor en el campo rival que sirvieron para enfriar el trámite del cotejo.
Kazuki Ito: Sin mayores contratiempos
La cuarteta arbitral encabezada por Roberto Silvera no tuvo mayor complicación durante el trámite del cotejo. Las amonestaciones y la expulsión de Eduardo Aranda estuvieron ajustadas al reglamento y sus decisiones no influyeron en el resultado final.
Fotos: EFE, AP