La Resaca del Sábado: Vaivenes técnicos
Los entrenadores fueron protagonistas excluyentes de un sábado que vio cesado a uno, en problemas variados a otros y a alguno más levantando cabeza después de tiempo.
Come on, Comizzo
El menottismo revisitado de Ángel Comizzo sacó patente de Indecopi este sábado en el Ciudad de Cumaná. La estrategia de tener y tener la pelota, rotarla y a partir de eso proponer un fútbol aguerrido y peleador funcionó en altura y, especialmente, en una ciudad muy pero muy complicada como Ayacucho. No es solo un tema de oxígeno: es evaluar cómo esta propuesta compleja de expresar la garra crema a través de la tenencia de balón puede legitimarse. Y al parecer el DT maneja algunas premisas que pasan ante todo por la sobreexigencia de chamba.
Comizzo dejó afuera a Guastavino, que tenía los boletos comprados como titular este año. Comizzo no ha mirado ni de reojo a Leguizamón, que para el medio es un tipo competente. Comizzo le ha bajado al dedo, por lo visto, a Ximénez, que retuiteó algunas cosas que al parecer no le gustaron. Comizzo, en cambio, ha optado por volver a la vida futbolística a Miguel Torres y ha respaldado además a Olascuaga: gente correlona, chambera. Y en los últimos dos partidos, los resultados le han respondido favorablemente. Rivales blanditos, dirán algunos: pero van una goleada y un triunfo en una de las plazas más difíciles, en la que además la 'U' jamás había ganado. El estilo Comizzo, pues, aun a los trompicones, se está comenzando a legitimar.
Yuxtaposiciones
Si Comizzo sonríe, Wilmar Valencia lo hace de manera aun más ancha. Su equipo es líder relativamente cómodo, aun cuando tiene que esperar que Real Garcilaso se ponga al día contra UTC en su partido pendiente de la fecha 7. Pero Alianza ya va ganando más de un partido con lo justo y estricto, lo cual no es malo pero a su exigente público a veces no termina de satisfacerle. Como contra el propio Real Garcilaso hace unas fechas, Wilmar alquiló el 1-0 en Matute y se dio por muy conforme ante Gálvez, por lo que priorizó el control de la pelota y del trámite en el segundo tiempo hasta acabar sosteniendo el resultado.
Cierto también es que lo último se le facilitó al DT íntimo por la falta de reacción táctica de su comparsa galvista. Javier Arce careció de eso en Matute: de la capacidad de dar un giro de tuerca para replantear un libreto que visiblemente no servía. Gálvez había visto taponeada desde el minuto 1 su salida por los costados con Manuel Tejada y César Medina merced al buen despliegue de Vidales y Bazán; y Arce se demoró una vida, más que en sustituir a sus dos volantes laterales, en procurar que el juego ofensivo de su equipo se concentrara en el centro del campo. A veces en el Perú, por alguna extraña razón, a los técnicos les cuesta leer los partidos o, lo que es peor, les cuesta aceptar lo evidente y reescribir una historia de forma contraria de como la tienen preconcebida.
Presiones internas
Lo que le está pasando a Rafael Castillo Lazón en UTC es una historia que tristemente es repetida en el medio local: eres héroe en una campaña de ascenso, pero villano una vez que llegas a la élite. Hay ciudades en el Perú en las que la paciencia y sobre todo la consecuencia son bienes escasos, y por eso 'Rafo', apenas meses después de haberle devuelto a Cajamarca el fútbol profesional tras 20 años de espera, está puesto en la cuerda floja por tirios y troyanos, cuando en cualquier país medianamente normal existiría cierto respeto por quien ha conseguido lo que tanto se anhelaba por parte de una hinchada ya bastante sufrida en lo social.
Pero lo especialmente inaceptable en el caso de 'Rafo' es el apronte que ha recibido hace algunas semanas desde el seno de su propio club, cuando el presidente Joaquín Ramírez declaró que su plantel estaba en constante evaluación, para lo cual se venía hablando "con posibles nuevos jugadores y hasta con nuevos técnicos". Una frase de fútbol chacra que no puede ser tolerable en el ámbito profesional por dueño que alguien pueda ser de un club en la práctica, puesto que esa desestabilización tácita a cualquier trabajador es poco menos que humillante. ¿El resultado? Que este sábado en el Héroes de San Ramón, cuando Renzo Benavides ingresó y no daba fuego, la hinchada le haya estado reclamando al propio Joaquín Ramírez el cambio. ¿Quién dirige, el dirigente o el técnico? La gente está malacostumbradísima a las formas gamonales en algunas partes del Perú, y esas taras hay que desterrarlas.
Presiones externas
El 'Maño' Aníbal Ruiz tiene respaldo en la San Martín, pero el crédito se le está agotando. Y no a los ojos de quienes conocemos de su profesionalismo y de su capacidad, sino del que los resultados mismos imponen. El cuadro albo es colero y, aun cuando el Cusco es una plaza siempre compleja como para exigir allí un punto de quiebre, la verdad es doble. Por un lado, que allí al equipo de Santa Anita solió irle siempre bien (hasta antes de este sábado por la noche, el historial de triunfos estaba empatado en choques entre Cienciano y San Martín en el Garcilaso); y por otro, que el propio 'Maño' se puso la soga al cuello al declarar que este era el partido clave para iniciar una nueva etapa para el elenco santo.
En lo táctico, el cuadro albo había encontrado a inicio de semana ante Huancayo una luz: con doble punta le iba mejor. Pero el 'Maño' volvió a emplear a Giusti como único delantero y más bien optó por tener a Montaño y Gutiérrez como desequilibradores detrás, cuando en altura el firulete es menos importante que la potencia que eventualmente puede ofrecerse con mayor volumen ofensivo. Apuestas, al fin y al cabo, pero que están pasando una enorme factura en un equipo en el que cada día se cree menos y en el que, evidentemente, es necesario un punto de quiebre como el que el Cusco sugería que no iba a conceder.
Adiós con viperina
César Tabares renunció a la dirección técnica de Inti Gas tras la derrota ante Universitario. Al colombiano le pasaron factura las tres derrotas seguidas del 'Baloncito Marrón', dos de ellas en casa, lo que no es poca cosa: solo en el arranque de 2010, ante León y San Martín, el equipo gasífero había perdido dos partidos consecutivos en el Ciudad de Cumaná.
Sin embargo, lo desagradable en el cese de Tabares es el fuego oral que disparó contra su antecesor en el cargo, Édgard Ospina, del que no solo habló pestes sobre supuestas costumbres de cobro a jugadores y pagos a árbitros, sino que dijo enviaba gente a Ayacucho para desestabilizarlo y cocinar una posible vuelta a Inti Gas visto su complicado presente en León -donde Ospina también está siendo víctima de hostilizaciones dirigenciales inaceptables al estilo 'Rafo' Castillo-. Acá nadie va a poner las manos al fuego por nadie; pero cierto o no lo afirmado por Tabares, es inconcebible escucharlo declarar algo así cuando después de que Inti Gas venció a León en la fecha 1, él mismo haya efectuado declaraciones periodísticas repletas de elogio al 'Peinadito' que rubricó con un "Ospina siempre será el maestro y yo el alumno". ¿Alguien entiende algo? Coherencia, señores; consecuencia, por favor. El fútbol peruano la necesita.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: cortesía Ovación Digital; Jorge Cabanillas; José Carlos Angulo; Luis Chacón / DeChalaca.com
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lo de rafo castillo escribe que ya no existe el gamonalismo y futbol chacra, oponiendose a la desestabilizacion tacita al dt; en el de san martin indica que la paciencia se esta agotando (tacitamente esta diciendo que vayan buscando otro dt)
ufff ya no sigo