La Resaca del Domingo: Los buenos tiempos

El verano es azul celeste
No se encuentra al tope de la tabla, pero Cristal aparece allá arriba. Una campaña que no parece muy meritoria o destacable para el vigente campeón que se coronó brillantemente la temporada pasada, con larga distancia en el puntaje tras las 44 jornadas e imponiéndose en los dos partidos finales. Ciertamente aún esta no lo es, mirando los resultados, puesto que en seis partidos Cristal ya fue derrotado en dos ocasiones y no pudo vencer al líder Alianza Lima, con lo que lo habría igualado el primer lugar. Debe considerarse que el cervecero divide sus esfuerzos y su concentración entre el Descentralizado y la Copa Libertadores, y aun así se da maña para estar en un cuarto lugar medio mentiroso, porque no es segundo apenas por la diferencia de gol.
En Huánuco, ante León, Cristal presentó al equipo completo y se pudo ver para qué está. Ganó por poco: casi que porque quiso, pues se lo notó bastante superior a su rival. Ahorró esfuerzos porque conoce lo que está jugando y sabe que no necesitaba entregar más. Maneja bien el presupuesto de energía ante rivales que están por debajo de su nivel y saca los resultados justos, como frente a San Martín en la primera fecha. Es un equipo maduro que ya dio muestra de lo que hará a lo largo de la temporada cuando mandó al equipo “B” a Huancayo; allí, en esa plaza durísima, perdió, pero por muy escaso margen. El arsenal celeste se va a encender cuando sea necesario; ya lo sufrió León y pinta para que lo sufran todos.
Los focos de Cristal
Dos jugadores soportan el ataque bajopontino con sus actuaciones destacadas: Renzo Sheput e Írven Ávila. Lo del ‘Cholito’ ya no es sorpresa pues sostiene o mejora su nivel progresivamente desde hace cuatro años. Fue a Huánuco y se paseó con la defensa local al asistir a Sheput en el primer gol, al generar el penal que Sheput convirtió en el segundo gol y al ganarle el vivo en el gol que le anularon injustamente. Es un nivel que no decae ni cuando juega la Libertadores y eso es más que bueno, ya que Rengifo anda con las luces apagadas y Ross las lleva en intermitente.
Lo del que fue el capitán celeste en el Heraclio Tapia es un caso diferente. Hacer dos goles, ambos con clase, es una clara muestra de que está en lo más alto de su capacidad y esto sirve para tapar el bajón de los dos mencionados líneas arriba. Sus luces iluminan en el Descentralizado pero estas se extinguen por completo cuando juega la Libertadores. El ‘Pincel’, con su actuación en Huánuco, despeja cualquier duda sobre las expectativas que se pueden tener de él en el torneo continental: altas, porque puede rendir así. Al menos la está haciendo aquí, pero debe completar su aporte.
El Matador del Rojo
Sergio Ibarra atraviesa un excelente momento que ratificó en el partido frente a Vallejo: marcó su cuarto gol en lo que va de la temporada y se colocó en el primer lugar de la tabla de goleadores junto a Víctor Rossel y Jersson Vásquez. Ante el ‘Poeta’ no sacó el bastón al celebrar sino que lo gritó rabioso porque servía para salvar un partido que se le había complicado mucho a los suyos.
No solo está haciendo goles importantes (todos han servido para sumar) sino que, en lo personal, ha consolidado lo que es su segundo mejor arranque de temporada. Solo en 1998, cuando jugaba por Sport Boys, marcó cinco goles en los primeros seis partidos del Apertura. Hace quince años (¡quince!) hizo uno en el empate 3-3 ante la ‘U’ por la fecha dos, otro en la victoria por 1-2 frente a Lawn Tennis en la siguiente jornada y repitió el plato por triplicado con un hat trick en la goleada por 4-0 sobre Deportivo Pesquero por la sexta fecha. Si bien el resultado de ayer no fue el esperado por su equipo, el ‘Viejito’ tiene motivos para sonreír.
El corazón de poeta
Si para Sport Huancayo no fue bueno el empate por haber jugado de local y dejar escapar la oportunidad de colocarse como único escolta de Alianza, para Vallejo no lo fue porque viene entregando una campaña discreta, casi mediocre, para las elevadas esperanzas depositadas en este equipo que está respaldado por un trabajo serio de parte de la directiva y del cuerpo técnico. Es verdad que recién empieza el torneo, pero el cuadro poeta está estancado en la mitad de la tabla y eso decepciona.
Sin embargo, si se desea ver la mitad llena del vaso, este partido fue el primer resultado importante desde lo futbolístico en lo que va de 2013 para el ‘Poeta’. Los trujillanos empezaron la temporada con la confianza de superar la primera etapa de la Copa Libertadores, hasta con comodidad, pero perdieron en Colombia y se dejaron empatar en el Mansiche a poco del final, cuando podían definirlo en los penales. Y en el Descentralizado, solo le habían ganado a equipos notoriamente de menor poderío y los demás partidos los perdieron o empataron cuando debían empatarlos o ganarlos, respectivamente. No les estaba yendo bien hasta que se lavaron la cara en Huancayo: en una cancha de altura, lodosa por la intensa lluvia y enfrentando a uno de los rivales más pintados del torneo, la Vallejo sacó un empate que debe revitalizar los ánimos poetas que andaban alicaídos. Puede ser el punto de despegue.
La base del León
Entre todos estos buenos tiempos, siempre se encuentra una excepción. Lamentablemente para los hinchas de León, el cuadro huanuqueño la protagoniza. La derrota ante Cristal ahondó la mini crisis en la que está sumido el equipo de Ospina, que apenas ha obtenido seis puntos en igual número de partidos, una cosecha suficientemente mala como para ubicarse en la decimotercera casilla de la tabla (la misma posición con la que el cuadro crema cerró 2012). Sin duda, un trago amargo para un equipo que se acostumbró rápido a las clasificaciones internacionales tras su retorno a Primera.
Esta caída ante los celestes abrió una discusión en la prensa huanuqueña sobre el fracaso de León comparada con el relativo éxito sostenido que viene alcanzando año tras año Sport Huancayo, que no deja acudir a torneos de la Conmebol. Se puede ensayar una explicación luego de observar que el ‘Rojo Matador’ se cuidó de no romper abruptamente la base que le permitió alcanzar su primer éxito. Ese equipo plagado de paraguayos fue cediendo progresivamente el paso a nuevas figuras que permitieron que no se desdibuje la idea original y que no se pierda la principal fortaleza del equipo: su localía. Por el lado de León, pronto dejó ir a figuras como Guadalupe y Cardoza e igual de rápido perdió a los distintos Rodas y Perea, por hacérseles impagables. Tras el retiro de Ferrari, de los referentes apenas Carlos Zegarra se quedó en el cuadro crema, pero también dejó el club, el año pasado, por su diferencia con el técnico Aníbal Ruiz. La tarea principal de un equipo en el torneo peruano es no desprenderse de su base si esta tiene suceso, eso se conoce hace mucho; ahora León debe refundar el equipo y esa es una tarea totalmente distinta.
Fotos: Jesús Suárez / DeChalaca.com, Jhefryn Sedano
