Gálvez - Huancayo: Pesca sin espinas
Gálvez derrotó 2-1 a Huancayo en un partido que tuvo más emociones en la primera parte que sobre el final. Con este resultado, los chimbotanos treparon a puestos de vanguardia y se mantienen como uno de los invictos del torneo.
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El Capo: Delantero que “marca”
El uruguayo Junior Aliberti cumplió una labor más allá de su función como atacante, apoyando a sus compañeros en la marca cuando Huancayo dominaba en la primera parte además de convertirse en el dueño del balón detenido. Se compenetró con su colega de ataque Velázquez cada vez que Gálvez trataba de generar una acción de riesgo. De esa forma llegó el segundo tanto, tras asistencia de pecho para que el ‘Karioka’ de zurda volteara el marcador. Trajinado, el ex Cristal fue reemplazado por Marco Ruiz a los 89’.
La clave: Anda en racha
El sacudón de Gálvez tardó diez minutos en concretarse tras el tanto de Rafael Farfán. No obstante, 40’ de intermitencia local se olvidaron por completo cuando en la primera ocasión clara de peligro Salcedo puso la paridad. Luego del gol, el ánimo local mejoró y tuvo chances para aumentar la cuenta antes del pitazo del primer tiempo. Ya en la complementaria, el conjunto de Arce estaba en la obligación de buscar el segundo, y cuando lo hizo apeló a la contra -merced a las variantes en su esquema- para aprovechar los espacios de su rival, pese a que luego el 2-1 no se movió.
El cambiazo: Hacía falta crear
Medina ingresó al campo sobre los 62’, dándole más verticalidad a la escuadra chimbotana que necesitaba de elaboración. El diez galvista le dio otra mentalidad al ataque local, pues al abrir el campo por los costados no podía romper la férrea zaga huancaína, y la fórmula parecía encarar por el medio. Cuatro minutos más tarde llegó el gol de Velázquez, originando a la visita ir en pugna del empate, dejando huecos para la contra que Medina, hombre de buen pie, lanzara pases para sus compañeros, aunque el tercero nunca apareció.
El jugadón: Le ganó el corazoncito
Apenas a los cinco de iniciado el cotejo, Huancayo tuvo para abrir la cuenta. Tras un centro desde la esquina, el esférico lo recibió Mimbela, enviando un buscapié de zurda para que alguien la añadiera. Ahí encontró de receptor a Cruzado, quien sin embargo recordó su pasado chimbotano, pues en la línea de gol careció de claridad para meterla.
La joyita: Facturación semanal
Sobre los 40’, Salcedo igualó la contienda tras una destacada acción colectiva con Cevasco. El volante galvista aguantó la marca de Farfán y se lo sacó de encima con un autopase, para luego eludir a Ojeda y batir de un derechazo a Pinto, quien quedó estático al ver cómo la bola se incrustaba al segundo palo. El gol le viene bien a Salcedo, quien marcó un doblete la semana pasada en el Callao.
El tapadón: Reacción gatuna
Se dio luego del empate, casi sobre los 43’ cuando Velázquez se encontró a tiro de gol con Pinto, pero el ‘Gato’ Joel Pinto salió airoso y sacó una mano salvadora tras el disparo del argentino. Definitivamente fue una gran atajada, no solo porque el gol parecía inminente, sino porque le dio respiro a un Huancayo que necesitaba irse al descanso sin perder.
La cancha: Viento que revienta
En total asistieron 3026 personas al Manuel Rivera Sánchez, que tuvo como singular protagonista al viento. De hecho, ello contribuyó a que se vieran dos caras en el funcionamiento de Gálvez en cada etapa. En la primera mitad, la poca generación de juego al tener en contra al fuerte soplo tal vez pudo ser la excusa, aunque tras el empate el elenco de la franja chimbotana creó un par de oportunidades. No obstante, en la parte final, el viento le fue favorable, aprovechando la situación al poner la pelota al ras.
Kazuki Ito: Banderines y cartulinas
De regular se califica la actuación de la cuarteta arbitral conducida por Eduardo Chirinos, quien amonestó a seis jugadores, aunque debió sacar un par más a Salcedo y otra en la segunda parte en la que pareció haberse olvidado las tarjetas en el camarín. Tampoco se libraron los auxiliares, como el segundo asistente Moisés Ibáñez, quien sancionó un offside inexistente de Cruzado en el amanecer del cotejo, si bien se repuso en la segunda parte al levantar el banderín por un fuera de juego clarísimo de Salcedo.
Fotos: Héctor Inti Rojas / Diario de Chimbote
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