La Resaca del Sábado: Libre interpretación

Hasta las manos
Real Garcilaso perdió en Matute porque Alianza le hizo un gol de penal en el momento justo y preciso. De no haber llegado el tanto íntimo en aquel estribo del primer tiempo, quizá el partido de La Victoria habría sido muy parecido a los que la 'Máquina Celeste' jugó en Asunción o Ibagué.
¿Estuvo bien echado Lojas? Si se entiende que el penal estuvo bien cobrado por Carrillo, sí: puso la mano cuando la pelota iba al gol, y eso equivale a expulsión. ¿Estuvo bien cobrado el penal? Suelto está el hecho a la interpretación del juez: es cierto que el zaguero garcilasiano cayó y por inercia sus manos tendían a acomodarse en el suelo, pero el tiro iba al gol y por ende es perfectamente cobrable la falta según el criterio del juez. Queda claro también que Carrillo estaba condicionado a compensar su error al no haber sancionado una clara mano previa del propio Lojas, despegada del cuerpo, que debió ser penal también; pero strictu sensu, su decisión fue correcta también al cobrar el tiro que Ibáñez canjeó por gol.
Hasta los codos
Le dijeron a Carrillo también que se equivocó en la sanción a Ángeles por codazo a Vidales, en acción que determinó la segunda expulsión para Real Garcilaso. Pero el contacto entre el lateral celeste y el atacante –hoy incómodamente para él reciclado de volante- íntimo existió, y al menos ameritaba la segunda amarilla que acabó echando al ‘28’ del cuadro cusqueño. En el estadio se vio un foul alevoso, y quedó claro también en cámaras que el aliancista exageró la caída.
¿Fue determinante Carrillo para el resultado, entonces? Sí porque sus decisiones acabaron condicionando la capacidad de Real Garcilaso de buscar el empate; pero no porque estas decisiones hayan estado fuera de foco. Con nueve, Real Garcilaso estuvo en el tramo final más cerca del empate que Alianza del segundo, que no llegó porque el cuadro íntimo, con racionalidad, se dedicó a hacer rotar la pelota antes que a buscar el gol que las tribunas le exigían a partir de la superioridad numérica. En realidad, Valencia sabía que estaba haciendo un negocio positivo ante uno de los rivales más exigentes que le planteará el campeonato y no quiso, con razón, complicarse de más.
Hasta los otros codos
Matute recibió a más de 22 mil personas este sábado, y que Alianza se acostumbre a jugar con ese marco es excelente. Porque los clubes grandes, aquí y en todas partes del mundo, deberían jugar siempre con ese mínimo de espectadores, y el cuadro íntimo –como la ‘U’, o como el propio Cristal- tiene suficiente arrastre como para garantizar siempre una convocatoria de ese tipo. Pero algo le estaba faltando que ahora sí tiene, y eso no es solo el habitual entusiasmo del público en las primeras fechas.
A Alianza le estaba faltando recuperar familiaridad, intimidad. Le faltaba ese rasgo tan suyo que el sátrapa fascineroso de Alarcón le había, entre otras cosas, querido robar durante su apandador mandato. Le faltaba recuperar la unión, olvidarse de la tribuna Sur dividida en dos por un cordón de policías, cantar canciones de las antiguas sin tener que recurrir al puteo al rival y también innovar nuevas canciones con ritmo como la que cantó al sonar del León Santillán de los Fabulosos Cadillacs. Alianza, pues, se ha reunido, y por eso la fiesta de los sábados está llevando gente a Matute.
Demasiado temprano para fastidiar
Mario Viera y Ángel Comizzo solo tienen en común que provienen del Río de La Plata y sobre todo que no la pasan bien por estos días. Su trabajo, en un país en el que mucha gente cree tener derecho de cuestionar la continuidad del de otros así porque así, está siendo justamente puesto en tela de juicio a futuro. ¡Y estamos en la fecha 4! En el Perú, lamentablemente, no se entiende a veces que cuando se apuesta por un técnico hay que garantizarle un horizonte temporal mínimo, y morir en la ley de tenerle paciencia, algo que en el Descentralizado es un excelente negocio por lo general pues rinde réditos a largo plazo.
Ambos intentaron innovar en la tarde del Cusco. Viera puso a Ísmodes siempre por derecha, pero en una ubicación que le permitiera explotar más la diagonal, el arma fuerte de 'Damichón'. Comizzo reinventó a Rainer Torres como lanzador en segunda línea, dada la lesión de Guastavino y que los problemas documentarios de Leguizamón, al parecer, siguen sin resolverse. Intentos válidos, pero que no rompieron el 1-1 ni aplacan las críticas. También válidas, sí, pero en ningún modo capaces de cuestionar la estabilidad de un DT de equipo grande -ambos lo son- cuando solo han corrido cuatro fechas. Maduremos un poco como sociedad futbolera de una buena vez.
Pacífico seguro(s)
En Ayacucho, Pacífico demostró una vez más que está preparado para afrontar grandes retos y que, más allá de que su base está sostenida por jugadores de elevado promedio de edad, es perspicaz para plantear los partidos y, por ende, sabe adaptarse a las necesidades que requiere de acuerdo a la función del rival. Esta vez, ante Inti Gas, Juan Carlos Bazalar evidenció haberlo estudiado al derecho y al revés y realizó una ligera reingeniería en su conformación.
Y si habría que hablar de algún abanderado en los movimientos de rotación en la táctica de Pacífico, entonces habría que hacer una especial referencia para con Aldo Olcese: el experimentado volante, que a más de uno extrañó el hecho de que no arranque desde el vamos en la oncena de San Martín de Porres en jornadas anteriores, fue empleado de manera inteligente como una suerte de mediapunta, con lo cual la oncena rosada abandonó el tradicional 4-línea-2 que trajo algunos dolores de cabeza en sus rivales (por lo estrictamente esquematizado), por un 4-2-3-1 que desarticuló a los ayacuchanos por la ferrea marcación de sus volantes de contención asociada a la velocidad de sus extremos, y que tuvo como eje a Olcese, hombre clave desde antes del inicio del cotejo: su reciente experiencia en tienda gasífera le otorgaba el suficiente aval para rendir con éxito en la altura. Posteriormente, tras la expulsión de Honores, el equipo trastocó funciones, pero esa ya es otra historia exitosa con tinte estratégico.
Composición fotográfica: Roberto Gando / DeChalaca.com
Fotos: Luis Chacón / DeChalaca.com, José Carlos Angulo, Ciro Madueño
