El escándalo como doctrina
Trampas, dislates, burradas, incoherencia han caracterizado a la dirigencia futbolística nacional desde siempre. No obstante, cada año, con su respectiva cuota de frustraciones, los escándalos se vuelven más lacerantes. O graciosos, según el ojo que los mire. A continuación, una ayuda memoria de los escándalos que la temporada 2007 reservó para el balompié nacional.
Si hay algo que el periodismo le tiene que agradecer a Manuel Burga es la abundante carne noticiosa que su gestión provee. Cuántas páginas de periódico habrían tenido que llenarse de irrelevancia de no haber sido por él. Si no es un cuadrangular de a tres, es un repechaje inventado. Si no es un dirigente procurando el bienestar educativo de su hijo mediante una falsa credencial de futbolista, es un inesperado cambio de reglas que dosifica de adrenalina a un campeonato ya en curso. Y etcétera. El 2007 no podía ser la excepción. Sería una mezquindad, por tanto, no agradecer otro año que permite el incomparable goce de contemplar la vergüenza ajena.
Mallqui Way.- No importó zurrarse en una comisión
de justicia. No importó someter el tema a votación de clubes que eran juez y
parte. No importaron las pérdidas económicas que el José Gálvez asumiera por
marginársele del torneo 2007. No importó nada. La amnistía al Sport Áncash ganó
por goleada. Fue un premio tripartito de dudoso pedigrí: al perro muerto, al perro sucio y hasta al perro del
hortelano. Sin duda, el 5 de abril del fútbol nacional.
Jipi Japa en Japón.- La demagogia dirigencial de invocar
a la disciplina como núcleo central de una propuesta que debiera ser
fundamentalmente futbolística, hizo que Julio César Uribe recayera por San Luis
sin saber cómo. Su breve excursión por una discoteca japonesa fue rotundamente negada
y luego admitida a medias. La
Comisión respaldó al técnico con un comunicado más que
contundente: “Se invoca a los medios de comunicación a no persistir en una
campaña que solo perturba y desestabiliza el trabajo que se desea iniciar en un
proceso que tiene como mira buscar la clasificación de Perú a la Copa del Mundo Sudáfrica
2010". Pero eso era solo papel. Meses después, Uribe era destituido igual
que como llegó: con las peores formas. ¿Y cuál fue el argumento N.º 1 que dio aquella
Comisión que antes invocaba a la mesura y la concordia? Sí, exacto: aquella
Inca Kola consumida en Tokio.
“Yo te estimo”.- Federico Cúneo era demasiado buena gente. Creyó que pescaba jureles, pero eran pirañas. Le dijo (o, al menos, le sugirió) a medio mundo que ya varias federaciones departamentales le habían comprometido su respaldo. No sabía que las pirañas se engullían sus aspiraciones mientras pernoctaban en la Videna en la víspera de los comicios.
¡Digan Whisky!.- Pasear por lujosos hoteles, codearse con grandes personalidades, acumular anécdotas para contar a los nietos, etc.: El ABC de ser “gente importante”. Y no hay nada que pueda reducir su majestuosidad, su fina estampa. Ni siquiera colarse entre la muchedumbre, apretar un obturador y llevarse a casa una foto de Ronaldinho, atesorando un recuerdo imborrable a ser transmitido de generación en generación. Nada hace más grande a un ser humano que saber valorar sus pequeños momentos de felicidad (ver video al final del artículo).
Total Dirty.- Un neófito de la viveza
dirigencial; no por ello, sin embargo, menos diestro en tales andanzas: Félix Enciso
fue postulado como director de la
FPF por la lista de Burga, pese a no cumplir el requisito
de tres años de desempeño en cargos dirigenciales. Simple aritmética: las
elecciones fueron en octubre. Total Clean, su equipo, al que declaró en
quiebra, mudó de localía cuando quiso y mandó finalmente al descenso, fue
fundado el 21 de diciembre de 2004. Es decir, Enciso recién cumplió tres años
como dirigente unos días antes de la
Navidad (¡felicidades!). Aún así se las arregló para documentar
un pasado como tesorero del Sport Villa Alianza, de la Liga de Sachaca, en 2001. Las
ocho coincidencias que arroja Google
sobre este equipo están referidas al mencionado escándalo. Ningún aviso previo,
ni siquiera una solicitud de aguatero, nada. Así que ya sabe, amigo lector:
compre una chacrita, junte a 11 hermanos de sangre, juéguense un mete gol
gana, y en 36 meses, sin mayor trámite, se ganará usted un flamante despacho en
San Luis.
Hizo agua.- En enero, Carlos Silvestri Somontes,
ex presidente de Sedapal, decidió cambiar su vocación a los temas hídricos por los
futbolísticos. Así, se postuló en los comicios internos del Deportivo
Municipal, y ganó por un voto a Manuel Soavi, en democrático acto electoral
que contó con la multitudinaria participación de 165 socios. Lo acusaron de ser
hincha de la 'U', de no tener cariño alguno por la 'Franja', de buscar solo el
beneficio personal. Colateralmente, Silvestri pudo escalar, gracias a su flamante
cargo, a la vicepresidencia de la
Federación; pero, no se entienda mal, eso fue simplemente porque
la patria lo llamaba. Nada más. Ningún interés subalterno ni nada que se le
parezca. Cómo dudar de un hombre que debe sueldos conforme a la utilidad de sus
contratados (mes y medio a los titulares, tres a los suplentes), que siembra
futuro al confiar en jugadores Sub-20 un partido clave por el descenso, que se
comporta como ejemplar padre de familia haciendo debutar a su hijo como
entrenador.
Y que, al ver que sus esfuerzos e influencias desdobladas no
bastaron para que el querido Echa Muni se quedara en Primera, apeló a un
hortelanismo que no es más que digno y comprensible espíritu revanchista:
aunque el Minero y el Águila estuvieran sedientos, su voto les quitó el agua.
Qué mejor que otro escándalo para cerrar el año.
Los bombarderos de Los Inkas.- Fue el escándalo del año. Los futbolistas nacionales demostraron su poca inteligencia: con mucho empuje, para beneplácito de los dirigentes, han logrado desplazarlos del primer lugar del repudio futbolístico ciudadano. Mejor regalo no pudieron darles: Juvenal y Mallqui son, ahora, poco menos que los justicieros de la patria, con los consecuentes réditos políticos que el gamonalismo suele dar en este país. No es una cuestión de humildad; es simple sensatez. Que son futbolistas exitosos, no hay duda. Que poco o nada afectará a sus carreras el quedar eliminados de un Mundial, tampoco está en discusión. Lo único que estos individuos deben preguntarse es si algún día, cuando estén más canosos y sosegados, lamentarán haberse conformado con el éxito y no haber buscado la gloria (Video: You Tube / Usuario: fernandopalmer).
