Regla de tres
Cristal y Municipal repartieron puntos en un 3-3 emocionante que quedará para el recuerdo. La mañana en el San Martín estuvo marcada por figuras descollantes, errores defensivos, errores desde el banco y pelea extrema por cada balón dividido. Y aunque el empate fue el mejor reflejo de lo visto en el campo, el resultado no dejó -matemáticamente- contento a ninguno.
Desde las 11 de la mañana el estadio celeste anunciaba un lleno que hacía retumbar las paredes del coloso y ponía la piel de gallina a cualquier persona que encontrara presente. Una banda animaba a los hinchas desde hacía media hora y poco a poco se iba metiendo a la hinchada al bolsillo. Luego llegarían los fieles hinchas del 'Muni' y comenzaría la pelea de barras. 
A ritmo de una canción de moda, la barra celeste entonaba: Y hoy te vas, te vas, te vas, te vas, te vas para Segunda. Y aunque parezca inverosímil, los hinchas ediles respondían de la misma manera, recordándoles a los cerveceros que ellos tampoco estaban librados del fantasma de la baja.
La fiesta estaba instalada en el San Martín de Porres. La Vieja Guardia, la Fuerza Oriente y el Extremo Celeste pedían una matanza. Los de la 'Academia' buscaban la sorpresa. Dicen que cuando hay un partido por la pelea del título nadie te regala nada. Pero cuando los dos equipos que se enfrentan pelean la baja, no solo no te ofrecen facilidad sino que si en algún momento lo hacen, te matan para recuperarlo.
Y entonces, animados por la urgencia de sumar puntos, los jugadores de la franja salieron decididos a buscar el partido y sometieron a los celestes a su dominio. 
El planteamiento de Oblitas se basaba en la velocidad de Chará y en cualquier momento de inspiración del ‘Chorri’; arriba, el 'Ciego' había tirado a dos puntas netos (García y Bonnet) y la formula no le reportaba réditos.
Con un Renzo Sheput iluminado, los ediles manejaban el balón a su gusto y no dejaban respirar a los rimenses. Masakatsu Sawa arriba fue una pesadilla en todo momento para los defensas y jamás se cansó de correr. Estos dos jugadores, junto con Iriarte, fueron los responsable de hilvanar las principales jugadas de peligro del 'Muni', que Jorginho era el encargado de desperdiciar. Fue así que en el primer gol los tres habilidosos se juntaron para que Sheput se inspirara, dejara a todos parados y sacara un pase para que Sawa, casi de palomita, decretara la apertura del marcador. 
Y ya en el segundo tiempo, Vera se sumó a la lista de inspirados para
mandarse una diagonal espectacular y dejar la pelota en los pies del
japonés, de modo que este silenciara por tercera vez al San Martín y
pusiera por segunda vez a los ediles en ventaja.
Pero el encuentro se caracterizó por momentos, y si los de la Academia tuvieron esos dos instantes de superioridad los celestes también contaron con el suyo. A pesar de su falta de reacción luego del primer gol, se encontraron con el empate luego de un desdoblamiento de David Soria y una genialidad de Palacios para sacarse de encima a Zabárbulo y ejecutar un remate esquinado que nadie esperaba. Luego de eso, el primer tiempo se sumió en un sopor que hizo que el calor se volviera inaguantable y que los 20 minutos remanentes hasta el descanso se volvieran interminables: En el complemento, los ingresos de los ‘Flacos’ Delgado y Cominges dieron a Cristal la verticalidad que no tuvo en la primera mitad y Palacios tuvo su momento de iluminación, con lo cual los celestes encontraron el desnivel a favor con un cabezazo de García.
Pero si cuatro de los seis goles se debieron al peso del buen juego de los equipos, los otros dos llegaron debido a errores defensivos garrafales. Primero, el empate parcial de Municipal se gestó tras un tiro libre de Sheput que Marco Portilla amagó cabecear sin llegar a contactar el balón; a pesar de la lentitud de la trayectoria de este, Delgado no fue capaz de reaccionar y permitió el empate edil. Luego, a falta de cinco minutos para el final y tras un reclamo infundado de posición adelantada por parte de la zaga edil, Gabriel García sombreó a Reynoso y puso el 3-3 definitivo. 
Cabe indicar que es la sexta vez en el Clausura en que al equipo edil
le revierten para mal un resultado en los últimos 10' de juego, lo que
más que mala suerte sugiere un patrón de -para parafrasear a su
técnico- jardín anímico angosto, de esos que suelen condenar equipos a
la baja.
Los hinchas pudieron salir del San Martín diciendo que espectaron el empate más abultado entre rimenses y ediles en la historia de los campeonatos nacionales, que se juegan desde 1966. Hasta ahora, el máximo empate en los Cristal-Municipal había sido 2-2, registrado ocho veces, la última en el partido de vuelta de la Preliguilla 1993. Aquel 8 de diciembre, en el estadio Nacional, Julinho puso en ventaja a Cristal, pero Nolberto Solano de penal igualó anotándole al equipo que luego lo lanzaría al estrellato. Después, Eugenio La Rosa puso adelante a 'Muni', pero en la segunda mitad Flavio Maestri logró el empate y la clasificación a la Liguilla para los rimenses, que habían ganado 1-0 el cotejo de ida. Ese partido, además, fue el último partido que había terminado igualado entre ambos clubes hasta la fecha, ya que desde entonces los celestes vencieron siempre a los ediles con excepción de los partidos de las primeras ruedas del Clausura '98 y del presente Clausura 07', ganados ambos por Municipal.
Pero fuera del partido, la historia y los varios goles, lo cierto es que los dos técnicos sintieron que perdieron dos puntos: Oblitas -que al menos depende de sí mismo- porque dejó la ocasión de ahuyentar del todo el fantasma de la baja en casa y Mosquera tenía el triunfo servido. Y es que cuando peleas la baja, lo que regalas, lo pierdes.
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