Foto: ReutersAlianza cerró un nuevo capítulo de su historial en la Copa Libertadores. Su campaña, signada por los problemas externos, acabó por reflejar que no siempre alcanza el corazón para sacar adelante los partidos.

 

ESE DEBATE INTERNO. La falta de confianza volvió a mostrar su cara en un equipo peruano. Esta vez fue Alianza, que en el cierre de su participación copera tuvo momentos en los que pareció hacer respetar su condición de local, lo que servía de paso para irse con una mejor semblante, pero que al final se dejó estar ante un rival que de tonto no tiene nada. Ante un once con mayor experiencia internacional, el trámite cambió casi por completo en la complementaria donde dos goles fueron suficiente para que los paraguayos calmaran su espíritu de buscar el arco rival y se dedicaran a rotar el balón en espera del pitazo final. Esas ganas de pelear los partidos, y todas las jugadas, es lo que parece estar ausente en este equipo que aún sin la responsabilidad de sacar los puntos mostró más de lo mismo.

PUNTOS BAJOS. Defender mal, que duda cabe, parece un mal endémico de Alianza en lo que va de temporada. Ante Libertad, las licencias por las bandas resultaron ser el deleite de la noche para los paraguayos que, si en el primer tiempo se fueron sin goles, en la parte final abordaron a su gusto el área aliancista hasta cumplir el objetivo con el que llegaron a Lima. De la misma forma, la segunda línea de volantes blanquiazul ha caido en un gran bajón futbolístico. Hasta el momento Hurtado, Arroé y Bazán no han asumido por completo el vacío que Johnnier Montaño dejó tras su marcha a la San Martín. Es más, su labor principal, la de abrir la cancha para liberar el medio, apenas si se ha hecho sentir en los últimos encuentros, lo que provoca que los dirigidos por José Soto puedan ser embotellados con facilidad.
 
PUNTOS FUERTES. Sea en Copa o el torneo local, José Carlos Fernández se ha convertido en el referente no solo del ataque, sino de todo el equipo aliancista. Con él en la cancha los íntimos tienen una presencia distinta a las veces que su ausencia resultó inevitable. Punto aparte es el tema del arco que, tras la floja respuesta de Jorge Rivera en los goles de Libertad, parece no tendrá mayor variante: Salomón Libman es el ‘1’ fijo. ‘Yuyo’ ha tenido errores en algunos partidos este año, pero lo regular que ha sido desde que llegó a Alianza hace cuatro años le garantiza un crédito que su colega colombiano no tiene.

¿ALCANZARÁ PARA LUCHAR?
En Alianza son cada vez menos los jugadores hábiles para que José Soto forme un once que pueda competir. Si en la Libertadores, con solo seis encuentros, le resultaba dífícil a los íntimos conseguir nombres, por el torneo local la situación podría empeorar de seguir sufriendo bajas en el plantel ya que el tiempo para sumar fichajes expiró. Paolo Hurtado ya anunció su decisión de buscar nuevos horizontes, y no se puede descartar que algún otro jugador haga lo mismo. Por ello, esta nueva etapa en La Victoria será una en la que el comando técnico y sus hinchas deberán ajustarse los pantalones para asumir la real situación del equipo, porque soñar no cuesta nada, pero pelear el título sí, y mucho. Aún si el tema económico se llegara a resolver.

Foto: Reuters

Comentarios ( 0)add
Escribir comentario
quote
bold
italicize
underline
strike
url
image
quote
quote

busy